A través de un comunicado emitido recientemente, la Delegación de Paz del Gobierno Nacional ha expresado serias advertencias al Ejército de Liberación Nacional (ELN) sobre la urgencia de renovar el cese al fuego, cuyo término expira en la primera semana del próximo mes de agosto.
Esta declaración llega en un contexto de paralización de las labores del proceso de paz, que afecta tanto los compromisos adquiridos en la participación de la sociedad civil en la construcción de la paz como la preparación necesaria para prorrogar el actual cese al fuego.
Inicialmente, el Gobierno agradeció a António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, y a los estados miembros del Consejo de Seguridad por su apoyo unánime al proceso de paz. También destacó el informe presentado por Carlos Ruiz Massieu, representante especial del secretario general y jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, en la sesión del Consejo de Seguridad del 11 de julio, el cual, según la Delegación de Paz, demuestra un compromiso profundo con la paz en Colombia.
Las recomendaciones del Consejo de Seguridad incluyen la evaluación de los acuerdos alcanzados en participación y el cese al fuego vigente por once meses. Además, se insta a las partes a resolver la crisis que enfrenta la Mesa de diálogos, enfatizando la importancia de proteger a los líderes sociales y abordar la grave situación de la población afectada por actores armados. Preocupaciones adicionales abarcan el secuestro, el reclutamiento de menores y la violencia que enfrentan mujeres y comunidades étnicas en zonas de alta conflictividad.
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Ahora bien, puntualmente, la Delegación de Paz del Gobierno manifestó su preocupación por la suspensión de las labores del proceso de paz y ha solicitado de manera reiterada a la delegación del Eln retomar las actividades de la Mesa, haciendo énfasis en la necesidad de resolver las dificultades de manera bilateral y constructiva, priorizando la transición a la paz y la protección de las comunidades afectadas por el conflicto armado.
Asimismo, el Gobierno ha insistido en la importancia de resolver la situación en Nariño, donde una estructura que perteneció al Eln sigue siendo un desafío. Además, aboga por enmarcar “su tratamiento dentro del diálogo social regional, reconociendo las dinámicas territoriales, pero reafirmando a la Mesa Nacional como la instancia de negociación con el Eln”.
El comunicado concluye recordando la postura de la comunidad internacional sobre el valor de los diálogos con esta guerrila, que han producido resultados concretos y verificables. Y, finalmente, la Delegación de Paz reitera la necesidad de normalizar, preservar y fortalecer estos diálogos con urgencia.






















