El Heraldo
Aspecto de una vivienda inundada en la calle 3 del corregimiento La Peña, en Sabanalarga. Samuel Buelvas
Atlántico

Nostálgico retorno de familias de La Peña a sus viviendas

La comunidad señaló que las condiciones de sus viviendas no son idóneas para habitarlas. Alcalde Manotas informó que 7 familias permanecen en las instalaciones del colegio del corregimiento

Cerca de dos meses después del desbordamiento del Embalse del Guájaro, alrededor de 43 familias –residenciadas en las calles 3 y 4 del corregimiento de La Peña, jurisdicción del municipio de Sabanalarga– han regresado a sus viviendas tras la disminución del nivel de las aguas.

Luego de resguardarse por varias semanas en las instalaciones del colegio del corregimiento, los ciudadanos han empezado a retirar sus enseres y habitar sus viviendas, a pesar de no encontrarse en las mejores condiciones. Aguas estancadas, humedad en las paredes y algunas fisuras se observan con facilidad en las viviendas.

La preocupación de la comunidad está relacionada con los posibles problemas de salud que pueden tener a causa de esta situación, que tendría mayor impacto en los niños y los adultos mayores. Julio Padilla, morador de la calle 3, contó que las familias tomaron la decisión de evacuar el plantel educativo porque los estudiantes pronto van a regresar a clases y necesitan este espacio para su formación.

Mientras tanto, se encuentran a la expectativa porque no saben si el Gobierno nacional y las autoridades locales contribuirán a mejorar su calidad de vida luego de haber estado tan expuestos a los cambios climáticos.

En ese sentido, Padilla solicitó el cierre de las compuertas del Guájaro, ubicadas en el corregimiento de Villa Rosa, Repelón, con el fin de evitar nuevos riesgos a la comunidad de La Peña. “Al comienzo de las afectaciones por la lluvia las autoridades nos brindaban apoyo, pero ahora nos abandonaron porque no hemos recibido más auxilios”, agregó el habitante.

A su turno, Reinal Galindo Torres, habitante del corregimiento, señaló a EL HERALDO que en este momento duerme en un albergue, pero en el transcurso del día se dirige a su casa para cocinar, a pesar de las precarias condiciones en las que quedó su casa. 

Samuel Buelvas

Del mismo modo, expresó que siente “nostalgia” al estar trasladándose de un lugar a otro porque no le está brindando calidad de vida a su familia. “Todo sería distinto si las autoridades hicieran un plan de levantar los pisos de las viviendas y del mismo modo el malecón para prever la angustia que se vive año tras año por el invierno”. 

Galindo Torres, otro habitante de la zona, también llamó la atención del presidente Gustavo Petro para que haga presencia en La Peña y observe las necesidades que han tenido las comunidades desde la tragedia del año 2010.

Por su parte, Nadith Coronado señaló a este medio que los residentes de las calles 3 y 4 de La Peña viven en “condiciones infrahumanas” al habitar viviendas rodeadas de aguas estancadas, con calles sin pavimento y humedad, entre otras cosas. “Las ayudas que nos prometieron para apaciguar está situación aún no han llegado y no sabemos si en algún momento seremos prioridad”, indicó.

Por otro lado, mientras Santiago Sulbarán trataba de sacar el agua del frente de su casa, le relató a EL HERALDO que en el interior se percibía una laguna que alcanzaba los cuartos y la parte trasera, la cual ha permanecido allí durante meses porque las filtraciones han imposibilitado que la infraestructura se mantenga seca. “Yo estuve viviendo en un albergue, pero hace días me trasladé a mi casita pese al mal estado en que se encuentra porque necesito ver como rescato lo único que tengo. Desde entonces me la he pasado sacando agua con baldes para que quedé seca aún no lo he logrado”, enfatizó. 

Hablan las autoridades

El alcalde de Sabanalarga, Jorge Manotas, explicó que de las 50 familias que fueron reubicadas en la escuela de La Peña por los estragos de las lluvias, 7 de ellas aún se encuentran habitando el establecimiento educativo en este momento. 

Sobre ello, el mandatario local resaltó que han venido realizando el respectivo acompañamiento a las comunidades, así como también ha implementado la utilización de maquinarias a través de material seleccionado para habilitar las calles.

“En este momento estamos en diálogo con las siete familias porque la intención es desocupar el colegio para que se dé el inicio de la jornada escolar”, subrayó.

Manotas también dejó claro que el retorno de las familias hacia sus casas ha sido “voluntario”. “La situación en la calle 3 se ha normalizado, al igual que en el sector Puerto Bello, que es la zona comercial de los restaurantes en el corregimiento”, anotó.

En cuanto al actual estado de algunas viviendas, el alcalde de Sabanalarga informó que existe un terreno focalizado para la construcción de casas que se destinarán a esas personas que quedan en un inminente riesgo. 

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