Yoga, una disciplina india que se toma los parques barranquilleros
Desde el Bulevar Buenavista hasta el Gran Malecón hacen parte de una “ruta” que afirma incentivar a más barranquilleros a practicar estilos de vida saludable.
La práctica del yoga, esa milenaria disciplina física y mental india, ya no solo se da en establecimientos especializados, ahora en algunos parques de la ciudad grupos de aficionados se reúnen los fines de semana en las mañanas o en las tardes para adentrarse en este estilo de vida, considerado por sus practicantes como sano.
El Bulevar de Buenavista, el parque La Electrificadora, el Sagrado Corazón o el Gran Malecón se han convertido en espacios atractivos para aquellos que por medio de las asanas (posturas corporales), técnicas de respiración y meditación buscan fortalecer el cuerpo y la mente.
Aníbal Tapias desde hace 10 años practica yoga, explica que hacerlo es sencillo y solo se necesita de actitud. Este ‘yogui’ (término con el que se conoce a los practicantes con experiencia) afirma que ve como muchas personas en la ciudad están volcándose a estilos de vida saludable gracias a las condiciones que ofrecen los parques.
“Es una de esas tendencias que ha cogido auge porque para practicarlo no se necesita la gran cosa, solo la actitud. Últimamente con toda la infraestructura que ofrecen los parques de Barranquilla la gente está saliendo a practicar actividades al aire libre”.
Al llegar a una sesión de yoga en un parque nos podemos encontrar con grupos de entre 20 y 30 personas dispuestos a hacer las posiciones que sus instructores les indiquen. Todo empieza con la postura de meditación, esa en la que el individuo se sienta con las piernas entrelazadas y las manos apoyadas sobre estas, pose también conocida como ‘birmana’. Tenga en cuenta hacer bien esta posición si quiere practicar yoga porque en caso de no hacerlo en 10 minutos terminará con dolor de espaldas y sin más ganas de seguir la práctica.
Al tiempo que se están en esta posición las personas que se encontraban en el parque empezaban a inhalar y exhalar de manera calmada. Al preguntarle a Darling Melo, la instructora a cargo de este grupo de practicantes, por lo que estaban haciendo en ese momento, nos explicó que estaban preaprándose para “hacer conexión con el momento presente”.
Con este abrebocas empieza la preparación para la etapa de asanas. Los asistentes posteriormente empiezaron con una ronda conocida como saludos al sol, que se trata de una secuencia de doce posturas que se hacen, según la instructora, para preparar el cuerpo como forma de calentamiento para entrar en el trabajo de colocaciones individuales.
Luego de practicar todas las posturas se vuelve a una posición de relajación con el fin de que el cuerpo retorne a un estado tranquilo, según Melo.
Antes de finalizar la sección se abre un espacio para la sonoroterapia, en él hacen sonar un cuenco tibetano. “Este sonido nos ayuda a equilibrar toda nuestra energía”. Al terminar esa fase empieza la de aromaterapia con aceites esenciales. En el caso de este grupo utilizan uno de lavanda que “ayuda a estimular el sistema nervioso para la relajación”, con este último paso culmina la sección de yoga en el parque.
Formación de grupos. Aníbal Tapias explica que hace poco más de un año se empezaron a reunir grupos en diferentes parques de la ciudad para practicar yoga. Lo hacían personas de todo tipo, desde principiantes hasta avanzados, y al lograr identificarse se fue creando una red de practicantes que semana tras semana va en crecimiento.
Otros lugares. El Parque de los Fundadores también hace parte de este movimiento autodenominado ‘La ruta del yoga’. Estos aficionados pueden organizar una jornada ya sea en la mañana o en la tarde dependiendo de la disponibilidad de la mayoría de los practicantes.
Cabe resaltar que en la ciudad ya existen varias células y son cada vez más las personas interesadas en vincularse a alguna con el fin de darle ese giro “alternativo” a su estilo de vida y darle una “posición de equilibrio” a su cuerpo y a su mente.
