El camino hacia la transición energética en el país avanza desde diferentes frentes. Uno de estos es la creación de las Comunidades Energéticas (CE) en todo el territorio nacional, programa bandera del Gobierno que tiene como objetivo superar la pobreza energética en algunas regiones del país.
Hasta la fecha se han inaugurado 28 Comunidades Energéticas y se encuentran en fase de implementación 463 adicionales, de un total de 20.000 que el Gobierno se ha propuesto alcanzar para el año 2026.
Precisamente, en noviembre de 2023, en La Guajira se lanzó el programa de Comunidades Energéticas como una oportunidad para la autogeneración de energías limpias en zonas de difícil acceso en el territorio nacional y garantizar autonomía energética, destacó en su momento el ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho.
A través del decreto 2236 del 2023, el Gobierno reglamentó la estrategia de Comunidades Energéticas, que establece que “grupos organizados de usuarios naturales o jurídicos pueden asociarse para generar, comercializar y/o usar eficientemente la energía a través del uso de fuentes no convencionales de energía renovable, combustibles renovables y recursos distribuidos”.
Lo que se busca es aumentar la cobertura del servicio de energía y garantizar el acceso por parte de las poblaciones vulnerables, además de incrementar la eficiencia energética.
Otro de los objetivos es evitar las pérdidas de energía mediante la proximidad del lugar de generación de energía al sitio del consumo y descentralizar la generación, almacenamiento y consumo de energía hacia las comunidades en condiciones de vulnerabilidad.
El programa, que invita a la postulación de comunidades, especialmente aquellas afectadas por el conflicto armado y ubicadas en Zonas No Interconectadas (ZNI), se centra en el desarrollo de proyectos de generación de energía a partir de fuentes eólica, solar, geotérmica, biomasa y mareomotriz, según el potencial de cada localidad.
En Colombia no es la primera vez que se habla de Comunidades Energéticas. En 2020, en el barrio El Salvador de Medellín, se instalaron dos sistemas de generación solar fotovoltaica en tres techos, compuestos por 43 paneles solares con capacidad de 470 vatios cada uno y dos inversores para entregar la energía a la red de distribución eléctrica. Esta comunidad se construyó con el apoyo de las Empresas Públicas de Medellín (EPM), la Universidad EIA y las empresas Erco y NEU.
Postulaciones al programa
A la fecha, después del lanzamiento de la estrategia se han postulado para hacer parte de este programa más de 18.700 comunidades.
Mauricio Rey, coordinador de Comunidades Energéticas del Ministerio de Minas y Energía, sostuvo que luego del lanzamiento del programa se abrió el canal de postulación a través de la página web del Ministerio.
“Le dijimos al país: queremos que nos diga quiénes quieren convertirse en comunidades energéticas y a la fecha hemos recibido más de 18.700 postulaciones de diferentes comunidades en todo el país. Es decir, acercándonos a la meta deseada por el presidente de las 20.000 comunidades energéticas”.
Explicó que por ser un proyecto tan ambicioso y que implica una inversión cuantiosa de recursos públicos se deben establecer unos criterios de focalización y priorización para garantizar el proceso de implementación, registro y seguimiento establecido por el programa.
Para elegir en qué comunidad se realizará el proyecto se tienen en cuenta las necesidades de la población, la organización de la gente y la vocación productiva de esos territorios, con el fin de diseñar un prototipo de energización que se entregue para promover el desarrollo de las economías populares, indicó Rey.

Focalización de grupos
De las más de 18 mil comunidades postuladas, se realizó un proceso de focalización y priorización para determinar cuáles avanzarían a la etapa siguiente. Finalmente, se estableció que 17.397 postulaciones eran calificables, es decir, la información proporcionada por estas comunidades es real y tienen el potencial para continuar.
Para determinar cuáles debían ser priorizadas, se establecieron una serie de criterios basados en el programa del Gobierno nacional.
Rey destacó que estos criterios incluyen: Territorios de Paz –comunidades víctimas o firmantes de paz–, de Pobreza Energética Multidimensional y Étnicos diferenciales. “¿Cómo restituimos la deuda histórica con los pueblos negros?, con los pueblos indígenas que son mayoritarios en Colombia, en estas zonas también de pobreza energética multidimensional”, indicó.
Otro de los criterios es el de género. “La transición energética justa es con las mujeres o no es”.
Una última son las comunidades con una fuerte dependencia del carbón térmico como fuente de energía.
Luego de aplicar los criterios de focalización, un comité integrado por diversas entidades gubernamentales, como la Agencia de Tierras, la Unidad de Reparación Integral de Víctimas y la Agencia de Renovación del Territorio, entre otras, cruzó información e identificó a las 2.475 comunidades que serán intervenidas entre este año y 2025. De este grupo, se han priorizado mil comunidades para este año, ubicadas en los departamentos de La Guajira, Cauca, Córdoba y Nariño.
Financiación
Uno de los grandes retos para alcanzar la meta de construir 20 mil comunidades energéticas en el país es la financiación. La principal fuente proviene del Presupuesto General de la Nación, en el que para este año ya se han comprometido cerca de un billón de pesos con el objetivo de cerrar 2024 con mil comunidades energéticas en funcionamiento, según afirmó el coordinador de Comunidades Energéticas (CE).
Para el próximo año se espera contar con más de 1.5 billones de pesos del Presupuesto General de la Nación asignado al proyecto de comunidades energéticas. Otra fuente de financiación proviene del recaudo por el impuesto de obras.
“Obras por impuestos es una figura en la que las empresas privadas, especialmente del sector hidrocarburos, pueden financiar comunidades energéticas”, explicó Rey.
En este punto destacó el compromiso de la generadora de energía Isagen, que ha destinado 50 mil millones de pesos para apoyar las comunidades energéticas.
“Esto es muy positivo, hemos logrado una sinergia con el sector privado”, subrayó.
También se trabaja con la cooperación internacional para atraer inversión extranjera en estos proyectos energéticos. “Esta es una estrategia muy ambiciosa que ha tenido una excelente recepción entre los agentes privados y públicos. No hemos encontrado resistencias políticas, económicas ni sociales a una estrategia que promueve el desarrollo a partir de la energía”, puntualizó.
Aporte de Isagen
Durante la inauguración en el municipio de Sabanalarga, Atlántico, del parque Bosques Solares de Bolívar el pasado 28 de junio, que contó con la asistencia del presidente Gustavo Petro, el gerente de Isagen, Camilo Marulanda, anunció la entrega de 50 mil millones de pesos al Gobierno nacional para apoyar el programa de Comunidades Energéticas.
En su discurso anotó: “Pensando en un tema de país, en un tema de cómo impactar favorablemente las poblaciones más vulnerables, queremos, presidente, apoyar a su Gobierno con 50 mil millones de pesos para comunidades energéticas. Entendemos que es un proyecto que le gusta, entendemos que puede tener un gran impacto social y queremos ser parte de ese esfuerzo”.
Cabe destacar que la presidenta de la Asociación Colombiana de Generadores, (Acolgen), Natalia Gutiérrez, el pasado mes de abril, se comprometió desde el gremio acompañar al Gobierno en el desarrollo de las comunidades energéticas.
“Vamos a planear con el Gobierno cómo podemos involucrarnos económica y técnicamente en estos proyectos”, señaló en su momento.

Autogeneradoras
Las comunidades energéticas pueden desarrollar las actividades como autogenerador colectivo (AGRC), que es generar y usar energía de forma colectiva, podrán vender sus excedentes de energía eléctrica a la red en el caso que exista.
Otra forma en la que pueden desarrollarse es como generador distribuidor colectivo (GDC), que es la producción de energía eléctrica cerca de los centros de consumo conectadas al Sistema de Distribución Local (SDL), o una microrred, y venta de energía en esquemas colectivos.
Se espera por parte de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) la resolución que permita a las comunidades energéticas la comercialización de los excedentes de energía.
Comunidades energéticas educativas, de salud y urbanas
El concepto de comunidad energética abarca no solo a las poblaciones vulnerables o de pobreza energética. También hacen parte de estos grupos las comunidades energéticas educativas, en donde sus integrantes generan energía para mejorar la calidad educativa de sus instituciones.
En este sentido, ya se firmó un convenio con el Ministerio de Educación para construir las primeras mil comunidades energéticas educativas, que corresponden al 30 % de los colegios de Colombia que no han tenido energía, y llevarle energía de fuentes no convencionales a esas escuelas, según Mauricio Rey, coordinador de Comunidades Energéticas del Ministerio de Minas y Energía.
Asimismo, están trabajando con el Ministerio de Salud en la firma de otro convenio para construir comunidades energéticas de salud. Rey, puso como ejemplo el hospital de Turbaco en el departamento de Bolívar. “Es un hospital que está embargado por la operadora de energía porque no tiene con qué pagar el servicio. Nosotros hemos dicho podemos convertir ese hospital en una comunidad energética de salud para que genere energía para satisfacer la demanda energética del hospital”.
Con respecto a las comunidades energéticas urbanas, en Barranquilla se trabaja en implementar cinco primeras canchas energéticas.




















