‘El Exorcista’, celebra 50 años desde su estreno. El mal llegó hace cinco décadas

Miedo, pavor, terror, pánico y pesadillas. Eso y más ha generado desde hace cincuenta años una de las mejores películas de la historia y la mejor, para muchos, del terror: El Exorcista.

Estrenada, curiosamente, después de la Navidad de 1973, el 26 de diciembre, la obra maestra del director William Friedkin ha aterrorizado a generaciones que con solo escuchar su nombre, la terrorífica imagen de Linda Blair poseída llega a la mente.

Incluso, quien escribe jamás ha podido verla en horarios nocturnos, siempre con la compañía de la luz de la tarde.

Son cinco décadas desde el estreno en cines de este filme que significó un antes y un después en la historia del género. La crítica y el público se abrazaron, no solo por la calidad de la película, sino para sobrellevar el miedo que genera.

Obtuvo 10 nominaciones al Óscar, siendo la primera del género en ser nominada a Mejor película, ganando 2 de ellos, a Mejor guion adaptado y Mejor edición de sonido, no solo fue un éxito en cines, sino que desde la tenebrosa producción auguraba lo que venía.

Por ello, para conmemorar esta fecha clave en el cine mundial EL HERALDO consultó a expertos en cine para analizar lo que ha significado esta película, su impacto y lo que ha generado desde hace 50 años.

Han sido varios los factores que han contribuido a que esta película haya quedado en la retina del público por tantas décadas.

Primeramente, su cercanía con la realidad, pues está basada en el libro homónimo de William Peter Blatty que a su vez está inspirado en un caso real.

A partir de allí, la genialidad de un director excepcional, sumado a un elenco de primer nivel conformado por la joven Linda Blari, Ellen Burstyn, Max Von Sydow y más, fueron conjurando el resultado que se obtuvo: una obra maestra.

Para Jerónimo Rivera, doctor en Comunicación y profesor investigador de la Universidad de La Sabana, es una película que más que acudir a los sustos o al slasher que estaba tan de moda en la época que es todo este cine de cuchilladas y el cine gore, se dedica mucho más al terror psicológico.

'De alguna manera sentimos el temor a través de los ojos de los protagonistas en donde esa idea de lo sobrenatural, de lo demoníaco empieza a volverse muy fuerte a lo largo del metraje'.

Por su parte, Óscar Arias, cineasta y docente de la Universidad del Norte, explicó que la historia sumada con la tensión de tener algo intangible atacando a una familia, fue una de las principales características de esta cinta.

'En clave de otras películas de terror utilizando los efectos sonoros, iluminación, música y los efectos visuales hacen que perdure como una película canónica dentro del género'.

Aunque el pasado 7 de agosto la película de la vida de William Friedkin terminó, su importancia en esta producción seguirá vigente aún con el pasar de las décadas.

De acuerdo con Álvaro Serje, realizador audiovisual y docente, William Friedkin venía de hacer Contacto en Francia, una película de espías que se caracteriza por su realismo en la manera de disparar la acción, las persecuciones y el norteamericano llevó ese realismo, esa visceralidad, esa autenticidad de su cine al género del terror.

'Friedkin hizo un gran esfuerzo en que la película tuviera cierto realismo y por ejemplo ciertas escenas de la posesión donde se supone que hace frío en el cuarto de la niña, fueron rodadas dentro de un cuarto frío, o sea los actores sentían frío de verdad y el humo que salía de sus bocas era real. La escena en la que la chica baja por las escaleras de espaldas la rodó con una acróbata'.

Finalmente los efectos visuales y prácticos usados durante la película lograron traspasar la barrera del tiempo y aún cinco décadas después se siguen viendo con total naturalidad.

A lo largo de la historia reciente al hablar de El Exorcista siempre se ha mencionado la famosa maldición que tuvo el rodaje, pues durante la filmación, varios miembros del equipo sufrieron accidentes inexplicables.

Ellen Burstyn, quien interpretó a la madre de Regan, tuvo una lesión en la espalda que resultó en una reacción muy auténtica de dolor en la película. Jason Miller, quien interpretó al padre Karras, se lastimó seriamente el coxis durante una de las escenas. Y el propio director, Friedkin, fue golpeado por un cable en un accidente automovilístico durante la producción.

Por otro lado, el set de la película se incendió misteriosamente, destruyendo una buena parte de la casa donde se filmaron muchas de las escenas. Y, los estudios que albergaron la postproducción también se incendiaron, retrasando la cinta aún más.

De acuerdo con Jerónimo Rivera, toda película de terror y especialmente en esa época estaba rodeada de muchos mitos que contribuían al éxito de la película porque rodeaban a la producción de ese halo mágico y de maldición.

De acuerdo con el cineasta y docente de Uninorte, Óscar Arias, 'más allá de ese momento histórico de su estreno hoy es un referente dentro del género y marcó el camino para otros directores del género como: Ari Aster (Hereditary, Midsommar, Beau is afraid), Jordan Peele (Get Out, Us, Nope) o Guillermo del Toro (Cronos, Mimic, Hellboy) hacen que la obra de Friedkin sigan siendo la base para incluso un subgénero de posesiones y la presencia de espíritus o fuerzas del más allá'.