‘Carritos’ y ‘cachorros’, los últimos eslabones en la cadena criminal local

No hay un juramento a la bandera, pero cada vez que son llamados se convierten en ‘soldados’ dispuestos a cualquier misión. No son enfrentamientos para proteger los valores y una Nación, más bien son disputas por el control de un territorio que elevará su estatus y rentas en el mundo de la criminalidad y el hampa en el departamento del Atlántico.

En las líneas de mando de las estructuras criminales que operan en Barranquilla y su área metropolitana aparecen en el nivel jerárquico más bajo los jóvenes usados para cometer atentados criminales y cobrar extorsiones, los denominados ‘cachorros’ y ‘carritos’, aquellos que están dispuestos a hacer todo lo ordenado por 'unos cuantos pesos'.

'Cachorro le llaman a todos aquellos que están bajo su línea de mando. Usualmente se les llama también a los más jóvenes que se encargan de cobrar las extorsiones o los mismos sicarios. Estos son subalternos, no hay rango bajo, todos lo son. Si alguien trabaja para mí ya es un cachorro', explicó un investigador del Gaula, en diálogo con EL HERALDO.

Por su parte, manifestó que ‘carritos’ son aquellos sicarios que son 'carros locos'; es decir, 'va pa’ delante con lo que sea. No hay actividad delictiva que no puedan cometer. La orden está, y ellos la cumplirán'.

Entre la jerga que utilizan los ‘viejos’, como los 'empleados' llaman a los jefes de las estructuras, para dar las órdenes usan palabras como 'partir', cuando se refieren a matar; libreta, cuando se refieren a una libra de droga; o también cilantro o roca cuando se refieren al carro que los transporta o que transportará alguna mercancía; manzana, cuando se refieren a lanzar una granada, todo esto con el fin de cifrar las llamadas entre ellos.

Es de anotar que cada máximo actor delincuencial tiene sus jefes de zona, lo equiparable a un comandante de distrito en la Policía. Estas personas son las que les rinden cuentas por toda la actividad delictiva que ellos realicen en el sector; este, a su vez, tiene bajo sus órdenes a sus propios ‘cachorros’, quienes están encargados de obedecerle directamente a él, y en simultáneo cumplir lo que ordena su jefe.

'Alias Castor tiene un jefe de zona en Soledad, que es el que responde por todos los barrios de la jurisdicción, mientras que en Malambo tiene otro, que hace lo mismo en los barrios y en las villas e invasiones que existen allá', detalló la fuente.

Casos en los que aquellos pequeños ‘cachorros’ se convierten en reyes de la criminalidad existen muchos; por ejemplo, Digno Palomino y Jorge Eliécer Díaz Collazos, quienes estuvieron en las filas de los antiguos ‘Rastrojos’ y decidieron crear su propio emporio ilegal: ‘los Costeños’.

O si nos vamos a hechos más recientes que tienen incidencia en el elevado índice de accionar criminal en el Suroriente de Barranquilla, allí tiene mando Carlos Alberto Ortiz Blanco, alias Cachetes, quien está capturado desde 2020 pero, según la Policía, continúa delinquiendo desde un centro de reclusión. Varios de sus ‘cachorros’ se pusieron en su contra y se fraccionó el control del territorio.

De acuerdo con las investigaciones de la Policía, ‘Cachetes’ tenía un ‘cachorro’ activo desde que fue detenido, llamado Jairo Rafael Saenz Buelvas, alias JJ. Sin embargo, para esa época comenzó el fenómeno de migración venezolana y llegó ‘Tommy Masacre’ a Santa Marta. Allá lo señalaron de asesinar a tres personas y terminó en Barranquilla, también recibiendo órdenes de ‘Cachetes’.

Es aquí cuando entra en acción Otón Alfredo Peralta Estupiñán, alias Otón, quien conoció a ‘Cachetes’ cuando estaban recluidos en ‘la Tramacúa’. Para los investigadores del Gaula, ‘Otón’ tiene un 'don' de envolver y persuadir a los comerciantes al momento de extorsionarlos.

Según la información que poseen las autoridades, ‘Otón’ es un 'oportunista', este puede mandar panfletos a nombre de cualquier estructura criminal, sea ‘Costeños’, ‘Rastrojos-Costeños’, ‘Pepes’, ‘Papalópez’ y hasta Clan del Golfo. Él se le 'mete en el rancho a todos'.

Al parecer, los denominados ‘cachorros’ se le salieron de las manos a Ortiz Blanco, quien se dio cuenta de que debía cambiar su 'marca'. Al momento de cobrar ‘vacunas’, pasó de ser José Guerra a Omar Pérez Mendoza, nombre que aparece en los panfletos que envía a comerciantes y demás víctimas.

El Suroriente es una de las zonas más afectadas; sin embargo, según las investigaciones del Gaula, este y otros delitos se han visto reducidos, debido a los operativos que han realizado y en los que han dado captura a jefes zonales y sus ‘cachorros’: sicarios, expendedores de drogas, extorsionistas y demás.

En una de las últimas operaciones dieron con la captura de 12 supuestos ‘Costeños de Cachetes’, estructura criminal que tiene injerencia en los barrios San Roque, Chiquinquirá, Montes, San José y el sector comercial del Centro de Barranquilla.

Este grupo sería liderado por alias JR, de nombre Alirio Junior Uribe, quien desde el año 2022 cumpliría órdenes de ‘Cachetes’, el cual, al parecer, coordina y ordena las diferentes extorsiones a los grandes y pequeños comerciantes del sector y sumado a esto tendría una venta de estupefacientes en la calle 34 con carrera 36.

Las autoridades tienen evidencias de la planeación y la ejecución de extorsiones; amenazas de muerte por llamadas; así como el lanzamiento de panfletos; homicidios selectivos; otros realizados de manera aleatoria para generar terrorismo (como sería el caso de Villanueva); el tráfico de estupefacientes, y el uso de pistolas, revólveres, granadas, fusiles, así como la función que cada uno de los integrantes desarrolla en acciones delictivas.

Otro de los golpes que dieron las autoridades se dio luego de que una investigación del Gaula permitiera que la Fiscalía emitiera órdenes de allanamiento y registro a inmuebles del Suroriente de Barranquilla, las cuales, al ser ejecutadas, permitieron el hallazgo de una pistola, una granada de aturdimiento tipo sting ball y panfletos intimidatorios alusivos a ‘los Costeños’.

Allí fue capturado por los delitos de porte ilegal de armas, extorsión y terrorismo Jean Pier De la Hoz Ferrer, quien haría parte del grupo delictivo. De acuerdo con la investigación pudieron establecer que, presuntamente, este cachorro es el responsable de lanzar una granada tipo sting ball a una panadería del sector del Centro de Barranquilla el pasado 18 de abril, resultando lesionado un ciudadano.