Compartir:

Una asonada registrada la noche del domingo en Luruaco, Atlántico, dejó a un adolescente muerto de un tiro en el pecho y a otras dos personas lesionadas, además de daños en las sedes de varias instituciones, entre estas la Alcaldía.

Por esto, la administración municipal decretó ayer el toque de queda para menores de edad, en medio de un consejo de seguridad extraordinario.

Donaldo Guerrero Argüello, mandatario (e) de Luruaco detalló que la medida regirá por dos semanas entre las 9 de la noche y las 5 de la mañana para evitar que se vuelvan a presentar estos hechos. La idea con la medida, según el funcionario encargado, es que los padres de familia tengan más control sobre sus hijos y no les permitan estar en la calle hasta altas horas de la noche.

También se tomó la decisión de cerrar algunos establecimientos públicos ubicados alrededor de la plaza municipal, uno de ellos es El Papillón, ubicado a pocos metros de la Alcaldía.

'Estos lugares generan brotes de violencia, por lo que se tomarán los correctivos del caso. Hasta ahora no tenemos un estimado de las pérdidas económica que dejaron los desmanes que causaron desadaptados'.

La muerte de Nicolás Javier Gutiérrez Ángulo, de 13 años, es materia de investigación pues no ha sido establecida la procedencia del disparo, aunque sus familiares señalan a la Policía. Guerrero Argüello indicó que las autoridades tendrán que determinar de dónde salió el proyectil que acabó con su vida.

El origen del caos

El coronel Joaquín Buitrago, comandante de la Policía del Atlántico, se trasladó ayer a Luruaco para ponerse al frente de la situación.

Sobre los hechos el oficial informó que hacia las 9:40 de la noche recibieron una llamada de la comunidad en la que les informaban que en el sector de la plaza unos jóvenes atracaban a todas las personas que pasaban por el lugar.

La patrulla del cuadrante llegó al lugar y, al intentar requisar a dos jóvenes, estos se opusieron y fueron apoyados por otras personas que salieron de un billar y otros estaderos.

'Estas personas la emprendieron contra los policías que pidieron refuerzos. Después se produjo un intercambio de disparos donde resultó lesionado un menor de edad que estaba en el sitio y que posteriormente fallece en el hospital local'.

A raíz del deceso del menor de edad, aseguró el coronel Buitrago, se produjo un 'desbordamiento' de los jóvenes y posterior enfrentamiento con los uniformados que dejó dos personas más heridas, entre ellas Brayan de Jesús Suárez Sandoval, de 20 años, quien es sordo y además presenta problemas para caminar. El joven fue impactado por un proyectil en un glúteo.

'Por transparencia, el CTI de la Fiscalía inició una investigación para determinar qué sucedió realmente y saber de dónde salió el proyectil que acabó con la vida del menor de 13 años', señaló el coronel Joaquín Buitrago.

Los manifestantes la emprendieron también contra la Alcaldía Municipal a la que le partieron todos los vidrios. Igual ocurrió con la sede del Banco Agrario, el punto Vive Digital y la estación de Policía que está en construcción.

Fotos archivo EL HERALDO

Los vidrios de Punto Vive Digital tampoco escaparon del los ataques con piedras y palos.

Los cajeros del Banco Agrario y Bancolombia también fueron blanco de la turba que intentó saquearlos, pero la Policía se los impidió.

Fotos archivo EL HERALDO

El cajero electrónico del Banco Agrario resultó averiado por los golpes con piedra y palos que recibió.

Para el comandante de la Policía del Atlántico, 'desafortunadamente' los fines de semana llegan a Luruaco jóvenes procedentes de Bolívar que alteran el orden público en el municipio.

'Hemos hablado con el alcalde para que dejen de expedir tantos permisos para bailes y picós que lo único que hacen es promocionar consumo de alcohol y drogas entre los jóvenes, lo que deriva en riñas y hechos violentos'.

Por los hechos la Policía del Atlántico informó que no hay personas capturadas.

Residentes de Luruaco dijeron que lo vivido la noche del domingo generó caos entre la comunidad luruaquera.

Humberto Correa Yepes, habitante del municipio, indicó que en Luruaco siempre ha existido la 'animadversión contra la Policía'. Según dijo, siempre que van a capturar a una persona, los habitantes lo defienden.

En su concepto, se necesita que la administración municipal invierta más en la formación de la gente. 'Necesitamos darle oportunidad a los jóvenes, estudios universitarios, empleo, deporte, hay que rescatar a la juventud y que los padres de familia les den buenos valores, que impongan el orden en sus casas'.

Según el residente, hay jóvenes de 13 y 14 años que ya están consumiendo alcohol y drogas.

No tenía nada que ver. Yuleidys Angulo Melgarejo, madre de Nicolás Javier Gutiérrez Angulo, aseguró que su hijo era ajeno a los hechos que se estaban presentando en la plaza del municipio.

El adolescente se encontraba en el parque, revisando su celular, cuando quedó en medio de la pelea que protagonizaban los policías con otros jóvenes del sector, de acuerdo con su versión.

'Los policías venían disparando y tirando piedras, mi hijo estaba en el parque chateando y un policía le dio un tiro en el pecho. El niño trató de correr pero dio dos pasos y se desplomó. No sé por qué ese policía me le hizo eso a mi hijo', agregó llorando.

Gutiérrez Angulo era el mayor de tres hermanos, cursaba quinto de primaria en un colegio, en Soledad, y vivía con sus padres en la calle 17 con carrera 18, del barrio Once de Noviembre, en la misma población.

El gobernador del Atlántico José Antonio Segebre se mostró muy preocupado por lo sucedido en Luruaco y lamentó al mismo tiempo la muerte del menor de edad.

Fotos archivo EL HERALDO

La sede del Banco Agrario también fue blanco de la turba.

'Estamos clarificando los hechos -dijo el mandatario-, ya hay unas investigaciones que se están realizando contra los ciudadanos y los policías que se vieron involucrados en los desmanes. Mañana (hoy) voy a ir al municipio donde estaré unos tres días ya que me preocupa mucho la situación de orden público que se presenta allí'.

Pelea entre pandillas

El 18 de noviembre de 2014 un enfrentamiento entre miembros de las pandillas ‘los Barriguitas’ y ‘los Plásticos’ dejó a siete personas heridas, una de las cuales falleció días después debido a la gravedad de las heridas que sufrió. La riña entre los dos grupos siguió hasta el hospital del municipio donde uno de los heridos fue atacado con cuchillo cuando era atendido por el personal médico. Según la Policía del Atlántico, el enfrentamiento se produjo por la disputan que sostenían los bandos por el control del microtráfico en el barrio El Progreso, de la población atlanticense.