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El gurú de la felicidad no es “completamente feliz”. Al menos así lo confesó en entrevista con EL HERALDO, tras dirigir, durante un poco más de una hora, la charla central de Cátedra Europa 2025, en la Universidad del Norte.

Estamos hablando del sueco Micael Dahlen, orador público y profesor de bienestar, bienestar y felicidad en la Escuela de Economía de Estocolmo (Suecia), quien expuso ‘El secreto sueco de la felicidad y la prosperidad’ ante un público ávido por escuchar ideas en el Auditorio Los Fundadores.

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“Me alegra decir que, aunque estoy trabajando en ello, es una alegría tenerlo en la descripción de mi trabajo, para descubrir cómo ser feliz. No diría que soy completamente feliz. Soy una de esas personas que se despiertan por la mañana no muy feliz. Y esa es también una de las razones por las que estoy tan interesado en la felicidad, para averiguar, está bien, pero ¿qué puedo hacer con el tiempo que tengo para ser feliz? Porque yo creo que la felicidad no es un ‘Uno de los dos’, o ‘Feliz o no feliz’, yo creo que es como una escala donde puedes ser un poco más, que es genial, o un poco menos, que no es tan genial, y siempre hay algo que puedo hacer para ser un poco más feliz, lo que hace la vida mejor para mí y para otros, eso espero”, destaca Dahlen.

Un trabajo en progreso

Es decir, busca replantear el término de ese estado emocional del ser humano, sin que se trate de ir a los extremos. Y empieza por él, por no considerar el hecho de estar aburrido, enojado o triste, sino “no muy feliz”.

“Todavía estoy tratando de descubrir quién soy y quién puedo ser. De hecho, para mi ser es fundamental que soy un principiante. Siempre quiero ser un principiante, sin saber exactamente qué hago, quién soy, pero aprendiendo cada día. Así que en realidad tengo eso tatuado en mi brazo como un recordatorio para mí, que soy un trabajo en progreso. Estoy todavía progresando, estoy todavía descubriendo quién soy y quién puedo ser”.

En efecto, el profesor Micael, de 52 años, se señala uno de los 13 tatuajes que tiene a lo largo de su brazo derecho, desde su mano hasta su hombro, y que se pueden observar a simple vista, excepto el que cubre la manga corta de su suéter de franela.

Ese que se señala es el de la figura de un hombre en acción con una pala, lo que representa “un trabajo en progreso”, según hace referencia, para definirse a sí mismo, como alguien que aún construye su ser.

Cortesía Uninorte

Pero, en ese sentido, ¿cómo es estar “muy feliz” o “no muy feliz”? Y es que el llamado ‘Gurú sueco de la felicidad’ asegura que esta se puede medir, incluso, “de muchas formas”, con el ritmo cardiaco y hasta con los músculos.

“Podemos medir las frecuencias cardíacas. Podemos medir los músculos de nuestras caras, de los que ni siquiera somos conscientes. Y también podemos, que lo que hacemos muchas veces, preguntar la escala de 1 a 10, por ejemplo, ¿cómo estás feliz? Y esa experiencia no tiene que sentirse del mismo modo para todos, pero lo que encontramos es que donde se ubique la escala es muy similar, en el mismo tiempo, con lo que impacta a otros, y el efecto es el mismo. Así que no puedo saber con certeza cómo se siente la felicidad para ti, pero sé que tenemos en común lo que nos hace felices y los efectos de la felicidad en esa escala. Y vemos que la escala es similar a cuando medimos la frecuencia cardíaca y la presión arterial y todo”, sostiene el hombre.

A esta conclusión ha llegado, tras participar en labores investigativas que se centran en marketing, creatividad y comportamiento del consumidor, que posteriormente han sido publicadas en cuatro libros y artículos de revistas.

Por ello, dice sentirse afortunado de pertenecer a una institución con investigadores y profesores especializados en diferentes áreas, como la medicina, la salud pública, la psicología y la sociología.

Genética y convivencia

Al conocer estos datos, Micael Dahlen ha ido más allá y precisa que tiene la fórmula o la ecuación para ser feliz. El planteamiento del orador indica que todo depende de variables como las personas que nos rodean y el contexto en el que nos desenvolvemos. A cada variable le da una carga porcentual según la importancia.

“Puedes verlo desde diferentes puntos de vista. Uno es la forma como se hace la felicidad, por ejemplo, 20 % de las personas que comparten tus genes, 30 % de las personas con las que convives y el 50 % son personas externas. El 50 % proviene de lo que haces en el contexto en el que te desempeñas y, de ese 50 %, la coherencia entre las diferentes etapas de tu vida. Y luego, alrededor del 15 % proviene de tomar agencia y entender que puedes hacer cosas, y alrededor del 10 % o 15 % viene de tu crecimiento y hacer cosas nuevas”, relata.

El profesor aprovechó su paso por Barranquilla para referirse a la frase icónica que dice: ‘Donde la alegría se come’. Y compara ese factor con el clima de su país, el cual ocupó el cuarto lugar en el top 10 de los países más felices del mundo, por encima de Países Bajos, Costa Rica, Noruega, Israel, Luxemburgo y México, según el ‘World Happiness Report’ 2025.

“En particular, en mi país Suecia, donde todo el tiempo hemos hecho estudios que cuando el sol sale la gente está más feliz, cuando la temperatura aumenta la gente está más feliz. El problema, cuando hay sol todo el tiempo y temperaturas a las que no estamos acostumbrados. Supongo que, sin saberlo, el sol no tiene un efecto tan grande para ti, aquí en Barranquilla, como para mi Estocolmo natal, porque te has acostumbrado a él, así que creo que el efecto es mayor en Suecia, porque es muy raro, pero siempre hay algún efecto”, cuenta.

Y añade: “Un aspecto importante de esto es que, como hace calor y sol, probablemente estés más a menudo afuera, y conozcas a la gente. Ese es un aspecto súper importante del clima, es fácil para las personas ir a la casa, disfrutar juntos el tiempo, ir a bailar y comer”.

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Durante su discurso, Dahlen enfatizó en que el bienestar es fundamental y, por su bienestar, le encanta dar las gracias. Señala que las naciones más felices son las más sostenibles y las más resilientes.

“Suecia está arriba en la lista de los países más felices. De 150 países, nosotros estamos arriba. ¿Realmente lo somos? Con ese clima somos felices. De todo el año, solo dos días es verano. Realmente no lo llamaría felicidad, lo llamaría bienestar. Hay algo particular sobre los países nórdicos y es que somos muy pequeños. Eso nos llevó a unirnos. Tenemos que unirnos para conseguir nuestros recursos. Cada uno de nosotros tienen un impacto potencial para aportar a nuestra nación”, apunta.

Y es que, tras una investigación con sus colegas, encontró cuatro factores para explicar por qué Suecia es agradable. Esos factores son: Unión, Agencia, Coherencia y Cinética (TACK por sus siglas en inglés).

“Hemos testeado de nuevo y de nuevo y encontramos que el 75 % de las variantes pueden ser explicadas por esos cuatro factores, que es bastante. Y obviamente quería hacerlos memorables, así que quería encontrar las palabras para ponerlas en algo memorable y así acabé con TACK”, explica el gurú sueco.

Dahlen se despidió de la Cátedra Europa llevándose una sensación positiva del encuentro en la Universidad del Norte. “Me encanta esto. Estoy tan honrado de ser parte de esto. Tienen una institución fantástica. Hace tantos años, la gente viene a tu país, y también invita al resto del mundo para que aprendan sobre sus costumbres y la forma en que trabajan, y para que ellos aprendan sobre cómo trabajan ustedes. Ustedes expanden el mundo para todos. Estoy tan impresionado por lo que hacen”.

Es así como el profesor Micael planteó la idea de repensar el término felicidad, midiéndola con escalas de 1 a 10, con la frecuencia cardiaca e invitando a la unión para el bienestar de todos.