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Juan Forn (Buenos Aires, 1959) es un escritor y editor que está más cerca de la calle que del claustro de la academia. Amante de las historias con voz, más allá de qué tanta veracidad haya en ellas. Un lector que escribe en vez de ser un escritor que lee.

El creador del suplemento cultural Radar Libros del diario argentino Página/12, autor de cuentos célebres como Nadar de noche y de la novela María Domecq, considerada su obra cumbre, dejará por unos días a su «pueblo de la playa», Villa Gesell, para venir por primera vez a Barranquilla, que celebrará su I Feria Internacional del Libro, Libraq.

Antes de que eso ocurra, hablamos con Forn sobre unas de sus más grandes obsesiones: el oficio de leer, escribir y editar historias bien contadas.

Pregunta: De joven usted fue un «rockerito» del mercado editorial, ¿qué recuerda y que guarda de esas épocas?

Pregunta: Entonces fue una fortuna haber fracasado…

Pregunta: ¿Y qué busca en la literatura?, ¿Qué espera de un texto?

Pregunta: ¿Qué lee por estos días?

Pregunta: ¿Le interesa mucho las biografías, no? … las vidas de los escritores chinos, rusos, europeos, latinoamericanos, ¿por qué?

Pregunta: De la suya, ¿qué lecciones le pesan?

Pregunta: ¿Qué es lo que más extraña de una redacción?

Pregunta: Sobre el oficio del editor. Al enfrentarse ante un texto ajeno, ¿qué es lo que más cuida?

Pregunta: ¿Qué espera de los nuevos autores, de los escritores jóvenes?

Pregunta: Usted decidió abandonar la ficción, pero qué tanto le interesa apegarse a la «verdad»?