Un tremendo empujón se llevó un camarógrafo que cubría el partido de Junior contra el Boyacá Chicó que tuvo el lugar el pasado 21 de julio en el estadio Metropolitano de Barranquilla en la segunda jornada de la Liga II.
Apenas comenzaba el minuto 13 cuando el venezolano Henry Plazas, jugador del cuadro ajedrezado, en su afán por querer arrebatarle la pelota a José Enamorado, del onceno barranquillero, no se percató del hombre que se apostaba a un lado de la cancha.
El camarógrafo pese a ver que ambos jugadores se le venían encima no se inmutó y continuaba captando la acción del partido en una de las orillas de la pista de atletismo del ‘Metro’.
El número 4 del Boyacá Chicó que no logró robarle la posesión al equipo rival, siguió derecho saliéndose de la banda y terminando empujando con sus manos al hombre de Win Sports que cayó al piso de forma estrepitosa al igual que su cámara.
Plazas no se percató del empujón que había ocasionado, centrado en la amenaza de gol de Enamorado, y continuó su camino buscando evitar un daño del Junior. Por su parte, el asistente de cámara que se encontraba justo al lado con un leve salto logró evitar el golpe.
Tras esto, de inmediato el camarógrafo fue auxiliado por trabajadores de la Cruz Roja Colombiana. El incidente no pasó a mayores.

Resumen del partido
Carlos Bacca anotó el primero a los 34 minutos. Frank Lozano empató parcialmente a los 43. Y Didier Moreno le dio un mínimo de justicia al resultado a los 51.
Junior, como es apenas natural, tomó las riendas del partido y procuró abrir el marcador. José Enamorado, que empezó de titular, aparecía como la alternativa preferida de sus compañeros para penetrar la resistencia ajedrezada.
Los ‘Tiburones’ no afinaban el último pase y la ubicación en la frontera del fuera de lugar. Se presentaron dos acercamientos claros, uno de Bacca que terminó en gol anulado tras pase de Fuentes (que partió en offside), y otro de Chará, que pegó en el palo, en primera instancia, y salvado en la raya, posteriormente. La jugada resultó invalidada por posición adelantada.
Un defecto endémico de Junior, el juego aéreo defensivo, volvió a surgir y Frank Lozano conquistó el 1-1.
La etapa complementaria el equipo creció y pulió sus acciones ofensivas y puso a trabajar al portero Rogerio Caicedo.
Bacca tuvo el segundo en un taquito que resultó fallido y Didier en un mano a mano que desperdició antes de que un testarazo suyo por fin rompiera la resistencia del Chicó otra vez. Un 2-1 meritorio.
Chicó no metió miedo en el arco de Jefferson Martínez y el triunfo se selló sin sustos. Tres puntos y buen juego. Los ‘Tiburones’ se pellizcaron.





















