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Las cacerolas volvieron a sonar desde balcones y ventanas de las casas y edificios de todo elpaís, como forma de protesta contra la injusta y deplorable masacre de ocho menores en Nariño.

En adición a esto, en Barranquilla el cacerolazo continuó pasadas las 7 pm como inconformismo por la demora en el restablecimiento de energía en el norte de la ciudad después que Transelca anunciara sobre retrasos en las obras de mantenimiento que se llevaron a cabo desde la mañana del domingo.