A cincuenta años de su muerte, Pablo Picasso aún sigue convocando multitudes alrededor de su arte. De hecho, para conmemorar esta fecha se realizarán cincuenta exposiciones durante el 2023 en España (país donde nació) y Francia (nación donde murió).
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Tanto expertos como aficionados coinciden en que Picasso plasmó su vida en sus lienzos; entre él y sus amigos y la élite cultural del siglo XX crearon su propia leyenda.
Los detalles biográficos resultan irrelevantes ante la grandilocuencia de su trabajo, y aunque lleno de misticismos, es inevitable no pensar en que solo una mente cargada de libertad estilística pudo crear tal universo.
Su huella ha permanecido en el tiempo. En cada uno de sus periodos contó historias distintas. El uso del azul, del rosado, algunos colores primarios e incluso el contraste blanco y negro les dieron vida a sus obras, pero también al pintor detrás de estas.
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Inventó el Cubismo, luego el Surrealismo, pero también consolidó parte del Abstraccionismo.
Con una obra que continuamente admite nuevas lecturas, Picasso es probablemente el pintor más famoso del arte contemporáneo. En entrevista con EL HERALDO, Néstor Martínez, historiador de arte y docente en Bellas Artes, lo definió como un artista de brillante inteligencia y creatividad desbordada. En su larga vida incursionó en varias tendencias de la pintura, siendo el Cubismo su más emblemático aporte al arte y la cultura.
'Picasso fue un trabajador incansable y prolífico, de tal manera que a su muerte se catalogaron más de 8.000 obras, entre pinturas, dibujos, grabados, ilustraciones, esculturas y cerámicas. Murió hace 50 años y hoy sus obras se cotizan a precios astronómicos'.
El Cubismo y su narración
A propósito del Cubismo, uno de los movimientos artísticos que creó el español, Martínez plantea que esta fue una de las primeras expresiones vanguardistas del siglo XX, y que destacó por su utilización de técnicas poco convencionales. 'En el universo del arte, el Cubismo acabó con el concepto de espacio ilusorio que los artistas utilizaban desde inicios del Renacimiento, y se suprimió de la pintura el recurso de la perspectiva, el truco de la pirámide visual que se usaba desde el siglo XV'.
Asimismo, hay que decir que el Cubismo no fue narrativo, como otras vanguardias que pretendían contar una historia. La preocupación principal de Picasso al pintar no fue el tema, ni mucho menos lanzar un mensaje al público, sino transformar los cuerpos y el espacio en la pintura.
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Los temas más usuales fueron: paisajes, bodegones, retratos, naturaleza. Además de problemáticas sociales como el cuadro ‘Guernica’ en 1937.
Surrealismo
En este punto en particular, y luego de una gran experticia con las formas geométricas, Picasso se adentra a una nueva creación artística, el Surrealismo. En este las formas eran más fluidas y los colores más expresivos.
Clara Toncel Acosta, magíster en Dirección e Investigación de Arte de la Universidad de Valencia (España), conversó acerca de la importancia de este segundo gran movimiento que lideró el español.
'Con el Surrealismo nos transportamos directamente al mundo de la ideas, uno que se relaciona con lo intangible y que obedece a las interpretaciones subjetivas no solo desde la percepción, sino desde el hacer. Aquí es el punto en el que Picasso explora más su creatividad y comienza a evidenciar sus pasiones, entre ellas el amor y el sexo'.
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En su proceso de creación, se conoció que Picasso, como todos los seres humanos, estuvo atado a sus pasiones, y usó el arte para evidenciarlo. El uso de formas femeninas, trazos marcados y la intensidad o palidez de color daban cuentan de que cada obra comprendía una cosmovisión muy diferente, haciéndola atemporal.
Sobre las claves para poder entender el trabajo de Picasso, la magíster dijo que el arte de Picasso es rebelde, por lo que su innovación busca proponer lo no existente. Es decir, su obra se siente, no siempre se entiende.
