A juzgar por el pulso que mantienen, cada uno en la defensa de su trinchera argumentativa, este no parece ser el camino elegido. Antes bien, las posibilidades de acercarse o de establecer puntos de encuentro lucen distantes, porque ninguno de los aludidos tiene prisa ni interés de llegar a ellos. Deberían revisar sus actitudes. Es evidente que si no deponen sus antagonismos ideológicos, controlan su tensión emotiva e incontinencia verbal y entierran el hacha de guerra no será posible retomar el diálogo, justo cuando más se requiere, debido a que las aguas que reventaron Cara ’e gato, en dos ocasiones distintas, seguirán al alza por un tiempo.
Este, según el Gobierno Nacional, es un paso decisivo hacia la recuperación ambiental y la protección de miles de familias vulnerables.
Tras el levantamiento topográfico definitivo la UNGRD depuró el número de propietarios e identificó que algunos predios son baldíos del Estado.
El panorama no es el más alentador, pues los altos niveles del río Cauca mantienen paralizadas las obras de la Ungrd en el Canal de La Esperanza.
Los funcionarios tienen 30 días para evaluar la situación de la región y con base en ello ejecutar las fases de respuesta a la emergencia.