El Heraldo
Un estudiante de octavo grado hace uso de una plataforma virtual educativa. César Bolívar
Barranquilla

Plataformas virtuales de textos escolares, a debate

Colegios privados de Atlántico han adoptado estas herramientas. Padres de familia en contra del nuevo método académico.

La temporada escolar que comienza cada año trae consigo todo tipo de controversias y quejas, a causa de los útiles o materiales académicos que deben llevar los estudiantes para garantizar un buen desarrollo educativo. 

Los precios “exorbitantes” de estas herramientas didácticas, como lápices, cuadernos, libros, colores, calculadoras, entre otras, son rechazados por los padres de familia, quienes ven afectados de manera directa sus bolsillos. 

Los libros, creados por las editoriales de turno, son los implementos que más generan gastos a la hora de comprar la lista escolar.

De hecho, en estos ejemplares académicos un padre de familia se puede gastar entre $400.000 y $1.000.000, dependiendo del grado que curse su hijo, de acuerdo con las cifras entregadas por tres papelerías de la ciudad.

Muchos padres de familia ven como un escape a ese gasto elevado comprar los textos de segunda mano o fotocopiarlos. Sin embargo, este escenario está cambiando . La industria editorial ha puesto en marcha nuevas fórmulas de acceso a los textos educativos que, según ellos, buscan modernizar la educación y mantener activa la dinámica de sus ventas. Esta fórmula consiste en la venta de un kit escolar que incluye textos y un pin, el cual permite la entrada a una plataforma virtual.

Una papelería de la ciudad, que pidió no revelar su nombre, le entregó a EL HERALDO una lista de 10 colegios que adquieren este paquete de la editorial Norma. 

La estrategia es aplicada desde hace aproximadamente 4 años y consiste en juntar varios textos en físico de matemáticas, ciencias sociales, naturales, español inglés y obras literarias a través de un kit escolar, el cual proporciona un código que le permite a los estudiantes ingresar a una plataforma virtual durante su año escolar. En dicho servicio digital, el alumno desarrolla actividades como tareas, talleres, evaluaciones y foros, que son representados en notas académicas. Si el estudiante no posee su código, es decir, si no compra el kit de libros, no podrá obtener las calificaciones requeridas en estas materias.

La plataforma tiene un límite anual, lo que significa que el estudiante no puede usar el mismo código de acceso del año anterior, ni los mismos libros y tampoco cederle ese usuario o contraseña y los textos a un familiar o a un conocido que venga de un grado inferior.

Tecnología sin freno

El Colegio Colón de Barranquilla es una de las instituciones que maneja este tipo de modalidad de aprendizaje en todos sus grados académicos desde hace tres años. 

De acuerdo con Miguel Peña, rector de este colegio, dicha metodología educativa le ha traído “excelentes” resultados a la institución a nivel académico y le ha ayudado tanto a profesores y estudiantes a avanzar en su desarrollo. 

“Actualmente nuestros estudiantes se encuentran inmersos en una generación digital. La plataforma es un pretexto para seguir avanzando hacia la excelencia. Los alumnos se incentivan mucho con este método”, argumentó el licenciado, quién agregó que los maestros han recibido capacitaciones para el uso de la plataforma. 

Peña consideró que los grandes logros que ha conseguido el colegio en la actualidad se deben al uso de este ambiente digital. “En las pruebas Supérate con el Saber, las evaluaciones son virtuales. Si nosotros no tuviésemos esas plataformas no habríamos obtenidos buenos resultados”, sostuvo. 

Explicó que el maestro usa la plataforma para dejar evaluaciones, tareas y compromisos con el fin de que el estudiante en un límite de tiempo las resuelva. “Tenemos un control sobre los profesores en el que analizamos cuantas veces usan el servicio digital”, indicó.

Con respecto a la reacción de los padres de familia con la nueva metodología, el rector admitió que en un principio mostraron “resistencia, después se dieron cuenta de los beneficios y de las bondades de la plataforma”. 

Peña señaló que el kit de libros en el colegio no es “obligatorio”. Añadió que hay padres que no están identificados con el uso de la plataforma y que la institución le permite a esos estudiantes realizar las actividades en físico. “Aquí no tenemos exclusión. Los alumnos pueden desarrollar sus materias en ambas metodologías”, expresó. 

El directivo recalcó que la plataforma va a seguir evolucionando con el paso de los años. Resaltó que este tipo de tecnologías no tienen freno. “Los estudiantes le exigen a sus padres comprar el kit para estar a la par de sus compañeros. Actualmente el 99% de ellos adquirió el servicio digital”, afirmó. 

Con respecto a la reacción de los padres de familia con la nueva metodología, el rector admitió que en un principio mostraron “resistencia, después se dieron cuenta de los beneficios y de las bondades de la plataforma”. 

De igual manera, una rectora de otra institución privada en Barranquilla que pidió por políticas educativas no revelar su nombre y el del colegio, señaló que a través de este tipo de herramientas virtuales se sienten más motivados para afrontar el año escolar. 

Explicó que estas plataformas son complementarias tanto para los profesores como para los alumnos. Afirmó que con esta idea no buscan reemplazar a los docentes. 

“Nuestra plataforma va ligada con los textos físicos todavía. Pero además, tenemos en el ambiente virtual libros ya digitalizados, lo cual es una ventaja”, indicó la rectora. 

La directiva expresó que este tipo de herramientas ayudan a hacerle un seguimiento más exhaustivo al estudiante. Al respecto de la obligación de tener el servicio digital, indicó que “no lo imponen, pero es un aspecto fundamental para el alumno”. 

“No es obligatorio, pero si el estudiante compra los libros por aparte y no tiene el acceso a la plataforma está en desventaja con sus compañeros. Cuando el profesor vaya a hacer un examen o un taller no va a poder realizarlo”, enfatizó. 

Agregó que en esta institución los padres solo deben pagar tres libros aparte del kit. Es decir, que el paquete les brinda una buena cantidad de textos. “Eso permite que no le de tan duro al padre de familia. Pensamos mucho en eso”, explicó la docente, sobre el paquete que actualmente cuesta $431.000 desde cuarto de primaria hasta undécimo. 

Este es el kit escolar que ofrecen las papelerías. Se puede observar la cantidad de libros que tiene y su código oculto. Josefina Villarreal

Voces de Padres

No todo es color de rosa para las plataformas digitales. De hecho, varios padres de familia no están de acuerdo con esta modalidad que, incluso, la consideran una “imposición”. Una de estas personas –que prefirió no revelar su nombre– le dijo a EL HERALDO que el servicio digital en el Colegio Colón es obligatorio. “Te lo terminan imponiendo porque si no compras el kit, el estudiante se queda sin plataforma y pone en riesgo estas materias”, afirmó. 

El ciudadano prosiguió diciendo que el año pasado la plataforma fue poco usada por su hijo que se encuentra en sexto grado. “Me costó casi $400.000 para hacer pocas tareas en el mes. Uno no puede comprar el libro que viene en el kit de segunda porque necesita el Pin”, expresó. 

Por su parte, otro acudiente consideró la herramienta digital innecesaria y costosa porque al ser incluido en la lista escolar el kit, se termina gastando casi $1.000.000. 

“La tecnología es buena pero a un papá le queda difícil hacer este tipo de gastos, ya que prácticamente te están vendiendo la plataforma”, sostuvo un padre que tiene a su hijo en octavo grado. 

Por otro lado, dos padres de familia de la otra institución, los cuales pidieron reserva de identidad como la rectora del colegio, opinaron que el kit es muy costoso e impuesto por el colegio. Uno de ellos argumentó que a pesar  de que la tecnología ayuda mucho al estudiante, piensa que se debe establecer un kit permanente con los mismos libros.

“Yo tengo dos hijos acá. El mayor le lleva un año al otro y a mi me toca comprar dos kits nuevos anualmente. Sería bueno que se pudiera ceder el código para que a uno le salga más barato”, sostuvo.

Otro padre fue más severo. Indicó que esta modalidad es netamente un negocio editorial que impone a los padres a comprar en un mismo lugar y el libro original. 

“Los estudiantes tienen derecho a elegir otra modalidad, pero si compras los textos aparte lo perjudicas porque puede terminar perdiendo las materias”, dijo. 

Guía y aprendizaje

La profesora de lengua castellana del Colegio Colón Yesenia González indicó que este tipo de herramientas le ayuda a los docentes a llegar más “fácil” al estudiante. 

Agregó que también les permite educar a los alumnos en cuanto al buen uso de la tecnología. “Al ser demasiada información la que ofrece internet es bueno guiarlos para que tomen el camino indicado y lo positivo que tienen las plataformas”, explicó. 

Yadira Guzmán, por su parte, argumentó que este servicio virtual les permite tener un seguimiento más riguroso sobre el estudiante. 

“La idea es magnifica y debemos tener en cuenta que los estudiantes de ahora están en una generación digital, por eso deben trabajar en este tipo de herramientas”, concluyó la docente de ciencias sociales. 

Germán Carranza lee uno de sus libros, mientras espera la llegada los clientes en su estante ubicado en el centro de Barranquilla.

Rumbo universitario 

De acuerdo con la secretaria de Educación del Distrito, Karen Abudinén, este tipo de herramientas les permite a los estudiantes prepararse de la mejor manera de cara a la etapa universitaria. 

“Podemos decir que estas ayudas pedagógicas son una ventaja para que nuestros estudiantes se familiaricen con su uso, ya que en las universidades son muy utilizadas este tipo de plataformas”, sostuvo la funcionaria. 

Añadió que es necesario que las instituciones capaciten a los docentes , estudiantes y padres para el uso y mayor provecho de las mismas.

Abudinén reconoció que las quejas recibidas en la Secretaría de Educación de Barranquilla tienen que ver principalmente con el poco uso que algunas instituciones le dan a las plataformas. 

“Los padres deben exigir su uso y el desarrollo total de los contenidos que se presentan en las mismas”, enfatizó. 

Ventas garantizadas. Uno de los grandes beneficiados en este tema de las plataformas son las papelerías de mayor reconocimiento en la ciudad. De hecho, EL HERALDO visitó dos de estos establecimientos.

El primero de ellos tiene vínculos con diez colegios privados para vender los kits. De estas instituciones seis son de Barranquilla, tres de Soledad y una de Sabanalarga. 

Entre las de Barranquilla se encuentran el Colegio Colón, el Colegio Nuestra Señora de Lourdes, el Instituto La Salle, el Colegio Integral Glenn Doman, el Gimnasio María Montessori y  el Colegio Hermana Virginia Rossi. 

Del Atlántico están la Institución Educativa María Montessori, el Centro para la Formación Integral Emanuel, en Soledad, y la Escuela Normal Superior Santa Teresita, en Sabanalarga. 

De esta lista de instituciones el kit con acceso a plataforma virtual más barato es de $112.000 y el más caro es de $509.000. Un administrador de este establecimiento indicó que los precios varían dependiendo el colegio y de la cantidad de libros que tenga el paquete. 

La persona encargada de la primera papelería que prefirió no dar su nombre señaló que las ventas del kit son seguras por la obligación que tiene el cliente, pero no del todo rentable. Aunque, aseguró que vendiendo todos los libros sueltos sin el kit tiene una ganancia del “30%”, mientras si incluye el paquete solo gana el “10%”. 

De diferente manera, opinó el administrador de otra papelería reconocida a nivel local. El encargado expresó que la venta del kit le genera una gran rentabilidad a su negocio. “Desde que ofrecemos está modalidad se nos incrementaron las ventas en un 40% en cada temporada escolar”, aseguró la persona. 

Añadió que en la papelería que maneja actualmente dos colegios de Sabanalarga tienen vínculos con ellos en cuanto a la venta de este paquete de libros. 

Golpe a la piratería 

Ambas papelerías destacaron que este nuevo elemento en sus vitrinas les asegura un triunfo frente a los negocios que venden libros de manera informal y los clientes que prefieren sacar copias de los libros que son prestados. 

Las creadoras de esta estrategia son las editoriales. Una de ellas es Norma, la cual tiene vínculo con los colegios nombrados en los párrafos anteriores. 

EL HERALDO intentó comunicarse vía correo electrónico con la editorial, pero no respondieron a las inquietudes planteadas hasta el cierre de la edición anterior. 

Una de las personas afectadas con estos kits escolares es Germán Carranza, quién desde hace 30 años vende libros de segunda mano en el centro de Barranquilla. El vendedor aseguró que esa nueva modalidad los ha afectado mucho porque obliga a los clientes a comprar los libros originales y en lugares específicos. “Hay muchas personas que no tienen los recursos para comprar los textos de primera y recurren a uno. Pero ahora con esta nueva imposición uno deja de venderles”, sostuvo.

El comerciante aseguró que las ventas actuales disminuyeron en un 40%. Afirmó que antes de la llegada de este nuevo paquete de libros, se agotaba el 100% de su mercancía. 

“Antes uno se vendía hasta 20 millones de pesos, ahora solo llegas 10 nada más”, explicó. Además, agregó que ya muchas personas han regresado a su lugar de trabajo a devolver los libros de segunda que le compraron porque necesitan el kit para tener el código de acceso a las plataformas virtuales. 

“Ante eso a uno le toca cambiarles el texto por otro o devolverles el dinero”, admitió el hombre que llevaba una camiseta de Junior puesta. 

De igual manera opinó Orlando Villar, quién tiene su venta de libros ubicada en la Plaza de San Nicolás. El comerciante afirmó que estos kits escolares están afectando tanto a los padres de familia como su negocio. “Los clientes pueden conseguir los libros a mitad de precio aquí”, sostuvo. 

El vendedor señaló que tiene varios libros acumulados en su estantería porque la gente no se los puede llevar, ya que no tienen el código de acceso a las plataformas. Agregó que las ventas en su negocio han disminuido en un 50% con respecto a años anteriores, cuando no existía esta modalidad de aprendizaje. 

Dairo Arteta, presidente de la Asociación de Libreros del Centro, indicó que las editoriales en su “afán” de acabar con la piratería terminan perjudicando a los padres de familia. 

“Hay un monopolio de los colegios que no permiten que los clientes busquen una economía para su hogar. La idea no es que las editoriales pierdan porque ellos hacen su trabajo, pero ponen un límite que nos saca a nosotros del negocio y perjudican a los padres”, manifestó. 

Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp
Convierta a El Heraldo en su fuente de noticias
X
COMO REPORTAR A WASAPEA
1. Agrega a tu celular el número de Wasapea a EL HERALDO: +57 310 438 3838
2. Envía tus reportes, denuncias y opiniones a través de textos, fotografías y videos. Recuerda grabar y fotografiar los hechos horizontalmente.
3. EL HERALDO se encargará de hacer seguimiento a la información para luego publicarla en nuestros sitio web.
4. Recuerda que puedes enviarnos un video selfie relatándonos la situación.