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La bandera a media asta en la Alcaldía de San Marcos es desde el pasado lunes por la tarde el único signo visible de luto por la muerte de Bertha Tulia Piña Arrieta.

Las bandas no han parado de sonar para homenajear a quien es considerada la más grande bailadora de porro, fandango y otros ritmos del Caribe, después de María Barilla y Pola Becté. Con la diferencia de que a ella la vida le dio más chance para encarnar la grandeza del folclor en el inigualable movimiento de sus caderas.

El cuerpo de La matrona de San Marcos, como era conocida por encabezar la dinastía de músicos de apellido Piña, fue sepultado ayer en la mañana en el cementerio de la capital del San Jorge Sucreño en medio de un esperado bullicio que tenía como único fin agradecerle por sus 103 años de puro sabor.

Horas antes la célebre bailadora fue velada en cámara ardiente en la Casa de la Cultura de San Marcos, donde concurrieron niños, jóvenes y adultos que la vieron partir de este mundo ataviada con un brillante corpiño rojo y una vistosa pollera en la que dominaba el blanco.

El alcalde Bladimir Sierra decretó tres días de duelo y exaltó su vida como un paradigma a seguir por parte de las nuevas generaciones. Su sobrino Carlos Piña, el más famoso de la dinastía, recordó a su tía como una mujer alegre, importante para la familia, que estará siempre en la memoria de todos. Elvira, hija de Bertha, y cantante de música católica, agradeció las condolencias recibidas.

Los piña le han puesto sabor

No es exagerado decir que la familia Piña, desde Francisco Piña, músico, y Cristina Arrieta, organizadora de la tuna de San Marcos, ambos padres de Bertha, llevan 200 años poniéndole sabor a Sucre.

Bertha Tulia Piña Arrieta nació el 3 de abril de 1914 y desde ya se habla de honrar su natalicio con música de banda en su pueblo, San Marcos, donde el río San Jorge secundó sus extenuantes jornadas de baile. Su muerte se produjo a los 103 años.Todos se dedican a la música

Bertha Piña era madre de Elvira, quien cantaba música tropical y desde hace dos décadas canta música católica. Era hermana de Alfonso y Jorge, clarinetistas; y tía del cantante Juan Piña, de Juan De la Cruz, trompetista; y de Carlos, saxofonista.

Se fue la última contemporánea

La muerte de Bertha Piña es, según el periodista e historiador Julio César Pereira, la de la última gran bailadora de las sabanas de Córdoba y Sucre, que fue contemporánea con la orense María Barilla y la sucreña Pola Becté.

Los tesoros de Bertha Tulia Piña Arrieta, quien murió a los 103 años, están a la vista del público en la Casa de la Cultura de San Marcos.

Blusas, corpiños, polleras, aretes, candongas, collares, pulseras, zapatillas, flores, trofeos, óleos, cerámicas y hasta su reloj preferido fueron expuestos en la velación en cámara ardiente de Bertha Piña. Todos estos objetos, extravagantes y únicos como su talento para el baile. Una mecedora también formó parte de la muestra de quien nació para bailar.