El segundo día de Expodrinks 2025 entró suavecito pero sabroso, casi que como un primer sorbo bien frío. Y es que este jueves fue el turno del concurso ‘Coctelería con Ritmo’, una competencia donde los bartenders le pusieron música al alma de cada trago.
La tarima se transformó en una pista de baile y estudio musical. Los bartenders llevando en sus manos ingredientes y en su cabeza una melodía que le daba identidad a su propuesta.
Uno de los bartenders que se robó la tarde fue Horacio Pereira, un cóctel llamado ‘Raíces’, y servido al ritmo sabroso de la champeta. Su preparación comenzó con una base llamada Doce años, sobre la que levantó una espuma de piña colada con crema de coco, suave y aromática.
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Pero el verdadero espectáculo vino al final. Horacio quiso que su cóctel hablara también con colores, así que remató con tres tinturas que terminaron formando la tonalidad de las banderas de Cartagena y Barranquilla.
Luego, el turno fue para José Serrano, quien descrestó con su ‘Isla Dorada’, y seguro de sí mismo, manifestó que quedaría “espectacular”, mientras dejaba caer el palernum, esa mezcla alegre de especias y ron que despierta la nariz incluso antes de tocar el paladar. Luego llegó el mix cítrico, seguido por unas gotas de óleo satarum, pequeñas joyas aromáticas.
El toque final fue un sirope de mana culuro infusionado con romero, y de fondo la canción Tiene sabor, una elección que, según él, contrasta y dialoga con la esencia del coctel. “Porque esto es puro sabor”.
El sello femenino
Yanilieth Díaz llegó para demostrar que las mujeres también marcan el paso en la coctelería, sin temores, sin titubeos y con una gran creatividad.
Frente a ella, el DJ aguardaba la clave musical, y ella de inmediato dijo que su cóctel inspiraba pura salsa verbenera. Nada más preciso para un trago que nace del jolgorio popular. A ese ritmo empezó a tomar forma su creación en esta competencia.
Su nombre fue ‘La trojita’. Mientras la canción ‘Pa‘l baildor’ marcaba el paso, Yanileth comenzó a describir la mezcla, casi como si estuviera contando una receta heredada. Infusión de achiote con rulo, un golpe de color, limón mandarina para equilibrar con frescura y ajave real, que aporta la nota dulce y redonda.

Pero el detalle que más sorprendió al auditorio fue el proceso del polvo que corona el trago. Se obtiene de la cáscara de bulón, cuidadosamente deshidratada y luego licuada hasta lograr una textura fina. Un toque que habla de sostenibilidad, de respeto por el producto y de ingenio costeño.
Para rematar, añadió un bitter artesanal, 100 % costeño, elaborado con anís estrellado, cardamomo y cilantro.
Más tarde, mientras una bailadora movía su falda al ritmo de la cumbia y uno de los vasos lucía un pequeño traje inspirado en ese mismo baile, la concursante Valentina Ávila presentó su creación: Prende la vela.
Lo hizo inspirado en la cumbia y quería rendirle homenaje al misticismo del baile. Estaba compuesto por dos cañas doce años como licor base. Luego , un cordial creado por ella misma, cargado de frías de coco y vainilla, piña, y especias como pimienta, clavo, anís estrellado y canela.
Para equilibrar, Valentina agregó limón clarificado, que aportaba frescura sin opacar los sabores profundos del cordial. Y para el toque final, una chispa burbujeante de agua tónica. Mientras la cumbia sonaba, los tragos se servían y el disfrute empezó.



















