Eterno, así parece ser el legado del escritor magdalenense Gabriel García Márquez, el cual aún después de haber fallecido hace casi una década permanece vigente dentro de la literatura universal.
En este 2024 se cumplirán varios hitos que estremecerán el mundo de las letras y que permitirán a los amantes de la obra del único Nobel de Literatura colombiano leer nuevas páginas de uno de los principales autores del Realismo Mágico.
A partir del próximo mes comenzarán a ocurrir una serie de hechos en torno a la vida y obra del cataquero que impactará tanto a sus más fieles lectores o 'gabólogos', hasta los que apenas comienzan a sumergirse en su mundo macondiano.
El miércoles 6 de marzo, cuando se conmemoren 97 años de su natalicio, también será publicada su novela póstuma En agosto nos vemos. Ese día las 40.000 luces de la Torre Colpatria, en Bogotá, se iluminarán con imágenes alusivas a la novela a las 6 p.m., momento exacto de su lanzamiento mundial.
Esa será solo la punta de lanza de ‘El Año de Gabo’, debido a que el 17 de abril se conmemorarán 10 años de su fallecimiento.
Además en mayo, su novela Memoria de mis putas tristes, la última obra que logró publicar en vida, cumplirá 20 años de haber sido lanzada. También en ese mismo mes se cumplen 30 años de la publicación de la novela Del amor y otros demonios.
Como si fuese poco, la plataforma de streaming Netflix ha incluido en su lista de grandes estrenos del presente calendario la serie Cien años de Soledad, que verá la luz en noviembre. Por todo esto y más el 2024 lo hemos denominado ‘El año de Gabo’.
Sus letras son esperadas
Ya son dos décadas las que han pasado sin que los amantes de la obra de Gabriel José de la Concordia García Márquez hayan leído algo nuevo del escritor y periodista costeño. Es por ello que el lanzamiento de En agosto nos vemos acapara toda la atención.
Según cuenta Cristóbal Pera, encargado de la edición del texto final, y también editor de los dos últimos libros que García Márquez publicó en vida —sus memorias, Vivir para contarla (2002), y la novela Memoria de mis putas tristes (2004) —, para la publicación del libro se basó en las cinco versiones de En agosto nos vemos que reposan en el Harry Ransom Center, organismo de la Universidad de Texas que custodia los archivos del autor, comparándola con la versión que acumulaba cambios y últimas correcciones que Mónica Alonso, su fiel secretaria, fue guardando.
'Es una obra en la que trabajó profusamente y que solo un nivel de autoexigencia superlativo le impidió decidirse finalmente a publicarla. No le gustaba mucho lo que estaba escribiendo, la corregía día a día'.
Agrega que en sus páginas el Nobel colombiano explora a través de una mujer, de nombre Ana Magdalena Bach, temas como la sexualidad y el deseo, a los cuales impregna de los ambientes y el carácter caribeño que con tanto cariño retrató durante toda su vida.
'Gabo se ganó el afecto de lectores en todo el mundo, en todas las lenguas, así que sin dudas sus letras son muy esperadas'.
Se palpa la magia de Gabo
Contra la suspicacia que levanta la recuperación de cualquier texto inédito, y más tratándose de un escritor de la talla de Gabo, Pilar Reyes, directora editorial de la División Literaria de Penguin Random House, la editorial que respalda el lanzamiento de En agosto nos vemos, remarca: 'Vemos en ella no solo un texto absolutamente consistente con el mundo narrativo que García Márquez fue construyendo a través de sus libros, sino el intento de escribir contra viento y marea, incluso en las condiciones más adversas, contra sus propias limitaciones'.
Sobre el texto de 144 páginas, que tiene como hilo conductor a una mujer adinerada cuya madre está sepultada en una isla del Caribe, y cuya tumba visita cada 16 de agosto (fecha de su muerte), para llevarle flores y también para sostener encuentros sexuales fortuitos, Reyes no solo detecta en la novela un broche de oro a la trayectoria de García Márquez, sino que la piensa en términos de ofrenda a los lectores y recordatorio de su apasionada entrega a la literatura.
'Pienso que es un maravilloso cierre, por varios motivos: el amor, trasmutado aquí en deseo, es el tema central de la novela, como lo es de la obra entera de su autor.
La protagonista y su búsqueda de libertad a través de esa noche que se regala a sí misma una vez al año me parece una hermosa puerta de entrada a la percepción del universo femenino que ocupaba el interés creativo de García Márquez en sus últimos años. La novela está completa, aunque para su autor no fuera definitiva. Este libro es, además, la prueba de que un escritor no puede vivir sin escribir'.
Entorno caribeño
Orlando Oliveros, coordinador editorial de la Fundación Gabo, explica que un aspecto que resalta el escritor en su novela póstuma es el entorno caribeño. 'En la historia de Ana Magdalena Bach aparece el Caribe como territorio fundamental en el que se desarrolla la trama. García Márquez siempre se jactó de ser un escritor que jamás dejó de escribir novelas del Caribe colombiano y este texto no es la excepción, pues se desarrolla en una isla tropical con una laguna interior, asediada por el calor y el caos del turismo'.
Por su parte, Miguel Aguilar, director literario de Debate, Taurus y Random House, también pone el acento en el encaje natural del libro en la bibliografía del escritor, añadiendo un matiz especial, al declarar: 'En agosto nos vemos conecta con el corpus del autor, ya que nos sitúa en un entorno caribeño, habla del amor y de la vida y de las relaciones humanas y los equívocos que los rodean. Creo que es una novela muy disfrutable y muy reconocible, pero al tiempo con una protagonista mujer y una mirada al universo femenino poco habitual en García Márquez'.
A celebrarlo todo el año
La Fundación Gabo y el Estado colombiano se han unido para honrar el legado de esta figura inspiradora. ‘De 10 a 100’ es el nombre del programa (que el propio García Márquez creó en 1995) con el que se busca desplegar en los próximos cuatro años una serie de encuentros culturales dentro y fuera del país.
Jaime Abello Banfi, cofundador y director general de la Fundación Gabo, afirmó que el símbolo de esta gran iniciativa es el ‘Árbol Gabo’, 'en cuya sombra nos vamos a inspirar'.
Abello Banfi también se refirió a la necesidad de abordar 'las múltiples facetas de la vida y obra de García Márquez, un autor famoso y reconocido por la literatura, pero que tiene mucho más que enseñar'.
Con base en el ‘Árbol Gabo’, una matriz conceptual que ha desarrollado la Fundación Gabo, se destaca la amplitud de intereses y motivaciones que rodearon la vida del Nobel de Literatura.
No solo su pasión por contar historias, sino también su defensa de los Derechos Humanos, la apuesta por construir paz y su interés por promover un nuevo papel de Latinoamérica en el mundo.
En el cine y la televisión
Gabriel García Márquez también era amante del mundo audiovisual, es por ello que dos proyectos de este tipo se encuentran en marcha. El primero lo lidera Netflix, y tiene que ver con la serie Cien años de soledad, la cual cuenta con la supervisión de su hijo, el cineasta Rodrigo García Barcha.
Sobre esta producción EL HERALDO conoció que se rueda en el municipio de Alvarado, Tolima, donde fue construida una locación macondiana para hacer posible las grabaciones.
La serie será grabada en dos temporadas y tendrá 16 capítulos con una duración de una hora cada uno. Además será hablada en español y contará con actores latinoamericanos y otros actores naturales costeños.
En lo que respecta al cine, el director barranquillero Hernando Olivares, a partir de mayo, rodará la película Un café para Gabo, que cuenta la historia del joven Gabriel García Márquez cuando era reportero de EL HERALDO y soñaba con convertirse en novelista.
Gabo forma un profundo vínculo con un niño huérfano semianalfabeto llamado Mingo que le lleva café a la redacción del periódico. Gracias a su mentoría la vida de Mingo cambia sustancialmente.




















