Después de cuatro años de relación, la sanandresana Keisha Pusey terminó con la persona con quien pensó que estaría toda su vida. Aunque fue una decisión que la afectó mucho, trató de sobrellevar la situación saliendo con sus amigas, dedicando más tiempo al estudio y al ejercicio, su hobbie. Afirma que el proceso de recuperación, que al principio no fue fácil, fue de aproximadamente dos meses y medio.
Un estudio sobre el impacto emocional y físico durante la ruptura amorosa, realizado por la Universidad de Binghamton de Nueva York y el University College de Londres, publicado en la revista Evolutionary Behavioural Sciences, concluyó que las mujeres sienten más dolor que los hombres, pero también una capacidad de recuperación mucho mayor. Además, esta experiencia les permite volverse emocionalmente más fuertes.
Por su parte, los hombres al principio de la separación sufren menos. Sin embargo, tienden a no recuperarse totalmente.
Para llevar a cabo este trabajo, los investigadores encuestaron a más de 5.700 personas para conocer sobres los efectos del desamor.
Para comprender este comportamiento en mujeres y hombres, EL HERALDO consultó con expertos, quienes aseguran que las explicaciones tienen que ver con las grandes diferencias que existen entre el cerebro masculino y femenino y sus formas de apegarse.
La neuropsicóloga Nury Lugo explica que el enamoramiento es un proceso transitorio que hace que se le coloquen a la otra persona cualidades que no tiene, y por esto se le empieza a ver de manera idealizada.
Lugo, quien es miembro del Colegio Colombiano de Psicólogos, afirma que las áreas del cerebro con las que se enamoran las personas no son las mismas con las que aman. Por lo tanto, cuando el proceso de enamoramiento pasa y se tienen que utilizar las áreas encargadas de 'conservar' el amor, funciona de maneras diferentes tanto en hombres como en mujeres.
'Esto es producto de la liberación de los neurotransmisores encargados del amor que son la serotonina y la dopamina. Estas dos neurohormonas se liberan de manera diferente en hombres y mujeres por el tipo de hormona complementarias que tenemos; en los hombres la testosterona y en las mujeres, los estrógenos', asegura Lugo.
La neuropsicóloga afirma que los estrógenos hacen a las mujeres más sensibles, pero esa condición también permite elaborar o entender progresivamente la pérdida. En cambio, la testosterona hace que la sensación masculina sea más fría, plana o indiferente pero se va volviendo un poco más intensa hacia el futuro.