Barbarie en San José: cinco muertos y 38 policías heridos por bombas
Dos artefactos explosivos fueron accionados de forma simultánea en la mañana de ayer junto la estación policial del barrio del Suroriente. Un sospechoso fue detenido.
Un atentado terrorista sin precedentes en la ciudad de Barranquilla ocurrió en la mañana de ayer en la Estación de Policía del barrio San José, en la localidad Suroriente. El hecho, que dejó cinco uniformados muertos y 38 más heridos, habría sido perpetrado por un individuo que fue detenido a escasos metros del sitio.
Mery García acababa de servir en la cocina el desayuno de su hijo, José David, de 10 años, y se dirigía con el plato de comida hacia la mesa del comedor cuando sonó, según ella, la fuerte explosión.
Eran las 6:40 de la mañana y, de la impresión, la mujer dijo que soltó el plato y la taza de café con leche que llevaba en sus manos. Huevo revuelto, pan, salchichas y queso pasados por agua, al igual que el café, quedaron en el piso.
Mery y José David se miraron las caras. El pequeño estaba en pantaloneta porque iba para un entrenamiento de fútbol. Ella aún en bata de dormir.
Posteriormente, madre e hijo se abrazaron y vieron a través de la ventana de la sala de la vivienda a un policía correr por la mitad de la calle. Este iba ensangrentado, gritando, pedía auxilio y que llamaran ambulancias.
Se trataba de uno de los 49 uniformados adscritos a la Estación y que hacía formación cuando fueron accionadas las cargas explosivas de manera simultánea junto al predio policial de la calle 39 con carrera 21B, del cual Mery es vecina.
“¿Si uno ve a un policía correr ensangrentado, a quién se le pide ayuda? Yo lo que hice fue salir a gritarle a mis otros vecinos para llamar la atención”, aseguró la mujer.
Sin embargo, esta expresó que después se acercó hasta el sitio del atentado y vio a más uniformados pedir auxilio, mientras otros estaban tendidos en el piso. Ella describió la escena como el “resultado una guerra”.
“Había policías que gritaban desesperados, mientras veían a sus compañeros tirados, inertes. Había sangre, mucha sangre, cascos verdes en el piso. Alcancé a ver a un policía sin una pierna, eso fue lo que más me impactó y me derrumbó”, reconoció la vecina de la estación.
Unos 20 minutos después del estallido, ambulancias empezaron a aparecer en el lugar, mientras otros uniformados que llegaron a la emergencia acordonaron los accesos a la Estación.
El Cuerpo de Bomberos de Barranquilla hizo presencia en la zona con dos máquinas, en apoyo a la autoridad.
Los rescatistas también ayudaron a revisar las casas de los vecinos del lugar, pero no registraron personas heridas ni viviendas afectadas por las ondas.
Los uniformados heridos de gravedad fueron los primeros en ser auxiliados y sus traslados se hicieron a la clínica Campbell de la calle 30, Clínica Murillo, Clínica La Victoria y el Hospital General de Barranquilla, todos cercanos al lugar del atentado.
Las víctimas
Cinco uniformados perecieron luego de su traslado a centros asistenciales. La institución armada informó que todos estos se encontraban en la parte externa de la estación, prestos a vincularse al servicio de vigilancia diurno.
Las víctimas fatales, todos con grado de patrullero, fueron identificadas como Fredy De Jesús Echeverría Orozco, Yosimar Márquez Navarro, Fredy De Jesús López Gutiérrez, Anderson Cano Arteta y Yamith José Rada Muñoz.
Reacciones
El alcalde Alejandro Char, visiblemente afectado por lo sucedido, señaló desde el comando de la Policía Metropolitana de Barranquilla que “estamos más unidos que nunca, no nos vamos a dejar. No vamos a permitir que unos bandidos le quiten el sueño a Barranquilla. Hoy tenemos que rodear a la Policía, todo el que tenga información, todo el que tenga algo que decir, debe apoyar. Hay una captura, la Fiscalía está con nosotros apoyando, no tenemos duda que se trata de una retaliación ante buenos golpes en Barranquilla y por fuera de la ciudad”.
Del capturado al que se refirió el mandatario de la ciudad, autoridades lo identificaron como Cristian Camilo Bellón Galindo, nacido el 18 de julio de 1986 y oriundo de la capital del país.
Este fue detenido en la carrera 21 con calle 38, cercano al lugar de los hechos. Una motocicleta de color rojo lo habría dejado en el punto del atentado, pero el vehículo después no llegó a recogerlo.
El detenido, vestido de jean y suéter vinotinto, tenía en los bolsillos de una de sus prendas unas hojas de cuaderno con los planos de la estación afectada, así como el nombre de la estación de Policía del barrio El Carmen, también en la misma jurisdicción.
Además, el hombre tenía un radio-teléfono, hecho que, según las autoridades, “pareció sospechoso”. Con este, el individuo habría detonado los dos artefactos explosivos.
Según miembros de la Unidad Antiexplosivos de la Policía, el terrorista habría dejado los dos paquetes con explosivos desde la noche anterior en dos puntos del pequeño espacio donde todos los días formaban los policías.
Bellón Galindo fue trasladado hasta las instalaciones de la Unidad de Reacción Inmediata de la Fiscalía, URI, en el centro de la ciudad. Para hoy están previstas las audiencias preliminares en su contra en el Centro de Servicios Judiciales.
Por segunda vez en la ciudad esta semana, el fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez, precisó sobre el detenido que no tenía “arraigo” en la capital del Atlántico.
La Fiscalía, precisó el jefe del ente investigador, le imputará cinco homicidios agravados en concurso con 38 homicidios en tentativa, terrorismo agravado y uso de explosivos.
“Se trataría de gente foránea que ha querido perpetrar una actividad terrorista para generar zozobra en la ciudad, en esta época de precarnaval”, aseguró Martínez Neira.
El general Mariano Botero Coy, comandante de la institución, también mencionó ayer en rueda de prensa que se estudiaban varias hipótesis sobre el atentado, pero había una que tomaba mayor importancia y que estaba relacionada con las recientes capturas que habían afectado la operación de la banda criminal ‘Los Papalópez’. El grupo delictivo tiene injerencia en los barrios La Chinita, La Luz y Rebolo, todos pertenecientes a la localidad Suroriente y los cuales son vigilados, precisamente, por los uniformados de la estación San José.
Incluso el comandante se atrevió a mencionar el nombre de un cabecilla de esta bandola, capturado recientemente en El Carmen de Bolívar. “Habbib Gutiérrez Silvera, alias Happy, es señalado como uno de los sicarios de Los Papalópez y fue capturado recientemente. Podría tratarse de una retaliación de la banda”.
Ayer también relacionaron el atentado con una presunta venganza al enfrentamiento del barrio Rebolo que dejó a un policía de la Sijín muerto y un delincuente abatido.
Días atrás, la Policía indicó que los responsables de este ataque armado contra la institución eran integrantes de la banda delincuencial ‘Los Costeños’ por cuyo cabecilla, alias Steven, se ofrecía una recompensa de 5 millones de pesos.
El director de la Policía Nacional, general Jorge Hernado Nieto, quien hizo presencia en la ciudad horas después del atentado terrorista, ofreció ayer 50 millones de pesos por información relacionada con el trágico hecho.
“Condenamos enérgicamente este acto de barbarie y pronto daremos con los autores intelectuales y materiales. Toda nuestra solidaridad con las familias de nuestros policías muertos y heridos”, afirmó el general Nieto, quien confirmó que un significativo número de uniformados ya fue dado de alta.
“Agradecemos –agregó- la solidaridad expresada por toda la ciudadanía barranquillera y el resto del país para con su Policía Nacional, y los invitamos a colaborar con cualquier información que nos permita dar el paradero de estos criminales. Con tal fin, ofrecemos una recompensa de hasta 50 millones de pesos”.
Por la noche, el presidente de la República, Juan Manuel Santos, y el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, llegaron a Barranquilla y de inmediato se dirigieron hasta la Clínica Campbell, centro asistencial que recibió a la mayoría de heridos. Ambos hicieron un recorrido y saludaron a los policías que estaban con mejor estado de salud.
Luego, el mandatario de los colombianos expresó a los medios locales su dolor por despedir uniformados. “Condolencias a las familias de estos héroes. A los heridos, que visité en la clínica, mis deseos de una pronta recuperación y toda la gratitud por servir a la patria”.
Anotó además que “los barranquilleros pueden estar tranquilos de que no nos vamos a dejar de los criminales, he dado la orden de que 1.500 uniformados de la Policía lleguen a la ciudad para combatirlos. Adelantamos unos días su arribo, que estaba previsto para Carnaval”.
El presidente Santos tampoco descartó las hipótesis de que los autores del atentado tengan relación con una célula urbana del ELN.
