Este lunes se cumple una década del nombramiento del religioso argentino Jorge Mario Bergoglio como papa. Francisco, como decidió llamarse en honor a San Francisco de Asís, se convirtió el 13 de marzo de 2013 en el primer papa de América Latina, y desde entonces ha desarrollado un pontificado que ha estado cargado de momentos icónicos que se han convertido en símbolos y mensajes en estos diez años de magisterio.
Se destacan hechos como el lugar que eligió para su primer viaje, la isla italiana de Lampedusa, considerada la puerta de Europa para los migrantes, o su histórica reunión en 2016 en el aeropuerto de La Habana con el patriarca ortodoxo ruso Cirilo.
Su gran reto es conseguir una iglesia más comprensiva y a través de su diálogo interreligioso ha logrado concentrar la atención no solo de católicos, sino de miembros de otras religiones como el Islam. A continuación se presentan diez momentos claves en la década de papado de Francisco.
El lavatorio de los pies en las cárceles:
Ver a un papa arrodillado lavando los pies a jóvenes reclusos el Jueves Santo del 28 de marzo de 2013, entre ellos, dos mujeres, una musulmana serbia y una católica italiana, en la capilla del centro penitenciario para menores de Casal del Marmo en Roma, fue el primer gesto que hizo pensar que Francisco era un papa con un estilo diferente.
Viaje a Lampedusa
Eligió un lugar inesperado para su primer viaje, la isla de Lampedusa, en Sicilia, la más cercana a las costas africanas y considerada la puerta de Europa para los migrantes en busca de un futuro. Era el 8 de julio de 2013, y desde allí lanzo su mensaje sobre la 'globalización de la indiferencia' que le llevaría, a denunciar a lo largo de los años la indiferencia hacia el que viene de lejos.
La revolucionaria Encíclica Laudato si
El 24 de mayo de 2015, el papa publicó su segunda y revolucionaria encíclica: Era ‘Laudato si’, sobre el cuidado de la casa común, donde por primera vez un papa hablaba de manera extensiva de la defensa del medioambiente y del cambio climático. Los mensajes incluidos en esta encíclica se han convertido en un manifiesto ecologista para el mundo.
La reunión histórica con Cirilo
El 12 de febrero de 2016, el papa Francisco hacía escala en Cuba antes de su visita a México para encontrar en el aeropuerto de La Habana al patriarca ortodoxo ruso Cirilo. Fue la primera reunión de los líderes de las dos Iglesias tras el Cisma de 1054 y después de ella, y con la guerra en Ucrania, ha quedado solo en un intento, para algunos fallido, de acercamiento.
Su visita a Colombia
Entre el 6 y el 10 de septiembre de 2017 estuvo en territorio colombiano. Exaltando un mensaje de esperanza, gratitud y de paz, Francisco visitó algunos de los lugares más necesitados de Cartagena. En Bogotá, les dio un mensaje de positivismo a los más jóvenes; en Villavicencio y Medellín bendijo a las víctimas y les dio palabras de esperanza a las víctimas del conflicto armado.
El viaje a Chile
La visita del papa a Chile en enero de 2018 fue una línea divisoria de su pontificado y su lucha por los abusos a menores por parte de miembros de la Iglesia. Allí llegó en posición de defensa del obispo chileno Juan Barros, acusado de encubrimiento.
Besó los pies a los líderes de Sudan del Sur
En otro de los gestos de la diplomacia de Francisco, el 12 de abril de 2019, con el fin de alentar el proceso de paz, el papa se arrodilló y besó los pies de los líderes enfrentados en Sudán del Sur a quienes había reunido en el Vaticano.
El rezo en la plaza de San Pedro vacía
El 28 de marzo de 2020, el papa llegaba en solitario a una plaza de San Pedro vacía bajo un aguacero, para rezar por el mundo que afrontaba la pandemia del coronavirus y asegurar que solo se saldría de ella si todos remaban juntos.
Entre las ruinas de Mosul
En marzo de 2021, el papa Francisco viajó a Irak y su imagen rezando entre las ruinas de la ciudad de Mosul, a pocos metros de la mezquita Al Nuri de Mosul, símbolo del auge y caída de Estado Islámico, dio la vuelta al mundo.
La mano sobre el ataúd de Benedicto XVI:
Con la poderosa imagen de Francisco posando sus manos sobre el féretro de su predecesor, el alemán Benedicto XVI, tras el funeral concluía la 'época de los dos papas' y se abría una nueva fase del pontificado.


