Pasto, una ciudad llena de sorpresas culturales
El Carnaval de Negros y Blancos volvió a abrir sus puertas a propios y foráneos. El arte, la cultura y la gastronomía fueron los grandes protagonistas de este evento que reactivó la fiesta de los pastusos.
Al son de Colombia tierra querida, Pasto recibió a los turistas que llegaban al aeropuerto Antonio Nariño a disfrutar del Carnaval de Negros y Blancos 2022.
Esta tierra, que fue designada por la Unesco como Ciudad Creativa en Artesanía y Arte Popular 2021, atesora en cada uno de sus rincones e inmensas montañas creatividad y tradición.
Uno de los principales atractivos turísticos de los pastusos son sus artesanías, especialmente aquellas hechas con la técnica ancestral del barniz de Pasto Mopa – Mopa, que ha transcendido de generación en generación y que en 2020 fue reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Por eso mientras se recorren las inclinadas calles nariñenses se pueden observar en las casas adornos coloridos que hacen homenaje a los artesanos y a su cultura. Floreros, sillas, guitarras, bandejas y otros accesorios son decorados con la lámina de Mopa – Mopa, que es extraída de un árbol de la selva amazónica en Putumayo.
Admirando sus creaciones en un salón de la Cámara de Comercio de Pasto, Jesús Ceballo, artesano del barniz hace 50 años, cuenta que cada día se siente más “orgulloso” de poder ser uno de los abanderados de esta técnica que aprendió empíricamente a los 10 años y que espera pueda seguir manteniéndose en las nuevas generaciones.
“La idea de esta tradición es que se aprenda la técnica y la sepan multiplicar hacia el presente y el futuro. Esto no es solo de una familia, porque la no consanguinidad también hace que se fortalezca el arte.
Yo siempre me he sentido orgulloso de esto porque yo respiro y soy barniz de Pasto”, dijo el artesano a EL HERALDO.
Con el fin de seguir preservando y salvaguardando esta identidad cultural, los artesanos ya cuentan con talleres escuelas en los que jóvenes y adultos pueden aprender esta técnica en solo cinco meses para luego tener la oportunidad de independizarse y crear sus propios talleres, que se convertirán en una fuente de desarrollo local.
Este proyecto además goza del apoyo del Ministerio de Cultura, que en cabeza de la ministra Angélica Mayolo ha reiterado su compromiso con los artesanos nariñenses.
El Carnaval de Negros y Blancos volvió a sentirse en la ‘Ciudad Sorpresa’, que la semana pasada se vistió de colores, máscaras y de espumas para disfrutar al son de la música andina.
En esta ocasión los pastusos y turistas vivieron un Carnaval diferente, marcado por los protocolos de bioseguridad que iban desde el uso del tapabocas hasta la presentación del carné de vacunación con el esquema completo.
Las taquillas fueron cambiadas por la aplicación móvil ‘Carnaval de Negros y Blancos’ para llevar un control de aforo y poder cumplir con todas las medidas de bioseguridad.
Lo único que no se cambió en esta fiesta fue la emoción, el entusiasmo y la alegría de los carnavaleros por poder disfrutar otra vez de los diferentes eventos tradicionales como el Pasaje del Carnaval, que agrupó por más de tres días las diferentes composiciones escultóricas pastusas como las tradicionales carrozas.
Michael Paz, artista y cultor del Carnaval, fue uno de los encargados de engalanar la carrera 27 con su obra de arte. Bajo la técnica volver ancestral creó una de las carrozas más grandes que llevó por nombre ‘Latinoamérica’, que representa cada “una de nuestras raíces”.
“Esta carroza de 14 metros de alto es la esencia y la sangre que llevamos en nuestras venas. En esta versión quisimos dar lo mejor porque siempre buscamos dejar nuestro Carnaval en alto”, dijo el cultor.
Pasto se vistió de su gran Carnaval de Negros y Blancos y con ello demostró que la cultura y las tradiciones se deben salvaguardar para dejar un legado a las generaciones futuras.
En el marco de la festividad, la ministra de Cultura, Angélica Mayolo, hizo presencia en el desfile de los colectivos coreográficos que se llevó a cabo en el estadio Libertad. Desde allí hizo una invitación a los colombianos a que conozcan la cultura nariñense que hoy también es reconocida mundialmente.
“Pasto es un territorio lleno de patrimonio cultural que ha logrado preservar sus tradiciones de generación en generación, con una diversidad que va desde las artesanías, la gastronomía, hasta el talento escenográfico que podemos admirar en este Carnaval que todos los colombianos debemos aprovechar”, dijo Mayolo.
Artesanías, gastronomía, música, danzas y mucho más hacen de Pasto la ciudad sorpresa de Colombia.
