¿Cómo enamorar a un viajero? Fácil, la pregunta se responde con un tour llamado ‘Aventura Ribereña’ que comenzó en la tierra de la bicicleta y el tigre, en donde historias totalmente autenticas y paisajes de película adornan su inquebrantable distinción. El municipio de Amalfi, en Antioquía, es una tierra de personas nobles, cuyo sentido de pertenencia no flaquea frente al extranjero; al contrario, con ese don de gente hacen que el forastero se encariñe de la magia que precede a su pueblo.
Montañas, buena comida y aire fresco es en resumen el panorama de este lugar. Quienes lo ven desde el cielo dicen que parece un ajedrez debido a que la simetría de sus calles se asemeja al del tablero del juego.
Este es un destino turístico que va desde el campo religioso hasta el deportivo, por su patrona, la Madre Laura, y su pasión por el ciclismo.
En este lugar se ve nacer el agua en un manantial que lleva por nombre fuente San Ignacio, del que emerge el 'líquido precioso' que surte al pueblo entero del servicio. Un buen almuerzo de fiambre, un café de la región y el clima fresco terminan de sumarse al paquete de experiencias que este lugar tiene para ofrecer.
Una segunda parada en Cisneros, también municipio de Antioquía, dejó entrever el talante de los pobladores de esta región del país. Para llegar a él es esencial cruzar el Túnel de La Quiebra en moto rodillo.
Allí se aprecian dos cascadas perfectas para los osados que les guste el torrentismo. Los múltiples cuerpos de agua también alimentan el recurso hídrico del pueblo, además, se convierten en el plan perfecto para los días cálidos.