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Sebastián Viera (5): No tuvo estiradas electrizantes y mostró seguridad cuando la jugada lo requirió. En los dos goles, nada qué hacer. 

Marlon Piedrahíta (4): Demasiado errático y sin ritmo. Por su flanco nació el primer gol del Flamengo, que a la postre marcó el rumbo del compromiso. Nunca se acopló y su sustitución se demoró.  

Dany Rosero (8): Impasable en el juego aéreo y atento en los cierres, sobre todo cubriendo el costado de Piedrahíta. Por instantes se animó a atacar. Un escalón más abajo que Fuentes, el mejor del juego. 

Germán Mera (7): Estuvo atento en la marca y fue el único que impuso respeto cuando el rival quiso bravear en el campo. 

Gabriel Fuentes (8): Luchador y un constante pulmón. Generó peligro atacando por su banda izquierda y le ganó un duelo a Gabigol que pudo terminar en gol. El mejor del campo.

Didier Moreno (7): Gran desgaste físico y atenta labor en la marca. Mejoró en el segundo tiempo, pero le enfaltó ensayar desde emdia distancia.  

James Sánchez (5): Hizo su labor en el campo. Distribuyó el balón, pero le faltó acudir a su pegada cuando no se podía atacar por las bandas. 

Edwuin Cetré (5): Un rendimiento a cuentagotas. Por momentos se enchufaba en el campo y generaba dolores de cabeza. Le faltó meterse más en el juego. 

Fredy Hinestroza (4): Un primer tiempo aislado y lejos de la generación de juego. En el complemento mejoró, pero no pesó. 

Teófilo Gutiérrez (6): Perdonó en el primer tiempo lo que pudo significar el empate. Tuvo pinceladas de talento y el gol maquilló su actuación. 

Miguel Ángel Borja (5): Nunca tuvo un pasador que lo dejara en posición de remate. Luchó a la ofensiva, pero no se le dio. Por momentos la soledad lo llevó a marcar.  

Carmelo Valencia (6): Entró enchufado y con hambre de mostrarse. Tuvo una opción de gol, pero no concretó. Se le abonan las ganas. 

Sherman Cárdenas (6): Su ingreso fue para manejar la pelota y darle profundidad. Debió estar en el césped más tiempo para cumplir a cabalidad su función.  

Fabián Viáfara (SC): Entró por Marlon Piedrahíta en la agonía del partido. Sin calificación.