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La nueva señorita España, Ángela Ponce, acaba de romper muchas de las usanzas establecidas en un certamen de belleza. Nació siendo hombre, pero desde siempre se sintió una mujer. Hoy es la primera mujer transexual en participar en Miss Universo y busca con su reinado enseñar en materia de diversidad. 

A sus 26 años, esta sevillana se considera una mujer del siglo XXI porque se identifica dentro de ese amplio espectro que le da su orientación sexual e identidad de género. Asegura que su elección cambia muchos paradigmas establecidos en la sociedad y le abre las puertas a la tolerancia, inclusión y a la pedagogía para aquellos que 'todavía no comprenden'. 

Ponce señala que los comentarios negativos no la desaniman porque al venir de un pueblo pequeño está acostumbrada a ellos desde siempre. 

'Hay comentarios negativos, pero los mensajes positivos y el cariño los superan', dijo. Además, expresó que eso le hace querer luchar más por un cambio. 

La modelo completó su reasignación sexual en el 2014 después de varias cirugías. Desde pequeña le explicó a su madre que no le gustaba vestirse de niño, que prefería ropa sin género. Ya adulta empezó su transformación. 

Ángela aplaude las iniciativas de su país con respecto a la inclusión y diversidad. Esta activista de derechos Lgbti trabaja en la Fundación Daniela, una organización sin ánimo de lucro que tiene el objetivo de apoyar a jóvenes trans con dificultades, en especial a menores de edad. Cumpliendo la labor de orientar a las familias que atraviesan por estas situaciones. 

La modelo y nueva Miss España es consciente de que con su corona ha logrado algo histórico y espera que muchas otras mujeres trans en el mundo puedan aprovechar esta ola de cambios que se están gestando en el interior de las organizaciones como los certámenes de belleza. Por lo pronto, la controversial española continúa su ardua preparación para representar a su país en el reinado universal de la belleza.