El congresista liberal advirtió que no se puede avalar la impunidad en nombre de la paz y calificó como un triunfo para el Estado de derecho el concepto negativo del alto tribunal.
El expresidente de Brasil habló desde la sede de la Policía, donde le fue puesta una tobillera electrónica.
El congresista era investigado por agredir verbalmente a tres policías durante una inspección en un hotel de la capital de Bolívar.
Los expresidentes del Senado y de la Cámara de Representantes, respectivamente, seguirán recluidos y privados de su libertad en la cárcel La Picota.
La Sala Especial de Primera Instancia negó una petición de suspensión presentada por el fiscal encargado, Jorge Velásquez, quien manifestó no poder asistir a la diligencia por estar reemplazando a una funcionaria en vacaciones.