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En busca de soluciones definitivas que den por terminada la crisis de entrega de medicamentos y se garantice la oportuna prestación de los diferentes servicios de salud, la Personería Distrital de Barranquilla lideró una mesa técnica con los diferentes entes de control y representantes de EPS que operan en la ciudad.

El personero Miguel Ángel Álzate explicó que durante el encuentro cada EPS presentó un informe sobre el manejo de sus PQRS (Peticiones, Quejas, Reclamos y Sugerencias). Según los reportes, en el último año se evidenció un incremento significativo en las inconformidades, principalmente relacionadas con la entrega de medicamentos.

“Las cifras superan las mil quejas mensuales en promedio por EPS, sin contar las que recibe directamente la Superintendencia de Salud o las que llegan a los entes de control. El mayor volumen de quejas lo concentran la Nueva EPS, Cajacopi y Coosalud”, precisó Álzate.

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Frente a este panorama, las entidades acordaron la implementación de planes de contingencia para reducir la problemática. Según el personero, ya se observa una tendencia a la baja en las quejas por medicamentos, aunque advirtió que la situación aún no está resuelta.

No obstante, el líder del Ministerio Público señaló que persisten “graves deficiencias” en la asignación de citas médicas y oportunidad en la atención, temas que continúan generando alta insatisfacción en los usuarios.

Mesas de trabajo

Álzate anunció que a partir de esta reunión se firmará un acta de compromiso entre las EPS y los entes de control, en la que se establecen cronogramas y mesas de trabajo individuales con cada entidad promotora de salud para dar seguimiento puntual a las quejas.

“Este no puede ser un encuentro de un solo día. Es un problema estructural, sistémico, que afecta no solo a Barranquilla y el Atlántico, sino a todo el país. Vamos a hacer un seguimiento riguroso a los compromisos adquiridos”, aseguró el personero.

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Según Álzate, la reunión dejó en evidencia que la Nueva EPS es el caso más crítico en la ciudad, con indicadores en alza y sin resultados favorables hasta el momento. Sin embargo, afirmó que su gerente se comprometió a implementar medidas de corto plazo que deberían impactar en la reducción de quejas en el próximo mes.

“La realidad es que están prestando un mal servicio. Los ciudadanos lo perciben y, en algunos casos, han recurrido a vías de hecho por la frustración de no conseguir los medicamentos que requieren. Esto agrava el sistema porque una patología no atendida a tiempo demanda luego más recursos”, advirtió.

Finalmente, el personero reiteró que el compromiso es conjunto entre las EPS, los dispensarios, los entes de control y la ciudadanía, para cortar el “círculo vicioso” que en la actualidad mantiene en crisis al sistema de salud en Barranquilla y el Atlántico.

Es importante recordar que los usuarios han señalado en reiteradas ocasiones que llegan a los dispensarios en busca de sus medicamentos y que luego de varias horas de intensas filas de espera, son más los que quedan pendiente debido a que no se encuentran o ya no manejan alguno de los medicamentos.

Asimismo, señalaron que –por lo general– las fórmulas que no son entregadas son aquellas de mayor valor, las cuales ponen en riesgo la salud de los pacientes que interrumpirían su tratamiento de no poder costearlos por sí mismos.