La ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, Rosa Yolanda Villavicencio, realizó este viernes en la ciudad de Santa Marta la instalación del Foro de Organizaciones de la Sociedad Civil de América Latina, el Caribe y la Unión Europa, un evento previo a la Cumbre Celac que se llevará a cabo este 9 y 10 de noviembre.
Para la funcionaria, la relación entre la Unión Europea y los países de América Latina y el Caribe no solo es política o comercial, sino también una historia humana.
“Son millones de latinoamericanos y caribeños que viven en Europa y que cada día tienden puentes entre nuestras culturas. Asimismo, miles de europeos han hecho de América y el Caribe su lugar de vida y de residencia. De un lado y del otro, esas presencias han tejido una red poderosa de afectos, aprendizajes y responsabilidades compartidas que se convierten en los verdaderos embajadores entre las regiones”, declaró.
Villavicencio resaltó que “ambas partes del mundo enfrentan retos que no admiten respuestas unilaterales, como lo son el cambio climático la desigualdad la migración forzada y la seguridad alimentaria, entre otras”.
Puso de presente que la política exterior no puede ser un ejercicio de élites, y debe abrirse a las voces que vienen desde todos los sectores. “Tiene que abrirse a las mujeres que cuidan la vida, de los pueblos que defienden sus ríos y ecosistemas, y de los jóvenes que imaginan un futuro sostenible”.
En ese sentido, Hadja Lahbid, comisionada europea para la Equidad, preparación y gestión de crisis, comentó que “la Unión Europea no solo está disponible para América Latina y el Caribe en tiempos de crisis, estamos abiertos a construir lazos; desde los líderes locales y comunidades, podemos construir estrategias y destinar apoyos”.
También, detalló la labor que han venido haciendo los comisionados en América Latina y el Caribe.
“Estuvimos visitando comunidades en Bogotá para conocer de desarrollo sostenible y otros temas, así como también en el Chocó ayudando a las poblaciones afectadas por el Huracán Melissa, vimos cómo este fenómeno afectó a Haití y otros países que tendrán siempre nuestra atención”.
Por otro lado, Andrea Remes, representante de la juventud global, anotó que: “escuchar la voz de los jóvenes no es una cortesía, es una herramienta necesaria para construir proyectos en todo el mundo. Tenemos que pensar a futuro y mirar cómo podemos ayudarnos mutuamente”.



















