Destinos imperdibles para celebrar el Día Internacional del Café
Además de Colombia, países como Italia, Kenia y Brasil son reconocidos a nivel internacional por los sabores que desarrolla el grano cultivado en sus tierras.
A nivel cultural en el territorio colombiano, no existe una mejor manera de comenzar las mañanas, sino que con una taza de café.
Sea caliente o frío, el consumo de esta bebida es una tradición en millones de hogares colombianos y en todo el planeta. Por eso, para celebrar el orgullo en torno a esta costumbre, el primero de octubre es reconocido en el calendario como el Día Internacional del Café.
Y es que el café, además de generar un efecto de reacción ante la somnolencia, también tiene varios beneficios para la salud.
Un estudio reciente demostró que el consumo del café, entre dos y tres tazas al día, genera un efecto positivo en la salud cardiovascular de las personas.
La investigación, publicada por el National Institute of Health (NIH) de Estados Unidos, analizó a un grupo de más de 400.000 personas entre 50 y 71 años, durante un periodo de 14 años.
Las conclusiones dan cuenta de que el café evita el riesgo de arritmia, isquemias y fallas cardiacas en personas que ingresan a la tercera edad, reduciendo el riesgo de muerte por estas enfermedades.
El Día Internacional del Café ha generado consciencia internacional en torno al turismo que pueden generar los amantes de esta bebida.
Apasionados por conocer nuevos sabores y experiencias, muchos seguidores de esta bebida viajan por todo el planeta en búsqueda de encontrar granos exóticos y desconocidos.
En ese sentido, Colombia se ha convertido en un país pionero. Por ejemplo, en ciudades como Bucaramanga o el Eje Cafetero se desarrollan planes turísticos denominados como Rutas del Café, en los que se desarrollan catas, es decir, experiencias de degustación de diferentes granos.
Por otra parte, nuestro territorio cuenta con uno de los mejores granos del planeta, denominado HR 61 y comercializado bajo el nombre de Umpalá, que es actualmente el más costoso en la escala de comercialización nacional.
Además, varias cafeterías de Bogotá ofrecen la experiencia de la cata de café, la cual puede combinarse con sabores provenientes de licores y esencias dulces, en lo que se configura como uno de los planes más innovadores que se llevan a cabo en el presente, para quienes buscan experiencias diferentes en la capital del país.
Ahora bien, si se quiere salir de Colombia...
África fue el continente que vio nacer el café. Su descubrimiento data del siglo IX y, aunque es Etiopía el país visto como la madre natural, hoy por hoy Kenia es uno de los países que más prestigio ha conseguido en ese continente por su producción y potencial turístico en torno al café.
En su mayoría, los cafetales africanos se sitúan por encima de los 1.500 metros de altitud, lo cual, sumado al microclima del país, y a las particularidades del terreno (suelos volcánicos ricos en nutrientes), definen una taza de particularidades únicas, muy apreciada, sobretodo, por los amantes del café de elevada acidez, delicado aroma y buen cuerpo.
Portugal es otro país que ha ganado terreno en cuanto a la discusión por el turismo cafetalero. Pedir una bica en Lisboa es participar en la conversación de un país que se ha caracterizado por consumir café en A Brasileira, uno de los lugares más famosos de una de las capitales del mundo.
Por último, Italia y Austria ofrecen experiencias que rayan con lo ancestral. Fueron estos los países por donde comenzó a exportarse el grano con destino a occidente, debido a que en Viena, patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad, se abrió la primera cafetería del Viejo Continente, mientras que el grano salía por los puertos italianos de conexión directa con el Mediterráneo.
En ambos países, el café configura una religión que atrae a miles de seguidores año a año. Por sus ubicaciones estratégicas en la geografía europea, ambos países ofrecen las mayores variedades del grano, y por tanto, de sabores, en todo el planeta.
