Diferentes empresas en Barranquilla han adoptado la reducción de la jornada laboral, que ha tenido su curso desde 2023, y que en este año ya se redujo de 47 a 46 horas semanales. En diálogo con EL HERALDO, Luis Nieto, jefe de Gestión Humana y Asuntos Legales de la empresa Litoplas, compañía especializada en la fabricación de empaques para productos alimenticios y otros productos básicos de la canasta familiar, manifestó que esta implementación la vienen desarrollando desde la etapa de la pandemia, lo que ha hecho incluso que estén por debajo de lo establecido en la ley para este año, trabajando así 45 horas y 20 minutos a la semana.
“Con la implementación de esa medida el área operativa pasó de trabajar de 6 días a la semana a trabajar 4 días, es decir que la persona descansa y comparte con su familia 2 días adicionales más en cada semana, trabajando 4 días y descansando 3. Desde que hicimos ese cambio trabajamos 45 horas y 20 minutos a la semana, por debajo de la jornada que hay para este año”, socializó.
En ese sentido, Nieto le dijo a este medio que el objetivo es buscar el bienestar de sus empleados. Aclaró, además, que la empresa está aplicando para todos los trabajadores beneficios de reducción de la jornada laboral. En el caso de los administrativos hay jornadas menos extensas con salidas tempranas los viernes o descansando los sábados.
Luis Nieto aseguró que la reducción de la jornada laboral no ha afectado en nada la productividad de la empresa, ya que, a través de diferentes estrategias corporativas, han logrado un crecimiento sostenible en su producción en este año 2023. “Los empleados han acogido de forma positiva esta medida, y más porque la compañía lo ha venido realizando de forma previa. Eso cae muy bien al empleado y de tal forma enriquece la parte colaborativa. El trabajador comparte más tiempo con su familia, disfrutan más de sus espacios personales y naturalmente están menos tiempo en el trabajo”.
Por su parte, Lorena Esquivel, jefe de relaciones laborales de una empresa farmacéutica en la capital del Atlántico, manifestó que ya había algunas áreas de la compañía que han implementado esta reducción, más allá de la entrada en vigencia de esta ley del Ministerio del Trabajo.
“Ya hay varias áreas que estaban desde antes en el cumplimiento de reducción de la jornada laboral, y con las áreas que no lo estaban, lo que tratamos de hacer desde recursos humanos es escuchar primero al trabajador si querían como opción de ampliarles el tiempo de almuerzo porque necesitan tal vez más tiempo para almorzar, y ese tiempo no se computa con la jornada laboral, o en su defecto llegar más tarde o salir más temprano. Entonces, después de esa escucha que tuvimos con los empleados, la mayoría quiere es descansar, ya sea que se llegue o más tarde o se salga más temprano. Lo que hicimos finalmente fue disminuir una hora a la final de la jornada, es decir, si salían a las 6 de la tarde, ahora salen a las 5. Y los que salían a las 5 de la tarde, ahora salen a las 4, pero la jornada comienza desde temprano. Es lo que se decidió, con el objetivo de que la gente salga más temprano y pueda compartir más tiempo con su familia”, aseguró Lorena Esquivel.
Añadió que esta empresa en Barranquilla ya ha adoptado la reducción a 42 horas en el área operativa, horas que son precisamente las que tendría por ley el país desde el 15 de julio de 2026.
“No hemos tenido ningún impacto negativo en lo que tiene que ver con la productividad. Tanto el sector operativo como el administrativo ha funcionado de la mejor manera”, resaltó la jefe de Relaciones Laborales de esta empresa farmacéutica en Barranquilla.
El contexto
La reducción gradual de la jornada laboral en Colombia, que comenzó desde el 2023, ya tiene una nueva disminución desde el pasado 15 de julio del presente año, pasando de 47 a 46 horas semanales, de acuerdo con lo establecido en la Ley 2101 de 2021.
Posteriormente, en 2025 comenzará una reducción de dos horas anuales hasta llegar (en 2026) a las 42 señaladas por la ley. Aunque esta reducción se encuentra establecida para todos los sectores y empleadores en Colombia y sus efectos se aplican de forma generalizada, existen algunas excepciones.
La puesta en marcha de esta ley y los lineamientos que la integran aplican para los trabajadores que forman parte del sector privado del país. Sin embargo, en cuanto a los servidores públicos, están exentos de esta normativa, a menos que laboren en empresas del Estado y cuyas relaciones laborales se rijan por el Código Sustantivo del Trabajo.
También hay excepciones a esta norma, y es de aquellas labores que sean especialmente insalubres o peligrosas, ya que en este caso el Gobierno nacional puede ordenar la reducción de la jornada laboral de acuerdo con dictámenes al respecto.
Un reto para empleadores
De acuerdo con Vicente Umaña, socio de Posse Herrera Ruiz, la reducción de la jornada laboral, además de ser una obligación legal, es una tendencia global.
“Puede, en cierta medida, ser un reto para los empleadores en términos de organización de sus plantas de personal, turnos y labores concretas, pero resulta, al final, en una posibilidad de balance vida-trabajo más efectiva para los trabajadores”, manifestó Umaña a EL HERALDO.
En ese orden, agregó que el impacto de la reducción de la jornada laboral puede tener efectos positivos en la calidad de vida de los empleados en el largo plazo.
Por su parte, Isabella Gandini, socia de Deloitte Legal, manifestó que para las empresas es un cambio que genera retos tanto financieros como operativos.
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“Por una parte, el empleador debe asumir el mismo salario, en igualdad de condiciones, por menos horas efectivamente laboradas. Esto a corto plazo y mientras mejoran los estándares de productividad, implica sobrecostos laborales, ya sea por la necesidad de contratar más personal o asumir un mayor costo por trabajo suplementario para cumplir con los resultados propuestos”, resaltó Gandini.
Explicó que desde la perspectiva operativa existen otros desafíos, como por ejemplo la necesidad de solicitar ante el Ministerio de Trabajo la autorización para trabajar horas extras, ya sea por primera vez o para incluir nuevos cargos que requieren laborar en horas adicionales, así como la verificación y modificación del cálculo del valor de las horas en los procesos de liquidación de nómina.
A su vez, precisó que para los trabajadores es una buena medida, puesto que contribuye a mejorar su calidad de vida y balancear gradualmente la personal y la laboral, sin ver afectado el salario ni las garantías o los derechos adquiridos.
¿Y la productividad?
Los expertos consultados resaltaron que la productividad no necesariamente está atada a la intensidad horaria en el trabajo, ni a las jornadas.
“Con la reducción y paralelamente trabajando en cambios de la forma de trabajar, procesos y tecnología, la productividad se puede incrementar. Quedan pocos países con jornadas extensas y por el contrario, en los que se ha reducido, la productividad ha mejorado. Ahora bien, no es solamente la jornada. Se debe acompañar de procesos de reingeniería de los departamentos de gestión humana, líneas de producción, áreas de servicios, entre otras”, dijo Vicente Umaña, socio de Posse Herrera Ruiz.
Isabella Gandini dijo que la reducción de la jornada en principio conlleva a pensar que necesariamente se impactará la productividad. “Sin embargo, el cambio se puede visualizar desde otra perspectiva, interpretándolo como una oportunidad para implementar procesos más eficientes y organizaciones más productivas que logren el desarrollo de sus actividades en menor tiempo”.

Gobierno la quiere recortar a 40 horas
El presidente Gustavo Petro afirmó que buscará recortar la jornada laboral hasta 40 horas semanales, en lo que sería una ampliación del actual plan en curso.
“Mi gobierno debe llevar la jornada laboral de Colombia a 40 horas semanales sin reducir sueldos. Esto aumentaría sustancialmente el empleo en Colombia”, expresó el jefe de Estado.





















