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Como si fuera una actriz, Catherine Román González logró convencer a cientos de personas en Soledad que era una médica preparada, sobre todo para la pandemia del covid-19.

La cartagenera de 37 años ensayó sus líneas del rol de médica al que aspiraba y probó su suerte en una entrevista laboral en la Clínica de la Policía de Colombia, casi como si fuera una audición. Lo logró por tres años y hasta pudo esconderse por un tiempo de las autoridades, pero fue capturada en España.

Su convincente actuación, un falso currículum como médico general con más de cinco años de experiencia, y el escenario catastrófico de inicios de pandemia del año 2020, fueron suficientes para ser contratada como profesional de la salud en el área de urgencias y atención en citas virtuales. Esto sería solo el primero de sus papeles a interpretar en la Dirección de Sanidad de la Policía Nacional y la Secretaría de Salud de Soledad.

Su ‘debut’

Durante tres años actuó sin ninguna formación profesional como médica general en servicios de salud prestados en la Clínica Regional de la Policía, ubicada en el municipio de Soledad, Atlántico. Recetando medicamentos a pacientes que acudían a los centros de salud en busca de mejoría y luego firmando actas de defunción de estos mismos, Román puso en riesgo la vida de la ciudadanía del municipio de Soledad.

Además, suscribió 20 contratos con el Hospital Materno-infantil de Soledad y logró recibir al menos 77 millones de pesos. Allí, trató a 665 pacientes, incluidos menores de edad, cobrando elevadas sumas de dinero a los pacientes por sus servicios médicos desempeñados sin ninguna titulación, de acuerdo con investigación de las autoridades.

Así cayó

Según las indagaciones, Catherine no solo mintió sobre su formación profesional, también uso de máscara el rostro y nombre de alguien más en la documentación de la contratación. Se trata de Mayra Alejandra Zapata Gómez otra mujer que fingió ser médica y aparecía como la persona vinculada a la clínica desde 2020, época de pandemia. Román conocía a Zapata Gómez y sabía que ella “alquilaba su nombre y la falsa profesión de médica” para defraudar a distintas instituciones.

ArchivoArchivo del caso sobre Mayra Alejandra Zapata Gómez y Katerine Román, , las dos mujeres que fingieron ser médicas y usaron documentos falsificados para atender a pacientes.

Sin embargo, el montaje levantó sospechas por parte de la Dijín de la Policía Nacional que abrió una investigación en torno a una serie de inconsistencias en algunos procesos de contratación sin cumplimiento de requisitos legales, falsedad ideológica en documento público y presunta suplantación dentro de la Unidad Prestadora de Salud (UPRES) Atlántico, de la que hace parte la Clínica de la Policía.

Aquel hallazgo fue resultado de una auditoría interna de la Dirección de Sanidad de la Policía Nacional inició en la misma Unidad Prestadora de Salud (UPRES) Atlántico.

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Huyendo de las autoridades colombianas, Catherine Román se ocultaba en España, cambiando constantemente de domicilio, con tal de evadir comparecer antes las autoridades. Fue detenida por el Grupo de Fugitivos de la Policía Nacional en Catarroja (Valencia), tras ser expedida una circular de captura solicitada por la Interpol.

Los resultados de esas pesquisas también contaron con las capturas de Zapata Gómez, quien fue detenida en Cartagena, Bolívar, el 23 de abril de 2024, en cumplimiento de una orden judicial.

La procesada, de 38 años, habría suscrito alrededor de seis contratos por valor de 140 millones de pesos para laborar como médico general en la señalada institución ubicada enBarranquilla.