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Adentro había fiesta. Todos tranquilos, cómodos y felices. Afuera hubo tumultos, caos e inconformismo. No todo fue felicidad en el segundo duelo de la final del béisbol colombiano entre Caimanes de Barranquilla y Vaqueros de Montería, este miércoles en el estadio de Édgar Rentería. Se presentó sobrecupo en el escenario con capacidad para 9 mil espectadores (aproximadamente).

La fiebre beisbolera con motivo de la final, que ya se había visto reflejada el martes en la masiva asistencia al primer choque, contagió a mucha más gente en el segundo compromiso.

Caimanes mantuvo la promoción que permitía la entrada gratis de las mujeres, y esta vez todo se salió de control. Muchísimo público compró boleta, muchas damas acudieron.

Largas filas se presentaron, como ha sido costumbre en las finales de los últimos años desde que existe el Édgar Rentería. El escenario peloteril de los barranquilleros se fue llenando rápidamente y hubo un momento, con un tumulto de gente afuera deseosa de ingresar, un gran número con boleta en mano, que la organización logística de Caimanes se vio obligada a cerrar las puertas y a emitir un mensaje en sus redes sociales.

'Atención, informamos a nuestros fanáticos que el estadio ya agotó su capacidad. No hay más asientos disponibles', anunció el club barranquillero.

Sin embargo, la afición se mostraba inconforme, sobre todo aquellos que habían comprado boletería.

En un instante abrieron las puertas para permitir el ingreso de algunas personas y un tumulto de gente entró a la fuerza, generando desórdenes y la intervención de la Policía.

Bastantes aficionados se expresaron a través de las redes sociales y se quejaron de la 'falta de organización' y de 'una logística adecuada' de parte de Caimanes para un juego con tanta convocatoria.

'¡Qué desorganización! Para qué venden entradas y dejan entrar gratis sin control', cuestionó Ferney Campo.

'Un montón de gente esperando afuera. ¡Qué mala planeación! ¿Y los que compramos con TuBoleta, quien nos responde?', se preguntó Gabriel Bejarano.

'¿Y el dinero de nuestras boletas? Nos dejaron afuera con entrada en mano', manifestó Andy Cure, otro de los aficionados beisboleros perjudicados.

Algunos fanáticos criticaron que se sostuviera la promoción de gratuidad para el género femenino.

'No dejen entrar gratis a nadie, pongan la boleta a mitad de precio y listo. Que quien quiera entrar que pague algo por lo menos', dijo Jonathan Junior.

'Sigan dejando entrar a mujeres gratis en una final. Gente con boleta en mano quedo por fuera', apuntó Jairo Chegwin.

Una buena porción de gente se terminó marchando con la amargura y decepción de no haber podido entrar a pesar de pagar por unas boletas.