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Manuel Martínez, ‘Maño’, como lo conocen en su zona, no cabe de la felicidad y no deja de sonreír, después de la captura que hizo, de 1.200 peces con un solo atarrayazo en la ciénaga de Betancí, en zona rural de Montería.

Aunque la que ahora llaman la ‘pesca milagrosa’ en esa área rural de la capital cordobesa ocurrió el fin de semana, ‘Maño’ empieza ser la atracción en las redes sociales, por la alegría que muestra con la atarraya repleta de la especie yalúa, que según explicaciones morfológicas de expertos no alcanza a crecer mucho. Los más grades pueden lograr tamaños de 15,1 centímetros.

Manuel Martínez relata que era tan pesada la atarraya que no pudo extraerla solo desde la ciénaga hasta la pequeña canoa en la que desarrollaba su faena. Fue necesario pedir ayuda a los demás pescadores nativos, incluso, también compartieron la fuerza para llevar los 1.200 pescados hasta la orilla, donde la sesión fotográfica tardó cerca de dos horas.

El sorpresivo ‘milagro’ como muchos lo llaman, ocurrió en el caserío Ensenada de Hamaca, corregimiento de Nueva Lucía, sin vías de acceso y urgido de ayudas para los nativos, pero premiado con la riqueza íctica de la ciénaga que no deja sin alimentos a quienes la rodean.

'Salí frente al pueblo, a cien metros de la orilla, cuando de pronto lancé el atarrayazo y justo en ese momento pasaba una cantidad de yalúas. El éxito fue tan grande que tuve que llamar a otros dos pescadores para que me ayudaran a levantar la atarraya hasta la canoa', narra muy brevemente el campesino Manuel Martínez.

A la casa de su hermana Dolis, cercana del puerto, fue donde pudo arrimar con la carga de peces y contar uno a uno hasta llegar a 1.200, en presencia de los otros pescadores que no salían del asombro.

'Esto que me pasó ha sido un récord, en esta región nunca antes se había visto una pesca milagrosa como esta, en un solo tiro', sostiene Martínez.

El campesino explica que la subienda de yalúas en la ciénaga de Betancí, Montería, obedece al fuerte invierno, que se enfrenta a un verano de cuatro años que no había permitido la reproducción de la especie.

'Cada pescador no cogía más de diez yalúas, pero este año ha sido diferente, hay una gran cantidad', sostiene el nativo y afortunado pescador de Ensenada de Hamaca.

Advierte que la expectativa con la cantidad de peces que tendrá la población es grande, a partir de una actividad de repoblamiento de bocachico que hace seis meses hizo la Alcaldía de Montería y que pronto podrán estar en la mesa campesina en todas las modalidades.

Los peces los repartió Manuel Martínez entre su familia, amigos y el resto de la comunidad de su población.