Durante el evento realizado para conmemorar la aprobación de la reforma laboral y abordar temas de paz urbana, fueron identificados nueve reclusos de alto perfil, incluyendo a José Leonardo Muñoz Martínez, alias “Douglas”, histórico cabecilla de la banda La Terraza (según informó El Colombiano) así como la llegada de entre seis y siete vehículos del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) a las inmediaciones del evento, lo que generó múltiples cuestionamientos.
En la noche de este martes, el presidente Petro respondió a las denuncias y acusaciones realizadas tras conocerse la información asegurando que “el que está preso no es un delincuente, es una persona en rehabilitación”.
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Durante su intervención en el consejo de ministros de este 24 de junio el presidente argumentó que su gobierno está haciendo públicamente lo que anteriormente se realizaba “a escondidas”, refiriéndose a las negociaciones políticas cono bandas criminales. “La gobernabilidad era una estrategia por medio de la cual las bandas en las calles y sus jefes negociaban con los políticos votos”, explicó Petro señalando que, bajo ese esquema, “Medellín se volvió una ciudad bajo la extorsión”.
El mandatario admitió que la política de paz presenta dificultades, reconociendo ante su ministro de Justicia que “hay que hacer reunión porque hace agua por varias razones”. Entre los problemas identificados destacó la limitada extensión del programa de negociación con las bandas, que actualmente opera en Buenaventura, Quibdó y Medellín, con planes de expandirse en Barranquilla.
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“En nuestra política de paz, ministro de Justicia, hay que hacer reunión porque hace agua por varias razones. Una de ellas, porque no hemos podido extender el programa de negociación con las bandas. Hemos hecho Buenaventura, Quibdó, Medellín. Quiero abrir Barranquilla. Atacan eso porque las bandas saben la verdad. ¿Quiénes hablaron con ellos? ¿Quiénes lo negociaron? En Medellín yo no subí delincuentes a las tarimas; con delincuentes hablaron alcaldes y otros", expresó.
Petro también abordó el problema del manejo de violencia desde las cárceles, anunciando medidas drásticas para quienes reincidan: “Quien reincida y maneje muerte desde la cárcel se va para las fragatas o a la cárcel de seguridad más alta que tengamos”, declaró, aunque reconoció que existe “una discusión interna en la armada porque no es fácil”.
“Ahí hay una discusión interna en la armada porque no es fácil. Pero quien reincida y maneje muerte desde la cárcel se va para las fragatas o a la cárcel de seguridad más alta que tengamos. No van a usar la cárcel de capital de la delincuencia”, aseveró.
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“La mayoría de los presos son personas en rehabilitación, personas. Ninguno puede perder la característica de persona. Persona es ser un individuo de la humanidad que tiene derechos. Y el derecho de un preso es a ser rehabilitado por el estado, y aquí lo volvemos más criminal aún de como entra. Y hace el negocio dentro la cárcel, etcétera”, continuó.
El presidente respaldó sus argumentos con su experiencia personal en prisión: “Yo fui testigo de eso cuando me pusieron preso. Los que teníamos más principios morales y éticos no nos dejamos matar allá”, concluyó el mandatario.
