Hay alegría entre los feligreses costeños por el anuncio que hizo este miércoles el Papa Francisco, quien ha designado a dos sacerdotes de la Arquidiócesis de Barranquilla para servir como obispos en diferentes diócesis.
Se trata del padre Dimas Antonio Acuña Jiménez, oriundo de Usiacurí, quien ha sido nombrado obispo electo de la Diócesis de El Banco, Magdalena; y del padre Edgar Jesús Mejía Orozco, nacido en Barranquilla, que asumirá como obispo auxiliar de la ciudad.
En Eucaristía de 7:00 a.m., celebrada en la Parroquia Nuestra Señora de las Gracias de Torcoroma, el arzobispo de Barranquilla, monseñor Pablo Salas Anteliz, anunció los nombramientos episcopales de los sacerdotes del clero arquidiocesano.
Sobre Dimas Acuña hay que anotar que era el líder de la Parroquia Nuestra Señora de las Gracias de Torcoroma. Es licenciado en Teología de la Universidad Javeriana, especialista en Filosofía Contemporánea de la Universidad del Norte, estudió Teología Bíblica en la Angelicum de Roma y es candidato a doctor de la Facultad San Vicente, en Valencia, España.
Por su parte, Edgar Mejía se desempeñaba como vicario general de la Arquidiócesis de Barranquilla. Recibió el título de especialista en Teología Dogmática, en Roma, en 2014, y el de licenciado en Filosofía y Educación Religiosa, en 2015.
“El nombramiento de un obispo en una diócesis es la expresión de la benevolencia de Dios de su misericordia con su pueblo, porque al pueblo de Dios, según su promesa, no le faltarán pastores que lo orienten”, dijo Salas Anteliz.
“Un regalo del cielo”
Dimas Acuña, quien es reconocido por la comunidad católica de Barranquilla como uno de los religiosos más carismáticos, sostuvo que recibe este nombramiento con alegría y con mucha humildad “como un regalo que viene del cielo” de parte de Dios para nuestra iglesia. “Lo considero como un don muy especial que el Señor ha tenido conmigo y con toda la iglesia. Es el Señor quien lo ha hecho y de manera muy especial con la diócesis de El Banco, a quien los abrazo desde ya y pido al Señor por ellos en este momento. Sé que es una diócesis de misión y por lo tanto es un llamado que hace el Señor a consagrarme mucho más, a vivir una experiencia mucho más profunda de entrega y de amor”.

El Banco tiene más de tres años de estar esperando al nuevo obispo, es por ello que Acuña es consciente que su principal reto es “abrazar y querer mucho a los sacerdotes, a los religiosos, a todo el pueblo que quiere iniciar esta nueva etapa en el ministerio episcopal que el Señor me ha regalado”.
“Una gran responsabilidad”
Por su parte Edgar Mejía afirmó que recibe este nombramiento “como un inmerecido don de Dios, como dice el apóstol Pablo, con temor y temblor por la gran responsabilidad que representa, pero también con la alegría de descubrir la confianza que Dios y la Iglesia colocan en mí para confiarme en esta delicada tarea”.
Sobre sus expectativas con este nombramiento afirmó que desea aportar a la Arquidiócesis. “Quiero hacer un acompañamiento al pueblo de Dios y poder apoyar toda esta obra evangelizadora que venimos realizando desde hace muchos años”.





















