La mendicidad ha crecido en el Centro, dicen comerciantes
Gremio de comerciantes hacen un llamado a las autoridades distritales para controlar la situación en este sector de la ciudad.
“Incomodidad” es la palabra que más se repite entre los comerciantes del centro de la ciudad, a raíz de la difícil situación de la mendicidad infantil. Según Omar, vendedor ubicado en la Plaza de San Nicolás, esta imagen se repite diariamente y dice que el hecho de que algunos usen los niños para pedir limosnas es “infrahumano”.
Dina Luz Pardo, directora ejecutiva de Asocentro Barranquilla, explicó que esta zona de la ciudad tiene el “mayor índice de niños mendigando” por lo que pide mayores operativos para controlar la situación.
“Los comerciantes están cansados con esta situación. En un grupo de whatsapp han comentado que hasta cuatro veces al día se acercan a los locales comerciales a pedir dinero”, explicó.
Además, Pardo enfatizó que la policía, cuando realiza presencia en el sitio solo le piden a los padres que se lleven a los infantes y los retiran del lugar. Sin embargo, comenta que días después se vuelven a presentar por los establecimientos ubicados en zonas como el Paseo Bolívar, calle 30 y carreras 40 y 43.
“Nosotros pedimos que se mire de fondo la problemática y saber quienes son las personas que tienen a esos infantes en las calles, si realmente son sus padres o si son alquilados. “Se necesita un trabajo social y un control más seguido”, resaltó Pardo.
¿Qué hacer?
Como una respuesta ante el reclamo por parte del gremio de comerciantes del centro, el Secretario Distrital de Gestión Social, Santiago Vásquez, recalcó que esta semana se fortalecerá los operativos para este sector de la ciudad. Además, comenta que este tipo de labores sobrepasa la capacidad de reacción del Distrito, por lo que señala que “esto es un trabajo que se debe hacer de manera articulada con la policía de infancia y adolescencia”.
Por otro lado, Vásquez señaló que los adultos aprovechan la temporada de receso escolar de los menores para llevarlos a las calles de la ciudad y generar compasión a los transeúntes. “Le pedimos a la comunidad que no le den dinero a los niños porque detrás hay un adulto. Esto es una forma de maltrato y abuso infantil. No hay que permitir que los niños se conviertan en un negocio”.
