La 63ª versión de la Feria Nacional e Internacional de la Ganadería fue escenario de un hecho histórico para el sector pecuario del país: la Primera Exposición Nacional de la Raza Romosinuano, una vitrina genética que despertó admiración y orgullo entre productores, expertos y visitantes.
En este evento, que contó con la participación del Centro de Investigación Turipaná de Agrosavia, se presentaron 27 ejemplares de esta emblemática raza criolla, entre toros, toretes, terneros, vacas y novillas, todos con sello de calidad genética y adaptabilidad.
La exposición fue organizada por Asocriollos y se desarrolló en la pista de juzgamientos del Coliseo de Feria Miguel Villamil Muñoz, donde el Romosinuano volvió a ser protagonista, como en sus orígenes en los años 50.
“Más que competir con otros productores, nuestra participación está enfocada en mostrar y destacar las bondades del Romosinuano, uno de los grandes tesoros de la ganadería colombiana”, señaló Sergio Luis Mejía Kerguelén, director de Turipaná.
Este evento rescató una tradición histórica, y también reafirmó el valor estratégico del Romosinuano para la sostenibilidad ganadera, por su rusticidad, resistencia, eficiencia reproductiva y capacidad de adaptación a las condiciones del trópico.
