El 2023 será el año en el que los barranquilleros recordarán que lo que ingresaron por sus actividades no les alcanzó para comprar los mismos bienes y productos que compraban en el 2022.
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'Es que todo está caro. Todo subió. Si hace unos meses compraba a un precio y ahora está más costoso. El dinero alcanza para comer, transporte y servicios y no más'. En estas expresiones y frases que escuchamos y hasta nos identificamos se resume lo que experimentó un barranquillero promedio en el momento de su intención o de compra.
El informe Gastometría de Raddar de noviembre de 2023 muestra que desde el mes once del año pasado la inflación anual estuvo por encima del tamaño real del mercado y el gasto real comenzó a descender.
El economista Camilo Herrera analizó que hubo una contracción de la capacidad del barranquillero para adquirir bienes y por los aumentos generados en el 2020 y 2021 (dos años impactados por la pandemia). 'En el 2022, lo que se vio fue que hubo compras anticipadas. Previeron que las altas tasas de interés subirían y antes que se diera un crecimiento del gasto que fue ajustado'.
El tamaño del mercado del gasto en Barranquilla en octubre de 2019 era de 100 y en octubre de 2023 llegó a 146,9; es decir, ha crecido un 46,9 %.
El investigador de la firma Raddar, Juan Camilo Rodríguez analizó que el 2023 fue un año de ajuste del gasto de los hogares debido en primera instancia a que el 2021 y el 2022 los hogares en Colombia y Barranquilla gastaron más de lo que se podían permitir, una dinámica impulsada principalmente por el uso del crédito. 'Un comportamiento que no se pudo mantener en el tiempo debido al incremento gradual y consistente de las tasas de interés del Banco de la República'.
El desinterés de adquirir bienes fue causado por el aumento significativo en la inflación que alcanzó la ciudad.
A finales del 2022 y comienzos del 2023 el índice de precios al consumidor empezó a golpear a alimentos, luego los efectos de la normatividad que llevó al aumento en las tarifas de energía eléctrica y otros incluidos como la inflación en arrendamientos.
{"titulo":"¿Cuáles son los pronósticos de la inflación de noviembre? ","enlace":"https://www.elheraldo.co/economia/costos-de-alimentos-siguen-pesando-en-la-inflacion-anual-en-colombia-1053519"}
Está dinámica terminó por definir una nueva rutina en el consumo.'En los alimentos, los hogares buscaron una opción ante el aumento de precios que mostró que los hogares salieron a comer fuera del hogar en corrientazos, restaurantes de manteles y comida rápida', indicó Juan Camilo Rodríguez.
Lo que pesó más en la canasta
Por cada $100 el barranquillero gastó más en comprar carne con un promedio de $21,9. La proteína de bovino fue el alimento con más peso en la canasta, según el informe de Raddar. En su orden le siguieron la leche ($10,5), el arroz ($4,8), las gaseosas ($4,2), hortalizas y legumbres ($4,0), pescado de mar, río enlatados ( $3,8) y aceites ($3,7). Y los que menos productos y bienes, en los que menos dinero destinó el consumidor local, está la yuca (-21,7 %), zanahoria (-18,7 %), pasajes aéreos (-11,1 %) y papa (-4,6 %).
'Las personas están gastando más y no es porque están comprando más productos, sino porque pagaron más por esos productos. Y llama la atención que la gente ha dejado de gastar en lo que no es necesario y entre esos ha dejado de comprar pasajes aéreos para viajes o ir a divertirse al cine o al teatro', destacó Andrie Naumov, experto en pensamiento estratégico y toma de decisiones al analizar las cifras.
Una referencia de la compra de alimentos en este año es la lista de Marcela Pilar Mulford, una administradora que está al frente de un restaurante, donde el corrientazo es el plato más vendido.
Después de once meses de buscar proveedores más flexibles para la compra de materia prima, el pasado 16 de diciembre el almuerzo con sopa, proteína, arroz, granos y ensalada aumentó de precio a $1.000. Pasó de $10.000 a $11.000.
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Marcela Pilar Mulford, con dos años de administrar el negocio, cuenta que era el momento para hacerlo debido a incrementos como el de las carnes que fue de un 20 %. Estas variaciones mantuvieron otras proteínas como el pollo, pero sacaron del carrito de comprar la costilla y algunos pescados. 'La costilla estaba en $10.000 y pasó a costar $12.000. El bocachico lo compré en $14.000 y el kilo alcanza los $22.000. El cerdo subió hace poco al igual que el pollo'.
Los precios también han modificado costumbres de compras y de consumo. Uno de los que ha identificado Marcela Pilar Mulford para su restaurante es no comprar ñame. 'Hace tres meses los saqué del menú. La papa también ha subido hace más de un mes compraba un bulto en $65.000, y hace dos semanas lo averigüé en el mercado está en $75.000. La yuca también ha aumentado en promedio el bulto en $10.000'.
Hasta octubre, los alimentos con más variación fueron el tomate (30 %), la cebolla (30 %) y plátano (28 %). El ñame hasta septiembre presentó en el mercado mayorista unas características que explicó para el décimo mes el productor en el Carmen de Bolívar, Zenen Arias Arango.
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En septiembre del año pasado, un kilo de ñame fue vendido en $1.800, y un bulto en la plaza de la capital del Atlántico ofrecido por $90.000. 'Conseguir mano de obra para los cultivos con un jornalero, que hace un año cobraba $20 mil y ahora está en $40 mil, su alimentación o con la liga, como se dice, elevó costos; sumado al mal estado de las vías terciarias, el alza de la gasolina y los costos de fletes que está entre $38 mil y $40 inciden en el precio del ñame'.
La leche, que tiene un buen inventario nacional, aunque sin ser una producción mayor que la de años anteriores, en el segundo semestre del año las lluvias combinadas con tiempos de sol, favorecieron los pastos y sus consecuencias en la alimentación del ganado.
'El año pasado tuvimos un Fenómeno de la Niña largo que ha empalmado con un Niño que se está anunciando con tiempo. En esa transición llovió y hubo días de sol, que fue el mejor escenario para la producción de leche. Hubo mejor acopio, oferta y desde abril los precios han venido bajando. Ahora con el verano de fin de año y comienzo del año, se preguntarán ¿cómo es que la leche está bajando de precio? Es un fenómeno de este año y porque habrá una importación de aranceles de leche en polvo que elevará la oferta del país a partir del 1 de enero cuando se activan y se flexibilizan los aranceles', explicó Cubillos.
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Con leche importada, más oferta y leche barata más la extensión del tiempo seco, las condiciones de mercado cambiará, advirtió Óscar Cubillos. 'Creo que en dos meses no habrá leche de producción nacional y podrían subir los precios. Esto permite que tengan mejores opciones de negociar; mostrar poder y es muy común que se haga esta estrategia'.
Con el propósito del Gobierno de llevar la inflación en 2024 a un dígito y el alza del Acpm que es el combustible en el que se transporta la mayoría de bienes en el país, el próximo año el barranquillero tendrá que seguir ajustando su bolsillo.
La inflación en Barranquilla se desmarcó del resto del país
La inflación anual en Barranquilla se desligó de manera marcada de la tendencia de desaceleración que venía siguiendo la inflación nacional. El IPC anual en Barranquilla en noviembre se ubicó en 11,43 % mientras que el del país fue de 10,15 %.
La explicación de Raddar es que este cambio se atribuye principalmente al inesperado comportamiento de los precios de la energía eléctrica, impulsado por especulaciones de las empresas productoras debido al Fenómeno de El Niño y a las limitaciones en la capacidad de las hidroeléctricas.
El precio del kilovatio hora en el mercado de energía que superó los $1.500 y pudo incrementar el gasto de los hogares.
