Muere recluso con sospecha de COVID-19 en Valledupar
El interno estaba en UCI, tras presentar los síntomas de la enfermedad.
Un recluso de la cárcel Judicial de Valledupar falleció en las últimas horas con sospecha de COVID-19. El interno se encontraba en la unidad de cuidados intensivos de una clínica en esta capital, tras presentar un cuadro de neumonía, estando a la espera de los resultados de una segunda muestra para confirmar o descartar si estaba contagiado.
Tras el brote de coronavirus en el penal, al recluso se le hizo una primera prueba que dio negativa, pero frente a los síntomas y la complicación de su estado de salud se le practicó la segunda, falleciendo antes de que se conocieran los resultados.
“Tenemos un paciente fallecido a quien le salió negativa la primera prueba, pero se le tomó una segunda muestra y estamos a la espera del resultado”, dijo la secretaria de Salud de Valledupar, Lina De Armas.
El interno de 48 años fue internado en el centro asistencial desde el pasado 12 de julio, empeorando su condición de salud hasta su deceso.
Estaba recluido por un proceso de hurto calificado agravado en el patio cuatro del penal, el mismo donde se encuentran los 190 internos que dieron positivo para coronavirus.
Su caso se trató como sospechoso de COVID-19, después de que se confirmara el primer caso de coronavirus en la cárcel Judicial de Valledupar.
Ante la situación del primer caso, y el segundo sospechoso, el equipo de respuesta inmediata de la secretaría de Salud Departamental, de la mano con personal de la secretaría de Salud de Valledupar, hicieron una visita al penal para establecer el cerco epidemiológico, y tomar muestras a todos los internos ubicados en el área. En total, se tomaron 253 muestras, que arrojaron 201 casos positivos en el establecimiento, de estos 190 en la población reclusa y 11 en personal administrativo.
Con las directivas de la cárcel Judicial, se establecieron unas acciones para fortalecer la prevención entre población reclusa, tales como el uso permanente del tapabocas, el lavado de manos, y el distanciamiento posible entre los reclusos.
La cárcel Judicial registra un hacinamiento del 400%, al albergar 1.018 internos cuando su capacidad es para 256.
