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En ausencia de Taide Pogacar, la 80ª edición de la Vuelta se lanza este sábado en Turín con aires de venganza: Jonas Vingegaard, víctima del esloveno en el Tour en los últimos años, será el favorito número 1 para llegar a Madrid el 14 de septiembre con el maillot rojo, si no lo impide el UAE, que contará con la doble baza del español Juan Ayuso y el portugués Joao Almeida.

“Estoy aquí para ganar”, resume Vingegaard, doble ganador del Tour, quien tratará de aprovechar la oportunidad para convertirse en el primer danés que pone su nombre en el álbum de oro de la Vuelta. En su tercera participación puede ir la vencida, después de dos intentos fallidos, en los que ganaron sus compañeros del entonces Jumbo: Primoz Roglic en 2020 y Sepp Kuss en 2023.

Vingegaard, de 28 años, será el hombre a batir y así lo admiten sus rivales, que le reconocen como favorito indiscutible. Además, el nórdico estará protegido por un potente equipo que incluye hombres de garantía, como Kuss, Matteo Jorgenson o Victor Campenaerts, con un único objetivo: la victoria.

Juan Ayuso y Joao Almeida, a cambiar el pronóstico

El UAE, dominador en el Tour con la mano de hierro de Pogacar, pasará a liderar la oposición en la Vuelta. Será una gran oportunidad para el portugués Almeida, ganador esta temporada de la Itzulia, Vuelta a Suiza y Romandía. No compite desde el Tour, donde se retiró en la novena etapa tras una dura caída.

“No tengo miedo”, dice Almeida, quien recuerda que ya ganó a Vingegaard en la París Niza. Será colíder del grupo emiratí junto a Ayuso, la esperanza española en ausencia de Enric Mas. El de Jávea no ha preparado la Vuelta a conciencia, y se retiró del Giro con más pena que gloria.

Ayuso, de 22 años, tercero en 2022, arroja incertidumbre. “Si me encuentro bien lucharé por la general; si no, ayudaré a Joao Almeida”. Un rendimiento que se verá sobre la marcha, y que condicionará su presencia en el Mundial. Si la forma no acompaña, el español no hará la crono prevista en la cita de Ruanda.

Landa con dudas, Ciccone y O’Connor alternativas

Mikel Landa (Soudal Quick Step) llega justo de rodaje tras superar la grave lesión vertebral del Giro. El alavés llevará los galones de líder, pero su objetivo será “ganar una etapa”, logro que se le resiste desde hace 6 años.

En el tercer escalón de aspirantes hay que apuntar al italiano Giulio Ciccone (Lidl Trek), en gran momento tras imponerse en la Clásica de San Sebastián y en la etapa reina de la Vuelta a Burgos. A la lista se une con opciones el australiano Ben O’Connor (Jayco), conquistador del Col de la Loze en el Tour y maillot rojo de la Vuelta 2024 durante 12 días.

La Vuelta también espera ver la mejor versión del colombiano Egan Bernal (Ineos), ganador de Tour y Giro y doble campeón nacional; también del británico Thomas Pidcock, del italiano Antonio Tiberi (Bahrain) e incluso del francés de 20 años Léo Bisaux, tercero en la reciente Vuelta a Burgos.

Movistar, sin Enric Mas, en la lucha por etapas

El ciclismo español saldrá mermado con la ausencia de Enric Mas y Carlos Rodríguez. La escuadra telefónica se centrará en la lucha por las etapas con un equipo que completan Pablo Castrillo, Orluis Aular, Carlos Canal, Jefferson Cepeda, Jorge Arcar, Javier Romo, Iván García Cortina y Michel Hessmann.

El Burgos Burpellet BH, con Carlos García Pierna, el guatemalteco Sergio Chumil y el uruguayo Aric Antonio Fagúndez deberá dejarse ver en las escapadas, lo mismo que el Caja Rural, que presenta al aragonés Fernando Barceló y al uruguayo Thomas Silva. Ambas formaciones, a justificar la invitación a la Vuelta.

Recorrido sin respiro desde Piamonte a la Bola del Mundo

La Vuelta a España saldrá por sexta vez fuera de España, la primera vez en Italia. Arrancará en Piamonte para celebrar el 90º aniversario de la carrera (de los que no hubo prueba durante una década). La región italiana acogerá las tres primeras etapas en su totalidad, y tras una jornada con final en Francia, volverá a territorio nacional, a Figueras, en la quinta etapa, con una crono por equipos.

La Vuelta promete emoción de principio a fin en sus 21 etapas, que se reparten en 4 jornadas llanas, 4 onduladas con final en alto, 6 de media montaña, 5 de montaña, 1 crono por equipos y 1 individual, que completarán 3.185 kilómetros de Turín hasta Madrid.

El estreno de la Vuelta será monumental entre Reggia di Venaria, patrimonio de la Humanidad, y Novara, con un recorrido de 186,7 kilómetros para los velocistas. La segunda entre Alba y Limone Piemonte tendrá la primera llegada en alto con 10 kilómetros al 5 por ciento antes de meta.

La tercera con final en Ceres no tiene mayor complicación aunque el perfil es ascendente. Antes de volar a España la etapa que desemboca en Francia, en Voiron, tiene los alicientes de los ascensos a Montgenèvre y Lautaret.

Crono por equipo en Figueres. En la tierra del genio Salvador Dalí, la Vuelta a España ofrece una crono por equipos de 24,1 kilómetros para poner a prueba el esfuerzo colectivo. Un examen para especialistas que dará paso a las dos primeras etapas de montaña. La sexta entre Olot y Andorra llama a los favoritos, que se verán las caras en los Altos de la Comella y Pal, final en alto.

La séptima recupera un tradicional escenario como Cerler, provincia de Huesca. Un ascenso a la estación invernal que vendrá precedido por un primera, el Cantó.

Tras los primeros duelos en la montaña llegará la tregua con la octava entre Monzón y Zaragoza. Si el viento no lo impide, el pelotón se tomará un respiro. Y antes del primer descanso, llegada en alto en la estación de Valdezcaray. El aliciente será esta última subida.

Angliru y La Farrapona, en la segunda semana

Tras un día de descanso, la Vuelta a España vuelve a la batalla. En Navarra espera un constante sube y baja con meta en Larra Belagua, en cuyo alto se impuso en 2023 Remco Evenepoel. En una Vuelta norteña cien por cien, llegará después en Euskadi el paso del ecuador en Bilbao con una interesante ‘clásica’, donde aguardan el Balcón de Bizkaia, un doble paso por el Vivero y el Pike Bidea antes de la meta en la ciudad vizcaína.

En Cantabria el duodécimo capítulo unirá Laredo con Corrales de Buelna, jornada nerviosa con el paso por Las Alisas. Es el preludio de un momento clave: 2 citas con la montaña asturiana.

Para los supersticiosos, la decimotercera llega al Angliru, ‘El Olimpo del ciclismo español’, con sus 12 kilómetros y rampas de hasta el 25 por ciento. Desde Cabezón de la Sal será el trayecto más largo, 202 kilómetros. Antes del coloso, La Mozqueta y El Cordal.

Un día después etapa corta, pero explosiva, entre Avilés y La Farrapona. Una prueba de fuego con las subidas previas al Alto del Tenebreo y San Lorenzo antes de avistar desde la meta los Lagos de Somiedo. Al segundo descanso se llegará tras el paso por Monforte de Lemos, con media montaña que podría ser peligrosa.

La crono de Valladolid y Bola del Mundo decidirán

Tras el segundo descanso toca afrontar la tercera y decisiva semana, donde los jueces serán el reloj de Valladolid y la escalada a la Bola del Mundo de Madrid. La última recta de la ronda empezará con la ‘clásica’ gallega entre Poio y Mos, con 4 puertos, un auténtico rompepiernas que ya en 2021 dio más de un disgusto.

En León se recupera el Alto del Morredero como final de etapa, otra puesta en escena para los favoritos la víspera de la citada crono. Una vez superado el trance en Valladolid, habrá una etapa de transición entre Rueda y Guijuelo.

La leyenda de los puertos madrileños permiten afirmar que hasta el último metro nada está decidido. La vigésima etapa entre Robledo de Chavela y la Bola del Mundo será terrible, con 5 puertos: La Escondida, La Paradilla, El Alto del León, Navacerrada y la Bola del Mundo, con sus 3,5 kilómetros cementados hasta su cumbre al 11,5 por ciento y tramos del 22.

El líder definitivo saldrá de la Bola del Mundo, ya que la última etapa, de 108 kilómetros será el tradicional paseo y homenaje al vencedor.