Cuando en 2022 se conoció que la misión Artemis I viajaba a orbitar la Luna 50 años después de la última vez que el ser humano lo hiciera por última vez, el mundo de la ciencia celebró con emoción este paso importante que marcaría una nueva época en la humanidad.
Pues bien, esa fue la primera misión de tres en total que permitirán al ser humano pisar supercie lunar y utilizarla como una base para, posteriormente, llegar hasta Marte. El segundo momento importante será en 2024, cuando Artemis II lleve, probablemente, a cuatro astronautas a la primera misión tripulada de Artemis.
Además de lo ya mencionado, para los colombianos este hecho no solo es importante por lo que representa para la ciencia, sino que esta segunda misión tiene sabor caribeño, más exactamente de Cartagena.
La ingeniera aeroespacial Liliana Villarreal fue designada por la NASA como la encargada de la recuperación de la cápsula en el mar en su regreso al planeta Tierra. En conversación con EL HERALDO la experta contó algunos aspectos de su trabajo, cómo se prepara y recordó su niñez en La Heroica.
Un trabajo duro
Cuando le ofrecieron el puesto de dirigir el amerizaje de Orión en su regreso al planeta, Villarreal dijo: 'Tardé una semana en pensar si tomaba el trabajo. Es un trabajo muy graticante. Sin embargo, eres responsable de las vidas de la tripulación después del amerizaje y también de las vidas de todos los que apoyan las operaciones de recuperación'.
A pesar de que ella es quien dirige toda la operación, a su mando tiene a un sinnúmero de profesionales con una misión clara: que el amerizaje salga a la perfección.
'Cuando me pidieron que hiciera este trabajo por primera vez estaba tan asustada porque sentía que no podía ser responsable de las vidas de estos astronautas. ¿Por qué yo? Y luego retrocedes y te das cuenta de que no es solo tú, tienes un equipo increíble que te ayuda a hacer tu trabajo y eso me dio la confanza para asumir el trabajo porque puedo trabajar con las personas más increíbles y talentosas', indicó a esta casa editorial la ingeniera
La preparación
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A Liliana Villarreal le toca estar en todos los detalles de la misión de recuperación de la cápsula. En la minuciosidad y rigurosidad que tiene está la calidad de lo que hace, razón por la que fue elegida.
'Vamos a hacer tres viajes al espacio con la Marina y simularemos un aterrizaje. Tenemos un vehículo que llamamos Artículo de Entrenamiento del Módulo de Tripulación (CMTA), que se ve exactamente como una cápsula Orion y se comporta como tal', detalló la mujer.
Además, tendrán tres ejercicios de entrenamiento en los que pasarán por todo el proceso de la misión completa.
'Fingimos que la cápsula ha aterrizado, practicamos cómo sacar a la tripulación de la cápsula, cómo sacar a la tripulación de las pequeñas embarcaciones a un helicóptero y luego de vuelta al barco', añadió.
Una mujer en la luna
Liliana Villarreal tiene su objetivo claro: que una mujer pise la luna por primera vez en la historia; por eso, trabaja para ello.
'Voy a estar trabajando en el programa Artemis, como mínimo, hasta que vea a la primera mujer en la Luna. Me encantaría seguir trabajando y ver a la primera persona en Marte', sostuvo.
Paralelamente, trabajar en este tipo de misiones para ella es emocionante. 'No importa dónde trabajes en la NASA, cada misión que hacemos es tan emocionante y lo maravilloso de la NASA es que cada misión se trata del benecio de la humanidad'.
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Su niñez en Cartagena
A pesar de haberse radicado en Estados Unidos desde los 10 años y que con el tiempo el inglés haya desplazado casi que por completo al español de su vida, lo cierto es que Liliana recuerda vivamente lo que fueron los momentos de su niñez que vivió en Cartagena.
'Tengo muchos recuerdos de Cartagena. Recuerdo exactamente donde vivimos. Recuerdo las fiestas que mi familia tenía, la comida', dijo a EL HERALDO emocionada al rememorar esas épocas en el Corralito de Piedra.
'Realmente no he vuelto desde hace probablemente siete años por trabajo, pero sí lo recuerdo muy bien. Es una ciudad hermosa, me encanta, el centro es un lugar increíble', agregó.
Sobre lo que más extraña no lo dudó: la comida. En un español un poco golpeado por la dominación del inglés en su vida recitó 'los deditos de queso, kibbe y la arepa de huevo', indicó felizmente la ingeniera.
