Tres historias doradas | Shanee, ‘terror’ de niños en el colegio
Luis Triviño Méndez, Shanee Torres Doncel y Sirena Rowe Cervantes son tres deportistas que se bañaron de oro y dejaron en alto el nombre del departamento del Atlántico, en el arate y la natación.
En el colegio, Shanee Torres Doncel comenzó a imponer su ley y a mostrar para qué iba a ser buena. Shanee comenzó a ganarse el respeto de los niños en el Centro Educativo Ramón Navarro Donado del barrio La Central y no fue precisamente por sus calificaciones.
“En el colegio yo peleaba muchísimo. Me gustaba pegarles a los niños, ellos se metían conmigo y ahí mismo, tenga su puño. Por lo que me dijeran yo iba y les pegaba. Una vez a uno lo empujé y le pegué una patada en sus partes íntimas”, cuenta la joven de 19 años.
Shanee Torres hoy se ríe de aquellas peleas en el colegio. Sus combates ahora son a nivel profesional y la han llevado a ir escalando grandes posiciones en el karate. La estudiante de quinto semestre de Negocios y Finanzas Internacionales de la Universidad Autónoma del Caribe vive su idilio con esta disciplina y el pasado domingo lo ratificó en Curazao cuando se coronó campeona Panamericana.
“Es una alegría inmensa haber ganado este título. Este es el comienzo de grandes cosas. Con esta medalla se vienen muchas más oportunidades y espero seguir en el proceso. Empecé en el karate a los cinco años con la sensei Giomar Peralta, que fue la que me formó. Ellos entrenaban por donde yo vivía. Los veía entrenar y este deporte me gustó porque yo era muy imperativa y me gustaba pelear mucho”, apunta Torres Doncel, que desde los 15 años hace parte del programa de deportistas apoyados de Indeportes.
Cuando Shanee toca la medalla que luce en su pecho se llena de orgullo y de inmediato habla de su presente, ese que espera que siga siendo exitoso. Desea con más fuerzas continuar con sacrificándose para seguir evolucionando en el karate. “Este es un nuevo comienzo. Es la primera medalla de oro en un campeonato de mayores y es una gran motivación para seguir con el proceso hasta llegar a los Olímpicos. Estoy para triunfar en el karate y espero seguir por este camino”, apunta con optimismo.
Shanee asegura que aún sigue siendo un poco malgeniada, pero que ya no se pelea tanto como antes solo con sus compañeros en los entrenamientos. En casa Shanee tiene a su propia retadora, pero más que una rival es su compañera inseparable, con la que comparte todos sus logros. “Mi hermana Sharon también es karateca. Ella y yo somos muy unidas. Creo que ella tiene más condiciones que yo en el karate. Ella es más ágil que yo con las piernas, a veces me da miedo enfrentarla en los entrenamientos”, apunta.
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