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A lo largo de la Vía La Cordialidad, pequeñas frutillas verdes, rojas y amarillas adornan árboles desnudos que perdieron sus hojas durante la época de cosecha. Ese avistamiento le anuncia al viajero que viene por carretera que está próximo a llegar al corregimiento de Campeche, donde la ciruela es su ‘oro verde’.

Esta fruta, un verdadero manjar del Caribe, es uno de los grandes motores económicos de los campechanos. La utilidad que sus habitantes le han dado a este producto parido por su suelo tropical hace que se geste alrededor suyo todo un movimiento sociocultural que integra no solo a Campeche, sino a todo el Atlántico.

Con tres décadas, el festival de la ciruela sigue siendo un punto de convergencia de sabores, creatividad e inventiva de todo un pueblo que busca encumbrar sus manifestaciones culturales y la riqueza de sus tradiciones y costumbres. A continuación, cinco historias con sabor a ciruela.

Una amalgama de productos para que nada se desperdicie

Pudines, vinos, salsas para carnes, dulces y mermeladas, entre otros productos, son algunos de los usos que Denis Hernández les da a las ciruelas que cultiva en su parcela junto con su esposo. Con el fruto que obtiene de 30 árboles en temporada de cosecha logra sustentar sus gastos familiares de todo el año. Su microempresa se llama LyD, que significa Ledys y Denis, nombre de ella y de su hermana coequipera, con la que se asoció hace más de 20 años. 'Con la capacitación que hicimos con el Sena para manipular los alimentos aprendimos a aprovechar totalmente la fruta, que antes se desperdiciaba, se dañaba y se perdía.

Ahora, literalmente sabemos sacarle todo el jugo', manifestó Denis Hernández mientras preparaba la mezcla de sus pudines y el aire con aroma a torta recién horneada invadía su cocina.

El dulce sabor de la fiesta

Hermes Salazar, de 66 años, deshuesa la ciruela para ponerlas a cocinar con azúcar, creando deliciosos postres. Ciruelas rellenas de arequipe, tortas, dulces y batidos son algunos de los manjares que este hombre y su esposa preparan en su casa.

'Esta fruta es demasiado valiosa para nosotros, es la base de la economía de nuestro corregimiento, y por eso debemos sacarle el máximo provecho y exigir que se haga visible nuestro festival', expresó.

Para Hermes es necesario que existan nuevos planes municipales que fortalezcan el Festival de la Ciruela porque, en sus palabras, está 'estancado'. 'Nuestro municipio debería ser turístico por la larga trayectoria de este evento y su importancia cultural. Lastimosamente, todavía no exportamos nuestros productos, ni tampoco los vendemos en las supertiendas, necesitamos más apoyo y una correcta orientación para hacerlo, y así rentabilizar este maravilloso fruto'.

Las almojábanas de Cele no se pierden el Festival

La cuota de Celedonia Escobar no puede faltar en ningún lugar de Campeche, y es que no se visita este corregimiento sin pasar por La Gran Parada, un puesto sobre la carretera en el que los conductores hacen fila para degustar en el camino con la receta de ‘Doña Cele’. Almojábanas, cocadas, panes de queso, diabolines, rosquitas y pan de yuca hacen parte de esos afamados aperitivos campecheros infaltables a la hora de pasar por la Troncal del Caribe.

‘Doña Cele’, de 84 años, lleva 55 de ellos elaborando la receta de sus padres, herencia ancestral que ha dejado también como legado a sus hijos. En su fábrica se preparan gran parte de las almojábanas que se distribuyen en diferentes departamentos de la Región Caribe, y es que para ella este producto es toda una insignia del corregimiento y uno de sus más grandes orgullos. 'Durante la temporada del festival aumentamos la producción, para esta época existe una poderosa excusa para visitar Campeche'.

Sacándole el jugo a la fruta con las Alarcón

‘Las Manas’, así se conoce por las calles de Campeche a las populares hermanas Alarcón, espontáneas y carismáticas mujeres que durante las festividades preparan platos típicos del Caribe para el disfrute de los visitantes. Disley, María Cecilia, Najir y Aracelis alistan el sancocho de gallina, mondongo, arroz con coco, carne asada, gallina guisada y chivo con yuca para las fiestas. Sin embargo, no puede faltar el protagonista de la jornada: el jugo de ciruela. A tan solo 1.000 pesos el vaso, este jugo es el más apetecido de Campeche durante la celebración. 'Queremos que vengan y disfruten nuestros productos, conozcan y prueben las deliciosas comidas que tenemos', dijo Disley mientras mezclaba la pulpa del jugo en la licuadora para preparar este delicioso elixir, hijo de la ciruela. 'Todo es derivado de esta fruta que es muy sabrosa y sobre todo que es nuestra principal fuente de trabajo', señaló.

Belleza que realza el amor por la cultura

Wendys Bolívar caminaba con una cálida y agradable sonrisa por las calles de Campeche. Las miradas se desviaban curiosas para observar de cerca a una despampanante morena de risa pícara y actitud alegre que invitaba a sus coterráneos a gozarse la fiesta de la ciruela. Se trataba nada más y nada menos que de la reina de la versión número 30 del Festival declarado este año Patrimonio Cultural, Inmaterial y Gastronómico municipal. 'En esta edición tendremos muchas sorpresas, entre ellas el reinado intermunicipal, pruebas de talento y desfiles en traje artesanal, entre otros ‘shows’ al aire libre', contó la soberana.

Representantes de municipios como Polonuevo, Malambo, Soledad, Baranoa y Sabanalarga conformarán el evento que se llevará a cabo del 16 al 19 de marzo con la presencia musical de ‘El Churo’ Díaz y otros artistas por confirmar. 'Las fiestas son del pueblo, tienen calor de gente y por esa razón son tan especiales y enriquecen al municipio', agregó la bella estudiante de Comunicación Social, de 25 años.