Por estas fechas, a propósito del Día Internacional de la Mujer, suele rondar por las redes sociales la imagen de una mujer con camisa tipo jean y pañoleta roja mostrando los bíceps con la frase 'We can do it!'.
Pues bien, en Soledad, una mujer de 40 años podría fácilmente reemplazar a la modelo de esta imagen, pues con valentía y tesón demostró que las mujeres son capaces de todo, incluso de enfrentarse a un inescrupuloso ladrón armado.
Se trata de Elis Johana Otero Granadillo, la protagonista del impresionante video registrado por cámaras de seguridad que se ha hecho viral en Barranquilla por la forma en que intenta evitar que un hombre le quite su bicicleta.
'La primera que cayó'. La sorprendente escena de un minuto y 20 segundos ocurrió el pasado martes 3 de febrero en la carrera 22 con calle 29 del barrio La María, en el mencionado municipio, cuando, a las 4:25 de la madrugada, Elis Johana salía de su casa a comprar víveres en el mercado.
'Como me quedé sin trabajo, yo vendo almuerzos aquí en la casa. Ese día salí como a las 4:20 de mi casa para hacer el mercado de los almuerzos. Ese tipo estaba ruleteando y yo fui la primera que cayó', relató Elis a EL HERALDO recordando lo que ocurrió ese día, mientras veía el video por el que tantas veces la han llamado 'berraca'.
Contó también que cuando salió de su casa lo hizo en la bicicleta que le habían traído de Estados Unidos hace casi un año y siguió la ruta de siempre, no contando con que a dos calles de su casa terminaría en una lucha cuerpo a cuerpo con un antisocial.
'Cuando voy casi llegando a la 19, me sale de repente un muchacho diciéndome que me detenga, que pare. A mí me pareció algo extraño porque yo no lo conocía, entonces traté de devolverme, pero el muchacho corre y me orilla y enseguida me saca el punzón, un destornillador', narró.
En el video se puede ver que el hombre cruza unas palabras con ella mientras que con una mano agarra la bicicleta de Elis y con la otra sostiene el arma. Ella, sin bajarse de su bicicleta, lo intenta empujar, pero el ladrón rápidamente se abalanza y la hiere en el costado izquierdo del cuerpo.
En cuestión de segundos, la mujer se baja de su bicicleta y empuja al delincuente, quien sin escrúpulos sigue puyándola. En una reacción extrema para proteger su vida, Elis lo agarra del suéter y lo acerca a su cuerpo, pero se tropieza con la bicicleta y terminan ambos dando vueltas hasta la mitad de la calle.
'Ahí es cuando empezamos a forcejear y forcejear, pero él en ningún momento dudó en darme las punzadas y me hirió varias veces –dijo Elis señalando las seis heridas en sus brazos y torso–. Yo me atreví a pelear porque vi que no tenía ni cuchillo ni revólver, tenía era un destornillador'.
Ella, sin dudarlo, le aplica una maniobra digna de los cuadriláteros de combate de la WWE y termina arrodillada inmovilizando al ladrón con una llave al cuello. Este se logra zafar y se lanza sobre ella para propinarle otra herida, pero Elis lo apretaba con las piernas y le daba golpes en el torso y el rostro.
'Esa llave me salió de la nada, porque yo intentaba era quitarle el destornillador para que no me siguiera dando', confesó Elis.
En el video se puede ver que el hombre se levanta y le da una patada a la mujer para estirarse, agarrar la bicicleta y huir, pero ella reacciona y le hala el vehículo agarrándolo por la llanta trasera y subiéndose rápidamente en él mientras el ladrón huye.
'Yo empecé a decirle a la gente que estaba en la ventana de la casa que salieran porque el lo que tenía era un destornillador. Cuando el muchacho escucha sale corriendo, pero como nadie sale a ayudarme, ahí es cuando él se devuelve por la bicicleta y me agrede más', aseguró.
Es allí cuando, en un nuevo intento, el ladrón vuelve a abordarla y la golpea una vez más. Elis Johana, notablemente cansada y adolorida, resignada por la soledad de la calle y la falta de ayuda, deja de luchar por su bicicleta.
El ladrón, además de llevarse el vehículo de transporte de Elis, se llevó $219.000 que ella llevaba en la mochila, con los cuales compraría lo necesario para su negocio.
'Ahorita quedé sin nada, no tengo medios para seguir preparando los almuerzos, pero gracias a Dios estoy con vida', concluyó.
Los vecinos. Régulo Pacheco, el dueño de la casa frente a la que ocurrió el impresionante atraco, aseguró a EL HERALDO que intentó ayudar a Elis Johana, pero el temor de su esposa e hija no se lo permitieron.
Esa madrugada, según contó, él y su familia se despertaron a las 3:00 para hacer una oración y, una hora y media más tarde, escucharon los gritos de la mujer.
'Ella estaba gritando duro ‘¡Auxilio, ay, ayúdenme!’ y vemos cuando el tipo viene corriendo y la coge ahí, pero esa mujer fue brava, tremenda, porque maromeó con él ahí. Yo intenté salir, pero como está la inseguridad aquí, uno se mete solo y termina peor', explicó Pacheco.
Según dijo, lo que hizo entonces fue sacar un machete y golpearlo contra la reja para espantar al ladrón, mientras otros vecinos del barrio también veían la escena. Esto, aunque ahuyentó al asaltante por un momento, no fue suficiente.
'Cuando mi hijo y yo quisimos salir, el tipo se le había llevado la bicicleta y en la otra esquina se encontró con otros dos. Ahí ayudamos a la muchacha con las heridas, ella nos agradeció y menos mal que estaba bien', destacó el testigo.
Asimismo, aprovechó el momento para pedir a las autoridades mayor presencia en el sector pues, según ha podido notar, los robos son constantes porque la calle es sola y no hay ningún reductor de velocidad. De hecho, afirmó que en lo que va del año frente a su casa han ocurrido más de siete atracos y en algunos de ellos sus familiares han sido las víctimas.
Por su parte, Elis Johana se dirigió a un centro médico para que le curaran las heridas y le recetaran medicamentos que evitaran alguna infección. Ahora, según dijo a este medio, planea instaurar una denuncia formal con el objetivo de que el inescrupuloso ladrón sea capturado.
Mientras tanto, buscará 'cualquier cosa' para conseguir la inversión que necesita para volver a preparar los almuerzos que vende y cuyos ingresos la sostienen a ella y a su hijo.