Dayanis Paola Yanci Martínez quería ser una doctora, estar en un quirófano o en un consultorio atendiendo a sus pacientes. Lejos de su sueño estaba trabajar en una mina de carbón, y menos manejar un camión con capacidad para 240 toneladas de carga.
De 29 años y oriunda del corregimiento El Hatico, municipio de Fonseca, sur de La Guajira, dice orgullosa que es una de las 60 operadoras de camión de la mina del Cerrejón, entre las 535 mujeres que hacen parte de la operación.
Confiesa que la situación económica de su familia no le permitió estudiar Medicina, y, sin embargo, ahora se declara 'feliz' con su trabajo al servicio del Cerrejón, empresa que hoy enfrenta una demanda admitida en el Consejo de Estado que si sale desfavorable implicará el cierre parcial de la operación, que va hasta el año 2034.
Dayanis, con siete años en la empresa encargada de explotar el carbón en La Guajira, transporta material estéril desde el tajo donde se extrae el carbón hasta el botadero.
'Este material es el que se saca antes de que brote el carbón', explica la joven de 1,65 metros de estatura, pero que maniobra con una gran destreza el vehículo que mide seis metros de alto y siete de ancho.
Dayanis es técnica profesional en minería del instituto Nacional de Formación Técnica Profesional Infotep y técnica operadora de camiones del Sena, pero también está estudiando segundo semestre de ingeniería industrial en la Universidad Nacional Abierta y a Distancia, UNAD.
'Esto lo he logrado gracias a mi trabajo en Cerrejón, donde me siento feliz y agradecida', afirmó la minera, quien vive con su madre y es hija única. Dice además que ya logró construir su propia casa en el pueblo.
La relación con sus compañeros la califica como magnífica. 'Desde que llegué a hacer prácticas me acogieron, me ayudaron, me enseñaron muchas cosas, fueron muy lindos, siempre preocupados por hacerme sentir bien y eso fue fundamental para adaptarme', explica.
Misael, el veterano
Misael Balcázar Maestre, uno de los colegas de Dayanis, lleva 32 años en la multinacional. Ha sido operador de camión, de tractor y de oruga, entre otros. 'Me acuerdo cuando anotábamos las cargas y los datos en un papel y hoy todo está sistematizado de tal manera que no hay lugar para el error', afirma.
Misael, como buen hijo de Villanueva, la Cuna de Acordeones, es amante del vallenato y sobre todo el de su compadre, el cantante Jorge Celedón, cuyos temas amenizan los turnos de noche.
Asegura que su cargo es de gran responsabilidad ya que con la pala deposita entre 60 y 70 toneladas de carbón al camión. 'Esto debe hacerse con una gran precisión para cuidar al compañero operador del camión, es lo más importante de este trabajo, la seguridad', afirma.
Misael, el veterano
Misael Balcázar Maestre, uno de los colegas de Dayanis, lleva 32 años en la multinacional. Ha sido operador de camión, de tractor y de oruga, entre otros. 'Me acuerdo cuando anotábamos las cargas y los datos en un papel y hoy todo está sistematizado de tal manera que no hay lugar para el error', afirma.
Misael, como buen hijo de Villanueva, la Cuna de Acordeones, es amante del vallenato y sobre todo el de su compadre, el cantante Jorge Celedón, cuyos temas amenizan los turnos de noche.
Asegura que su cargo es de gran responsabilidad ya que con la pala deposita entre 60 y 70 toneladas de carbón al camión. 'Esto debe hacerse con una gran precisión para cuidar al compañero operador del camión, es lo más importante de este trabajo, la seguridad', afirma.
La jefa del tajo
La jefe de los dos operadores es Indira Marcela Jiménez, la primera mujer superintendente que tiene a su cargo la operación del tajo más grande donde se produce carbón en Cerrejón, el tajo Annex.
Indira, ingeniera de minas y metalurgia de la Universidad Nacional, nació en Villavicencio. Lleva 12 años vinculada a la multinacional.
A su cargo tiene ocho unidades de trabajo que trabajan con diez palas, 3 eléctricas, 3 frontales y cuatro retros; 50 camiones, 5 taladros, 7 tractores de oruga para minería, 5 para mantenimiento de vías y 7 camiones tanqueros para control de emisiones dentro del tajo. Tiene a su cargo en cada turno de doce horas, unas 140 personas.
'Todo debe funcionar con una sincronía tal que no debe ningún retraso, ni adelanto', indicó.
Los tres mineros coinciden en afirmar que la minería en Cerrejón se hace cumpliendo altos estándares para evitar el daño al medio ambiente, pero sobre todo pensando en sus trabajadores todo el tiempo. 'El corazón de la minería, no es el carbón, es toda esta gente que trabaja en Cerrejón', afirman.
Empleos que genera
De los 13.mil empleos que genera, seis mil son directos, de los cuales, el 67% son para los guajiros. De esta cifra, 132 nativos ocupan posiciones de liderazgo, mientras que 7.099 empleados están vinculados con empresas contratistas que tienen contratado el 52% con personal de La Guajira.
Son alrededor de 2.800 los que trabajan directamente en la operación de extracción del carbón.
Unos dos mil de estos trabajadores viven en Mushaisa (en wayuunaiki tierra de carbón), el complejo de viviendas que está dentro de la mina.
En esta pequeña ciudad conviven empleados, contratistas y directivos que tienen agua las 24 horas, gimnasio, un colegio, servicio de bus, el templo San José Obrero, donde conviven de manera armoniosa católicos y evangélicos, restaurante, supermercado y un centro de salud, entre otros.
Las cifras del Cerrejón
El año pasado Cerrejón logró exportar 30,5 millones de toneladas de carbón, en medio de un entorno retador debido a fallos judiciales que impidieron acceder a algunas áreas de la operación y a fuertes lluvias que impactaron el desarrollo de las actividades mineras, especialmente en los meses de mayo, septiembre y octubre.
'Esta cifra es menor a las 31,7 millones de toneladas exportadas en 2017, marcando un año más de contracción de la operación como resultado de las dificultades del entorno', precisa la empresa.
Entre los años 2002 y 2017 la multinacional ha exportado un total de 503 millones de toneladas a Norteamérica y países de Europa, Asia, Centro y Suramérica. En ese mismo período pagó al gobierno en regalías $6,6 billones y en impuestos $10,1 billones.
El inicio de la etapa del cierre final de las operaciones de Cerrejón en La Guajira es en el 2034, año en que terminarán formalmente los contratos de explotación que tiene la empresa con la nación.
Según la multinacional este cierre se hace de manera progresiva a través de medidas de estabilización y de cierre de impactos ambientales y sociales.
La demanda
En contraste, la multinacional afronta una demanda ante el Consejo de Estado que deberá evaluar si la empresa está cumpliendo con los estudios de impacto ambiental que genera la operación carbonífera.
Son organizaciones sociales, líderes sociales y congresistas que fundamentan la demanda en que el permiso ambiental con que cuenta Cerrejón para su operación tiene cerca de 40 años y ha sido objeto de más de 60 modificaciones.
'La licencia original fue expedida mediante la Resolución 797 de 1983 del Instituto Nacional de Recursos Naturales y Renovables del Ambiente – Inderena. A lo largo del tiempo la mina se fue expandiendo y absorbiendo a los demás proyectos mineros de la región, hasta que en el año 2005, mediante la Resolución 2097 de 2005, se unificó toda la explotación minera de Cerrejón', explica Rosa Mateus del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo
Agrega que esta última modificación se hizo sin tener en cuenta el nuevo Estudio de Impacto Ambiental.
La multinacional ha afirmado que desde el inicio de la explotación ha venido cumpliendo la normatividad colombiana aplicable y bajos los lineamientos, trámites y procedimientos establecidos por las autoridades competentes y ha solicitado el apoyo de toda la comunidad guajira.


