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Beetlejuice, Beetlejuice... ¿qué podría pasar si se dice su nombre tres veces? Nada malo, ¿o sí? La respuesta a esa pregunta la conocieron hace 36 años los millones de fanáticos que vieron lo que sería un clásico al más puro estilo de Tim Burton, con una mezcla de comedia y terror.

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De esa manera salía de las tinieblas ese personaje, que le da nombre a la película, interpretado por Michael Keaton y que fue responsable de divertidas pesadillas, porque sí, en el cine de Tim Burton, todo es posible. Y ahora, más de tres décadas después, dijeron su nombre tres veces y está de regreso.

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Este jueves llega a cines la esperada secuela de la cinta que además tenía como protagonista a una joven Winona Ryder, que también vuelve ya con toda la experiencia y se unen, Monica Belluci, Willem Dafoe y la joven Jenna Ortega.

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Aquí, después de una tragedia familiar insospechada, tres generaciones de la familia Deetz regresan a Winter River. La vida de Lydia —quien aún vive atormentada por Beetlejuice— da un vuelco inesperado cuando su rebelde hija adolescente, Astrid, descubre la misteriosa maqueta de la ciudad en el desván y, accidentalmente, el portal al Más Allá se abre y es solo cuestión de tiempo que digan Beetlejuice tres veces.

Un esperado regreso

El aclamado cineasta Tim Burton, quien ha estado detrás de otros clásicos como El joven manos de tijeras, explicó que luego de la primera película se habló mucho de una posible secuela y hubo diferentes ideas a lo largo de los años, pero, para él, nada encajaba.

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“Y así es como pasa todo este tiempo, 36 años, y lo que realmente me interesó y entusiasmó es... la vida. Algo así como pensar, ¿qué pasó con la familia Deetz? Ya sabes, 36 años después, ¿qué pasó con Lydia, esta adolescente interesante? Entonces, para mí fue empezar a utilizar mi experiencia propia de vida: eres una adolescente interesante. ¿Qué pasa cuando te conviertes en adulto? ¿Tienes hijos? ¿Cómo son tus relaciones? ¿En qué te conviertes? A todos nos suceden cosas al hacernos mayores y cambiamos. Ese fue el núcleo que me volvió a interesar: lo que le ocurrió a la familia Deetz. Fue muy emotivo volver a visitar a estos personajes”.

Cortesía Warner Bros. Pictures

Dos generaciones

Las películas de Burton trascienden en el tiempo por su peculiaridad y lo espectacular de sus personajes. Por ello aquí están representadas, principalmente, dos generaciones. Los que vieron a Winona Ryder en su despertar actoral y los que aprecian a Jenna Ortega en ese mismo camino y que justamente acá son madre e hija.

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“Fue muy retador. Me parece que hubo mucha angustia adolescente en Astrid sin que Lydia haya estado presente, del todo, para ella. Entonces, ella carga con un sentimiento de culpa por eso”, explicó Ryder sobre la relación de Lidya y Astrid.

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Por su parte, Ortega comentó: “He aprendido mucho de ella (Winona Ryder). Es tan generosa y vulnerable, pero, simplemente, una buena persona. Nunca supe si tendría la oportunidad de trabajar con ella, pero estoy muy agradecida y contenta de que sí la tuve. Y amaría volver a trabajar con ella”.