Cuatro jóvenes –dos en el violín, uno en el chelo y otra en la viola– que no sobrepasan los 25 años, son por estos días los intérpretes más aclamados del Festival Internacional de Música de Cartagena.
El Schumann Quartett, y toda su destreza para saltar entre las obras de Beethoven, Mozart y Haydn, no solo se ha robado lluvia de aplausos en cada una de sus presentaciones en el festival, sino también la admiración de críticos y conocedores de este género que los proyectan como grandes figuras de la música de cuerdas.
Casi sin mirarse, y con un toque de timidez que aflora en sus rostros jóvenes, los hermanos Mark, Erik y Jen Schumann, mantienen al público 'anestesiado' mientras las cuerdas de sus instrumentos viajan entre el siglo XVIII y XIX. A su lado, y con una elegancia, que parece guiar el ritmo de las obras, el violín de Liisa Randalau, hace lo propio para seguir cautivando fieles escuchas.
Según la reseña biográfica entregada por el festival, 'el Schumann Quartett ha alcanzado una etapa donde todo es posible porque ha logrado deshacerse de la certeza'. La historia musical de este cuarteto de cuerdas que obtuvo el primer lugar en el prestigioso Concours de Bordeaux y es considerado uno de los más virtuosos del mundo, se inició con el deseo de los hermanos Schumann de tocar juntos desde muy temprana edad.
En Cartagena el aplaudido cuarteto ya descrestó en dos oportunidades al público de la Serie Oro de la capilla del Hotel Santa Clara, y al de la imponente y concurrida Plaza San Pedro este fin de semana.
'Son artistas muy versátiles. Yo los vi haciendo los tres compositores: Beethoven, Mozart y Haydn, y eso es algo realmente sorprendente porque cada uno de estos compositores son un mundo aparte. Supieron captar perfectamente a cada autor y cada época', dijo en diálogo con El Heraldo, el periodista y experto en temas musicales, Juan Carlos Garay.
El periodista, quien fue además el encargado de la presentación del último concierto de los jóvenes en Cartagena, explicó por qué hoy día los cuartetos ocupan un lugar tan importante en el universo de la música.
'Goethe afirmaba que los cuartetos son como escuchar una conversación inteligente entre cuatro personas. Los cuatro sonidos se van balanceando a medida que avanza la obra, y eso se lo debemos a Haydn, quien es considerado el padre del cuarteto de cuerdas al establecer la su estructura definitiva, y que no existe jerarquías entre el violín, el violonchelo y la viola', describió Garay.
El Festival Internacional de Música avanza en su cita anual en Cartagena, con presentaciones cada día desde las 11:00 de la mañana. El Teatro Adolfo Mejía, la Plaza San Pedro, el Centro de Convenciones, y diferentes puntos de la ciudad seguirán recibiendo hasta el próximo sábado a los más de 100 artistas de todo el mundo que este año rinden homenaje a los llamados maestros clásicos.





















