El ministro de Hacienda de Colombia, Germán Ávila, presentó este lunes al Congreso el nuevo proyecto de reforma tributaria, tercera del actual Gobierno, con el que aspira a recaudar 26,3 billones de pesos y garantizar “la estabilidad de las finanzas” del país.
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Ávila dijo en la presentación del proyecto de ley que espera que sea discutido en paralelo con el Presupuesto General de la Nación de 2026, que incluye el dinero de la reforma tributaria, llamada ‘Ley de Financiamiento’ por la administración del presidente Gustavo Petro, criticada por su elevado nivel de gasto y un déficit fiscal superior al 7 % del PIB.
“Esperamos que haya un debate serio, responsable, en el cual se escuchen las opiniones de los diferentes actores sociales, políticos, gremiales y económicos del país”, agregó el ministro.
En julio pasado, Ávila presentó al Congreso el proyecto de Presupuesto General de la Nación para 2026 por un total de 556,9 billones de pesos (unos 138.000 millones de dólares).
Aumento de impuestos
El proyecto de reforma tributaria prevé el cobro del IVA del 19 % a los juegos de azar, plataformas digitales e iglesias.
También propone eliminar la exención del IVA de la que gozan los turistas extranjeros en gastos de hospedaje, aunque estas personas podrán recuperarlo cuando vayan a abandonar el país.
Además, se “incrementará el IVA, que está actualmente en el 5 %, al 19 % para los vehículos híbridos” pues “en su momento se creó este beneficio tributario con la idea de estimular el proceso de transición a los vehículos eléctricos”, añadió Ávila.
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La reforma también estipula que se incremente del 5 al 19 % el IVA para el vino, el aguardiente y el ron, así como para el whisky, brandy, vodka y sus concentrados.
El área de entretenimiento también fue incluida en el proyecto de reforma, que establece el cobro del impuesto del 19 % a las boletas para conciertos y eventos deportivos cuyo coste supere los 500.000 pesos (unos 125 dólares).
El proyecto de ley contempla además el incremento del IVA que se cobra a los combustibles fósiles (gasolina y diésel), que pasará del 5 al 10 % a partir del 1 de enero de 2026 y se equiparará con el IVA general, del 19 %, a partir del 1 de enero de 2027.
“Seguimos en la búsqueda de desestimular el consumo de las fuertes de energías sustentadas en los productos fósiles que generan un nivel de contaminación muy alto”, añadió el ministro.
El Gobierno aclaró que ningún alimento de la canasta familiar será gravado con IVA, pero en el proyecto de ley figuran impuestos del 5 % para productos como café, avena, arroz industrial, aceites comestibles, chocolate y pastas, entre otros.
La retención en la fuente también se verá afectada porque, en caso de ser aprobada la reforma, nuevas tablas de tarifas, de hasta el 41 %, empezarán a regir en julio de 2026.
Críticas al proyecto de reforma
El Congreso le aprobó a Petro una reforma tributaria en 2022, meses después de asumir la Presidencia, pero le rechazó otra presentada en 2024.
Según analistas, esta tercera reforma tributaria tiene pocas posibilidades de ser aprobada porque al estar el país a las puertas de un año electoral los congresistas evitarán comprometerse con iniciativas que afecten el bolsillo de los colombianos, al tiempo que critican el elevado gasto público del Gobierno central.
“No hay ambiente político en las comisiones económicas para una nueva reforma tributaria porque el Congreso le dijo al Gobierno de Gustavo Petro que no quería más presupuestos inflados. Hay que bajar el tope del presupuesto, pero el Gobierno no escucha”, dijo el representante Christian Garcés, del partido uribista Centro Democrático (derecha), en la oposición.
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Por su parte, la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia) hizo un llamado al Congreso para que haga “un debate responsable, franco, abierto y participativo, que incorpore las voces y preocupaciones de todos los sectores de la economía y tenga plena conciencia de las implicaciones de las decisiones que se adopten”.
“La solución a la crisis fiscal no puede ser más impuestos a las mismas empresas y ciudadanos. Colombia necesita disciplina del gasto, crecimiento e inversión para sanear las finanzas públicas de manera sostenible”, señaló Amcham.