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“¿Judy, qué me pongo?”: “ponte feliz, lo demás déjalo en mis manos”. Con esta frase, la diseñadora barranquillera ha cautivado a miles de mujeres que se han visto reflejadas en uno de los mayores principios de Hazbún: buscar reconfigurar la moda exterior desde el interior.

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Con ese concepto transformador, hizo un esfuerzo por combinar moda con impacto social. De esta manera, las camisas destacadas de la segunda edición de ‘La camisa que habla’, fueron bordadas por las internas del Centro de Rehabilitación El Buen Pastor a través de la Fundación Esperanza.

Desde el año anterior, Judy Hazbún lanzó una colección llamada ‘Empatía’, con la cual rompe moldes a través de la sostenibilidad y se convierte en un vehículo de expresión y sanación emocional. Allí, incorpora dos elementos fundamentales: ‘La camisa que habla’ y ‘El clóset inteligente’.

“Veo claramente cómo Dios me cuida”, “Vibrar Bonito”, “Nadie se resiste al amor” y “Estoy en una relación tántrica conmigo” son las nuevas frases que se incorporan en esta segunda edición, una prenda que está diseñada para ser más que una pieza de vestuario.

“Tenemos un proyecto de convertir esto en una comunidad porque se dio lo que yo quería y era que las personas conectaran con sus emociones, que es lo que ahora mismo no está sucediendo”, comentó Hazbún a EL HERALDO.

Inclusión a través de la moda

Desde hace siete años, la Fundación Esperanza se ha enfocado en la formación inclusiva y la transformación social con un enfoque productivo.

Con estas mujeres han logrado diversificar su línea de productos, incluyendo la maquila de recamado para diseñadores, técnicas artesanales como el macramé y el deshilado de guayabera.

“Hemos trabajado con diferentes entidades y diseñadores, y una de las que ha creído en ellas es Judy Hazbún. Ella ha permitido que estas mujeres, con sus manos maravillosas, creen productos de calidad, competitivos y vendibles en el mercado”, dijo la directora de la fundación, Claudia Quintero.

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Más que un talento artesanal, la diseñadora vio en las reclusas una oportunidad para impulsar un cambio social significativo.

“Las camisas son hechas en algodón, los botones son de enaka, los bordados lo hacen en cristales de quemery, murano que es una técnica que se les ha enseñado a ellas para fortalecer sus habilidades manuales. Lo único que estoy haciendo nuevo es ‘la camisa que habla’ porque la bordan las mujeres de El Buen Pastor y con esto lo que quiero es que entre todas las mujeres nos apoyemos. Ellas están en el estado más grave, cuando tú quieres tu libertad”, contó Hazbún.

Es por ello que encontró en este grupo de internas un valioso aliado para su misión de reconfigurar lo exterior desde el interior.

Fotos archivo EL HERALDO

Fortalecer el amor propio

‘La camisa que habla’ no fue un nombre puesto al azar y mucho menos un producto reciente de la imaginación. Para Hazbún, surgió desde su propia identidad: “porque yo hablo mucho y eso me ha salvado, porque lo que no se expresa enferma”.

En relación con el impacto de esta colaboración, la directora de la fundación, Claudia Quintero ha destacado: “En el caso de Judy prima todo ese enfoque del amor propio, el poder que tenemos las mujeres de salir adelante, que somos mujeres resilientes, que tenemos el poder de inspirar, tenemos el poder de construir, tenemos el poder de transformarnos. No por una vida que nos tocó, nos debemos quedar estancadas. Esto nos enseña que sí es posible salir adelante”.

Gracias a los bordados en estas prendas, las reclusas reciben un aporte solidario por cada pieza que realizan. Este aporte no solo cubre sus gastos personales, sino que también les permite apoyar a sus familias.

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“Ellas lo usan para sus gastos personales y además también lo hacen para impactar a su familia. Desde el lugar donde están privadas de la libertad, ellas les mandan a sus hijos. Lo que estamos haciendo con ellas es que estamos aportando a reconstruir el tejido social de este grupo de mujeres. No solamente cuando están dentro de El Buen Pastor, sino al momento de salir”, puntualizó Quintero.

Johnny Olivares

Conexión con la moda circular

La preocupación de Hazbún por el impacto ambiental de la moda no es nueva. Desde 2016, con su colección ‘Innecesarios’, ha abordado el tema del consumismo y la contaminación, haciendo un llamado a la industria para tomar responsabilidad.

La moda es un medio, que dependiendo cómo la uses, haces algo bueno o haces algo malo. Y ya hemos hecho muchas cosas muy malas para el planeta; de hecho, somos el segundo contaminante”.

Jhony Olivares