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Luego de que el ministro de Justicia, Néstor Osuna, anunciara en la mañana de este martes que se estudia la posibilidad de pasar la Policía Nacional a esa cartera del derecho, para que 'sea la mejor aliada del ciudadano', exoficiales consultados por EL HERALDO coinciden en señalar la 'inconveniencia' de dicho traslado.

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Cabe recordar que el funcionario indicó que está a la espera de los resultados del análisis, que estarían listos después de Semana Santa. Asimismo, señaló que para la Policía 'lo mejor sería trasladarla al Ministerio de Justicia, porque el Ministerio de Justicia define la política criminal del Estado, porque es el que articula las relaciones con el poder judicial'.

El presidente de Acore, coronel (r) John Marulanda, advirtió que la salida de la Policía del Ministerio de Defensa plantea serios retos que 'tocan con la apoliticidad de esa tan querida institución armada de nuestro país'.

'Recordemos que ella pasó al Ministerio de Defensa porque se vio involucrada en la famosa violencia, cuando era denominada la chulavita. Después de eso se decidió que pasara al Comando General de las Fuerzas Militares y de ahí al Ministerio de Defensa', aseguró.

Por ello, agregó, con esa decisión se correría el grave riesgo de que en el Ministerio de Justicia, Ministerio de Igualdad o un eventual Ministerio de Seguridad y Bienestar pueda politizarse y 'tomar bando con las guías que los políticos de turno en esos gobiernos puedan marcarle'.

'Desde Acore pensamos que es un grave riesgo el que está corriendo la Policía y así dimos el debate respectivo en el Congreso de la República: no debe salir la Policía del Ministerio de Defensa', explicó.

A su vez, el general (r) Juan Carlos Buitrago, exalto mando de la Dijín y la Polfa, manifestó que aunque la decisión del Gobierno es irreversible habría que esperar la aprobación de la propuesta por parte del Legislativo, donde podría tener algunos tropiezos para su avance.

{"titulo":"El ‘Robo de Magdalena’ que enloda a los Cotes y al gobernador Caicedo","enlace":"https://www.elheraldo.co/colombia/el-robo-de-magdalena-que-enloda-los-cotes-y-al-gobernador-caicedo-978199"}

'Existe consenso generalizado dentro de la institución policial y en la reserva de la Policía sobre la inconveniencia de tal decisión en una coyuntura como la actual: el paso de la Policía a otro ministerio debería ser en el punto de llegada del proceso de paz y no en el punto de partida. Mientras subsistan serias amenazas que afectan la seguridad del Estado como las guerrillas, las disidencias, el Clan del Golfo y más de 21 estructuras criminales es necesario mantener a la Policía dentro del Ministerio de Defensa. Si aún estando adentro tenemos dificultades de coordinación, mayores serán las complejidades si se distancia la Policía de las Fuerzas Militares', aseguró el militar.

A su vez, el general en retiro dijo que esta decisión, en un ambiente de transición política y de alta violencia y criminalidad, genera inestabilidad e incertidumbre en las fuerzas y en las operaciones de persecución a terroristas y criminales.

'Podría conllevar una ventaja estratégica y territorial significativa para los grupos armados. En consecuencia podría adentrarnos a nuevos escenarios de grave escalamiento de la confrontación, especialmente en los territorios y a nivel urbano', advirtió.

Osuna había dicho previamente en los micrófonos de ‘Colombia Hoy Radio’ que se busca que los uniformados sean los grandes aliados del ciudadano.

'Se busca que los uniformados sean los grandes aliados del ciudadano, ya sea cuando se presente algún problema o en el momento en que se necesite garantizar la seguridad, pues son un instrumento para resolver problemas. Para esto hay que avanzar en reformas de modernización de la institución', manifestó Osuna.

Además, el ministro explicó que dicho estudio 'arrojará las ideas de una policía mucho más cercana a la ciudadanía; que el mejor amigo del peatón sea el policía'.

Puntualizó que el estudio contempla también brindar herramientas en la formación de los policías como la de ser profesionales en resolución de conflictos y cuenten con habilidades suficientes para que, ejerciendo su autoridad, 'la ciudadanía sepa que pueda confiar si tiene un problema de convivencia, si tiene un problema de un delito que ha sufrido'.