Un llamado de alerta han hecho algunos veedores sobre el estado actual del nuevo puente Pumarejo. Algunos puntos de la estructura, que en diciembre cumplirá cinco años de haber sido inaugurada, presenta altos niveles de corrosión y oxidación.
Las barandas del puente han sido las más afectadas por este deterioro. En mucho de los puntos de conexión de los tubos de metal hay roturas y podrían considerarse un riesgo para los transeúntes de ese sector.
En un recorrido realizado por EL HERALDO se pudo evidenciar el desgaste y la oxidación que presentan algunas estructuras del puente Pumarejo. Asimismo, se logró corroborar que una de las luminarias fue tumbada y se encuentra tendida sobre la zona peatonal y otra fue sustraída de su sitio.
“El puente Pumarejo tuvo una inversión de $800 mil millones; sabemos que estamos expuestos a alta salinidad y corrosión, por lo tanto el material a utilizar debe ser material altamente anticorrosivo”, dijo una ciudadana.
Los líderes de la zona hicieron una invitación al Ministerio de Transporte, la Alcaldía de Barranquilla y a las gobernaciones de Atlántico y Magdalena para que adelanten una visita de inspección, con el fin de corroborar las condiciones de deterioro e intervenir la estructura.
Cabe recordar que el puente, en 2020 y tras ocho meses de inaugurado, fue objeto de vandalismo y también de deterioro por oxidación en las barreras laterales de seguridad.
Posteriormente, se conoció una auditoría realizada por la Contraloría Delegada para el sector de Infraestructura que determinó un hallazgo administrativo con presunta incidencia disciplinaria y apertura de indagación preliminar, al evidenciarse corrosión prematura en las barandas del nuevo puente Pumarejo.
Para ese entonces, se consideró –por parte del equipo auditor– que tal situación pudo derivarse de una “deficiente decisión técnica adoptada por el contratista de obra y aprobada por el interventor, en lo relativo al tipo y especificación del material (acero) utilizado, que no tuvo en cuenta las agresivas condiciones ambientales particulares (vientos, salinidad) de la zona donde está ubicado este puente”.
EL HERALDO consultó al Instituto Nacional de Vías (Invías) y la Alcaldía de Barranquilla sobre esta situación y hasta el cierre de esta edición no se obtuvo respuesta.
